Observamos nuevamente un aumento en los casos de COVID-19 en varios estados de Brasil. En noviembre, las tasas de ingresos hospitalarios y pruebas de laboratorio positivas aumentaron aproximadamente un 20% y un 30%, respectivamente. Este escenario refuerza la importancia de las medidas de aislamiento y cuidados preventivos para combatir la pandemia, así como la realización de pruebas diagnósticas. en caso de síntomas.
Los exámenes más recordados cuando hablamos de coronavirus y, de hecho, los recomendados para su cribado y detección, son los RT-PCR (considerado el estándar de oro para identificar el virus) y pruebas serológicas, que miden los anticuerpos producidos por el organismo a partir del contagio. Con diferentes metodologías, ambos tienen indicaciones específicas a realizar.
Las personas que ya están afectadas por la enfermedad, con más síntomas o afecciones de Covid-19 más graves, se someten a pruebas de imagen, como radiografía de pecho y el tomografia pulmonar. Estos recursos ayudan tanto en el diagnóstico como en el pronóstico. Aunque no forman parte del protocolo diagnóstico oficial, se consideran complementarios y fundamentales para el seguimiento de la evolución de la enfermedad en pacientes hospitalizados o en recuperación.
Para orientar a la comunidad médica sobre el uso y la realización de estas pruebas, las asociaciones profesionales han publicado protocolos. La Sociedad Fleischner, por ejemplo, publicó en abril que las pruebas de imagen no deberían estar indicadas para pacientes con síntomas leves, a menos que estén en riesgo de progresión de la enfermedad.
En la misma línea, el Colegio Brasileño de Radiología (CBR) tampoco recomienda pruebas de imagen para personas asintomáticas o con síntomas leves, incluso si tienen resultados positivos en las pruebas de detección.
Para los casos de síntomas más graves, están indicadas las pruebas de imagen, incluso para descartar otras infecciones respiratorias que se asemejen al Covid-19, como la gripe H1N1, Sars y Mers. Además, son cruciales para comprender los efectos del virus Sars-CoV-2 en el cuerpo humano.
Otra herramienta de diagnóstico importante son los algoritmos para inteligencia artificial (IA) asociado con radiografías de tórax y tomografía. Los algoritmos de IA reconocen rápidamente los patrones de enfermedad en las imágenes y, por tanto, priorizan los casos sospechosos para los radiólogos, agilizando el diagnóstico de patologías más graves y ayudando al médico en su conducta terapéutica.
En Dasa desarrollamos estudios avanzados en esta área. Uno se llevó a cabo en medio de la pandemia, en un tiempo récord. Es un algoritmo de IA para tomografía que cuantifica el volumen pulmonar, así como otras características que se encuentran comúnmente en pacientes con Covid. Cuantitativamente, además de alertar sobre hallazgos sospechosos, el algoritmo ayuda a predecir cómo evolución del paciente: si necesitará una cama de UCI, intubación y / u otros recursos más sofisticados.
La pandemia ha establecido una carrera colaborativa de investigación científica en todo el mundo, creando una oportunidad para avances sin precedentes en medicina y salud en el planeta. El conocimiento compartido en relación con las pruebas de imagen ha ayudado a comprender mucho más la enfermedad y a promover nuevos descubrimientos casi a diario.
Como parte integral de este ecosistema, Dasa reitera su compromiso de transformar la salud y cree en la colaboración como un medio para superar la pandemia y brindar una salud de mejor calidad para todos.
* Roberto Cury es director de imagen médica de Dasa
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