Al menos 38 personas murieron esta noche en una estampida durante el festival religioso Lag B’Omer en el Mount Meron, en Galilea, al norte de Israel.
Según los datos oficiales facilitados por el servicio de emergencias Magen David Adom, equivalente a la Cruz Roja, más de cien personas habrían resultado heridas de gravedad, decenas en estado crítico y otras 38 habrían perdido la vida.
El Ejército israelí se desplazó para ayudar en la evacuación de heridos y proporcionar «tratamiento médico» sobre el terreno instalando un hospital de campaña en el recinto tras uno de los incidentes más trágicos de la historia reciente de Israel.
El suceso de tal magnitud provocó la reacción del primer ministro Benjamin Netanyahu que en un comunicado describió la escena como un «gran desastre», agregando que «todos estamos rezando por el bienestar de las víctimas».
Se desconoce aún la causa exacta que causó el accidente. Podría haber sido por un escenario que se derrumbó, a lo que se habría añadido la aglomeración de gente en el área, concretó a Efe un portavoz del servicio de emergencias israelí United Hatzalah.
«Nuestros voluntarios en la zona explican que hubo un colapso debido al hacinamiento y las personas se cayeron unas encima de otras», lo que provocó que muchos «huyeran del lugar» y se encontraran en una situación de mayor saturación, agregó.
Decenas de miles de judíos ultraortodoxos se habían reunido en la tumba del sabio rabino Shimon Bar Yochai del siglo II para las conmemoraciones anuales que incluyen oración y danza durante toda la noche. Es uno de los espectáculos más multitudinarios en Israel y este año era especialmente esperado por los fieles tras el rápido programa de vacunación de la covid-19 de Israel vacunando completamente a más de la mitad de su población. La tumba se considera uno de los lugares más sagrados del mundo judío y es un lugar de peregrinaje anual.
Algunos videos publicados en las redes sociales muestran escenas caóticas en que los ultraortodoxos trepan por huecos entre láminas de hierro corrugado roto para escapar del embotellamiento humano, mientras la policía, ejército y los sanitarios intentan llegar hasta los heridos.
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