Mucho se habla de la importancia de un dictamen oportuno en cualquier padecimiento a tratar, sin embargo, asumiendo la connotación que tiene el cáncer en la vida de quien lo sobrelleva y su familia, esta atención cobra mayor fuerza y hace que se trabaje desde todos los frentes para afianzarla.
Teniendo en cuenta el impacto que la pandemia por Covid-19 ha generado en el mundo, es primordial que se busque socializar la atención, toda vez que el retraso en diagnósticos y tratamientos que se tuvo ante el desconocimiento del virus, llevó inevitablemente a postergar los mismos por parte de los pacientes, y en concreto los de cáncer de mama.
Desde los tratamientos, hasta las técnicas han avanzado aceleradamente en la última década, permitiendo que la labor de los médicos se centre en cada necesidad y de esta manera los pacientes encuentren soluciones rápidas y precisas, como lo que se ofrece en Cliniseno del Caribe con sus servicios integrados, donde además confluyen especialidades que dirigen su atención a afecciones específicas, como son genética, radiología, cirugía plástica, entre otras.
En la actualidad, Cliniseno del Caribe trabaja arduamente en el fortalecimiento de su atención, presentándose como ese centro donde confluyen todas las oportunidades para lograr un diagnóstico eficaz e inicio del tratamiento integral y adecuado, indica su director, el reconocido doctor Luis Fernando Viaña González, Médico Cirujano Oncólogo, Mastólogo y de Tejidos Blandos.
Volviendo a lo que significa la pandemia en la cotidianidad, es de aclarar que ese miedo justificado que se apoderó de los pacientes, ante todo por el desconocimiento y vertiginosa propagación del virus, llevó al atraso de diagnósticos, incumplimiento en ejecución de mamografía y biopsias.
La falta de conocimiento sobre este nuevo virus por parte de todo el personal médico a nivel mundial, hizo que inicialmente se tomara la salvaguarda contra la infección, anteponiéndose a los tratamientos de cáncer. Partiendo de allí, la Asociación Colombiana de Mastología en conjunto con otras asociaciones, llegaron a un consenso y seguidamente a unas guías, para que todos los especialistas involucrados en este padecimiento, hicieran durante este periodo de alerta sólo lo estrictamente necesario.
De esta manera Cliniseno del Caribe empezó una nueva programación en su atención, llevando a una sola consulta la realización de todos los procesos y disminuyendo los riesgos de exposición que se multiplican con las salidas; es así como en muchos casos que podían dar un compás de espera, se implementaron procedimientos más cortos.
Más especialidades
Como los avances se van adicionando para bien de todas las ciencias y en especial de la medicina, en Cliniseno del Caribe ya se cuenta con la evaluación y consejería genética, una práctica que va tomando notoriedad, teniendo en cuenta que se han descubierto más genes relacionados con el cáncer de mama. Al contar con esta especialidad, se puede ayudar a las pacientes en su proceso y a quienes aún no lo padecen, pero que si tienen ese daño genético, con el fin de tomar precauciones y disminuir el riesgo de padecerlo.
Con respecto a los tratamientos que se adelantan en la actualidad, cuando la ‘sombra’ del Covid-19 es permanente, el doctor Luis Fernando Viaña aclara que todo será similar a lo que se venía realizando, obviamente con mayor protección en la inmunidad del paciente, es decir, aquellas personas que se ven afectadas en la disminución de defensas durante el proceso, ahora tendrán medicamentos adicionales que le den ese refuerzo.
La quimioterapias probablemente no experimenten cambios, aunque no se dice lo mismo de las radioterapias, las cuales ya se efectúan en pocos ciclos, indica el profesional, toda vez que este proceso cuenta con ventajas, se pasó de hacer de 25 a 30 sesiones a sólo cinco. Con respecto a la cirugía, advierte que se trabaja también en acortar esos tiempos de quirófano.
Cliniseno del Caribe se ha consolidado en Cartagena y la región como un centro especializado en diagnóstico y tratamiento del cáncer de mama, por tanto cuenta con los medios para empezar oportunamente los procesos y enfocarlos de manera multidisciplinaria, para cumplir con las expectativas finales.
Las medidas de bioseguridad están tomadas, Cliniseno del Caribe cumple con la normatividad establecida por las autoridades de salud en el país y el resto del mundo para enfrentar la pandemia, por tanto el temor debe ser reemplazado por cuidado, indica el doctor Luis Fernando Viaña.
El manejo del cáncer nunca se detuvo en este centro especializado y el personal que allí labora mantuvo su compromiso, su receso obedeció a sólo 15 días mientras se adecuó la consulta, sin embargo tras esta eventualidad, volvió la atención con una visión general de la seguridad de los pacientes.
Los testimonios son en buena medida una carta de presentación para cualquier entidad, situación que toma mayor notoriedad si la salud está de por medio. Para Orieta Moreno, una profesional de la salud que un día vio como su vida cambiaba notablemente, haber contado con la atención oportuna y humana de Cliniseno del Caribe, fue la parte positiva que dio un final feliz a su proceso.
Rememorando la experiencia, Orieta se traslada en el tiempo y se sitúa exactamente hace 10 años, cuando luego de una rutina laboral llegó a casa y tras un breve descanso con algo de somnolencia, sintió que una voz le advertía que se palpara los senos, al despertar, efectivamente recurrió al auto-examen, que si bien lo practicaba con alguna frecuencia, también carecía de rigor, allí pudo evidenciar una pequeña masita en el cuadrante inferior izquierdo que con mucha preocupación la motivó a consulta médica.
La ecografía fue el paso a seguir y a partir de allí, un proceso con altos y bajos, que a la fecha cuenta con un feliz término en lo que a procedimientos y tratamiento se refiere, no siendo así con los cuidados y vigilancia, porque como lo narra la protagonista de la historia, a partir de allí se encienden las alertas.
Con un concepto más especializado que el inicial, recibió la orden de una mamografía que confirmaría el diagnóstico, acompañado obviamente del temor que de inmediato embarga, sólo que en esta oportunidad la calidez humana del doctor Antonio Herazo le hizo ver el camino con claridad y esperanza, además de indicarle que la premura en estos casos es fundamental.
“Un tumor cancerígeno”, tres palabras que aterran, sin embargo no serían paralizantes para actuar y así lo hizo Orieta, quien empezaba un proceso que la llevaría a un recorrido desconocido hasta entonces, justamente en un momento de realización familiar y profesional que le brindaba tranquilidad.
Los cuestionamientos no faltan, indica Orieta, pero no había tiempo para sentarse a pensar, de otra parte sus colegas se unieron para brindarle apoyo y asesoría, es así como aparece Cliniseno del Caribe y el doctor Luis Fernando Viaña, una recomendación que resultó ser el mejor punto del proceso que se cumplió allí en su totalidad.
“Llegar a Cliniseno del Caribe, fue como entrar a un remanso de paz, donde se habla el mejor idioma para tratar el cáncer y con un personal idóneo que brinda la luz y esperanza que se necesita en un momento crucial, fue un paracaídas en medio de la incertidumbre que es la enfermedad”, advierte Orieta, quien encontró en Catherine Zúñiga, la secretaria, una atención que acoge con amistad.
La calidad humana es el factor predominante en este lugar liderado por el doctor Viaña y su equipo, quien desde un primer contacto con la paciente, deja ver que el acompañamiento será permanente y atendiendo cada uno de los aspectos que rodean un tratamiento por cáncer.
Orieta fue obediente en todo lo que suponía el tratamiento, se sometió a la cirugía que en su momento fue lo más conservadora posible por la detección temprana del caso, sin embargo, tras la radioterapia el seno sufrió daños más por la fisiología de la paciente, pero una vez se constató que no existía riesgo de recidiva, se procedió a una mastectomía total con fines preventivos, y la reconstrucción mamaria, cirugía a cargo de los doctores Viaña y Carmen Judy Herrera.
La fortuna de una curación total, se vio reflejada en esta mujer y su familia cuatro años después, cuando sin proponérselo quedó embarazada, condición que recibió el apoyo médico y el monitoreo correspondiente para llevarlo a feliz término, teniendo en cuenta un posible riesgo.
El tiempo se ha encargado de encausar la vida de Orieta nuevamente y con el acompañamiento permanente de Cliniseno del Caribe que ahora se traduce en controles rutinarios, refuerza su espiritualidad pensando que Dios siempre ha estado a su lado, le dio una hija y la felicidad de saber que fue una persona importante para sus médicos, que incondicionalmente pusieron a su disposición su sabiduría y servicio.
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