Un médico hizo una pregunta inteligente: ¿por qué no tratar al paciente con covid19 que tiene síntomas y solo esperar a hacerlo cuando se complica y requiere atención médica hospitalaria? Muchos lo descalificaron, argumentando que su propuesta terapéutica no está soportada en evidencia. Pero hasta ahora, la terapéutica hospitalaria tampoco.
Los científicos, no dudo que trabajan a toda velocidad, pero el rigor del método hará que la evidencia que se reclama llegue tarde. La pandemia es tan catástrofe como un terremoto. No predecimos su comportamiento, pero sí debemos evitar la toma de decisiones basadas en el miedo. Muchos expertos, ante la precariedad de evidencia y apegados al dato, aportan conceptos erráticos a los gobernantes y llaman a un manejo médico conservador pero agresivo en medidas anti-contagio. Entretanto la catástrofe se instala, el miedo crece y los políticos necesariamente se equivocarán. En medio de la confusión no se distingue entre medidas de salud pública y medicina.
La medicina, desde la bella descripción de Pellegrino, se considera la más humana de las artes, la más artística de las ciencias y la más científica de las humanidades, sin embargo, la necesaria y útil Medicina Basada en la Evidencia (MBE), sin proponérselo, terminó sobrevalorando lo que la ciencia podría aportar al arte de cuidar. Llamamos evidencia al conocimiento adquirido mediante el método científico y publicado en revistas especializadas, cuyos artículos tienen alto riesgo de sesgos y de pertinencia, dado que la financiación de los estudios clínicos, casi en su totalidad, obedece al interés de la industria y no al de la humanidad. La MBE definida por David Sackett como: “el uso consciente, explícito y juicioso de la mejor evidencia disponible para la toma de decisiones sobre el cuidado de un paciente individualizado”, está conforme con la Ley estatutaria de Salud, en la cual priman la autonomía del paciente, es decir, sus valores y preferencias, y la autonomía del médico, para que, con su destreza intelectual combine experticia con la evidencia científica disponible, en un acto de confianza.
Acatemos las medidas de salud pública, y respetemos el acto médico sobre la base de lo definido por Sackett.
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