Fue en el programa La Noche, liderado por Claudia Gurisatti y Jefferson Beltrán, en donde quedó expuesta la realidad del “testigo estrella” contra el expresidente Álvaro Uribe: Juan Guillermo Monsalve vive en una casa fiscal a sus anchas, no por razones de seguridad sino por la sospechosa condescendencia de un exmagistrado de la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia y por la generosa intercesión de la Sala de Instrucción del mismo alto tribunal.
Con cartas reveladas en ese espacio periodístico, quedó claro que para el INPEC el sitio en el que la Corte mandó a Monsalve no es el que ofrece mejores condiciones de seguridad, pero sí resulta ser el más cómodo para un sujeto cuyas versiones varían cada vez que le preguntan por este caso. Y es que Monsalve está viviendo literalmente en una casa por cárcel y a la justicia parece no importarle que esté abusando de esas gabelas para hacer de las suyas.
Al contrario, cuando el 7 de enero de este año, el director del INPEC, General Norberto Mujica, la reportó al entonces magistrado José Luis Barceló que el interno Monsalve gozaba de privilegios prohibidos por la ley, como celulares, televisor, impresora y computador, en vez de revocarle esa situación y ordenar un traslado a un lugar donde no tuviera semejantes ventajas, la respuesta de la Sala de Instrucción, el 7 de febrero de 2020, fue pedirle al director del sistema penitenciario que mejorara los controles de la casa fiscal pero que mantuviera a uno de los presos más consentidos del país con el mismo tratamiento favorable.
¿Por qué si ante la más mínima duda de la conducta de un reo, los jueces de ejecución de pena sancionan estos comportamientos, el órgano de cierre de la jurisdicción ordinaria se muestra tan indulgente con el condenado por secuestro e investigado por homicidio, Juan Guillermo Monsalve?
Es como si los magistrados quisieran mimarlo para que se mantenga en su dicho y como si buscaran no incomodarlo para que, en una de esas, no varíe su testimonio. Investigan a Uribe por manipularlo, pero, ¿no son esas dádivas y contemplaciones una forma de obtener lo que quieren de este personaje? ¡De buenas Monsalve! No todos los días los presos abusan de sus condiciones de reclusión y en vez de encontrar una justicia que los sancione por ello, se encuentran unos magistrados que los alientan a seguir así y evitan, siquiera, que alguien se atreva a molestarlos.
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