Si todo transcurre tal y como ha transcurrido hasta ahora, con consenso, en pocos meses las trabajadoras del Ayuntamiento de Girona dispondrán de un permiso menstrual de ocho horas al mes. Impulsada por la Intersindical, la mesa de negociación aprobó el pasado viernes esta propuesta en presencia de los cinco sindicatos que componen la mesa, junto con la regidora de Hacienda y Régimen Interior, Maria Àngels Planas, así como varias técnicas de Recursos Humanos.
Según el texto, las trabajadoras dispondrán de hasta ocho horas al mes para no ir al trabajo si sienten molestias, que podrán distribuir en una jornada o repartirlas en más de un día. El permiso menstrual no se tramitará como una baja laboral y las horas deberán recuperase antes de tres meses.
Las trabajadoras dispondrán de ocho horas al mes para no ir al trabajo si sienten molestias. No se tramitará una baja laboral y las horas deberán recuperase antes de tres meses
“Estamos contentas porque estamos poniendo sobre la mesa un tema que siempre ha sido tabú”, indica Èrika Andreu, miembro de la Intersindical en este ayuntamiento. “Esperamos que este permiso pueda extenderse a todos los centros de trabajo para que la conciliación laboral y la salud de las mujeres sean una realidad”, añade.
Andreu destaca que este permiso no está concebido para enfermedades asociadas a la menstruación, como la dismenorrea y la endometriosis, sino a molestias que impiden llevara a cabo un ritmo habitual, como en días en los que empezarías dos horas más tarde o acabarías antes. Para las enfermedades, recuerda, existen las bajas laborales.
La Intersindical propuso al resto de sindicatos este permiso y encontró consenso. El viernes lo trasladó a la dirección del Ayuntamiento, donde también halló una buena acogida. El próximo trámite es el pleno municipal, que se celebrará en junio, “al de mayo no llegamos”, indica Andreu. Considera que la propuesta podría aprobarse sin problemas, “aunque estas cosas nunca se saben, pero por ahora la acogida que hemos encontrado es excelente”. Posteriormente, será necesario una modificación en el convenio laboral, “un trámite relativamente rápido, por lo que antes de que acabe el verano, el permiso podría estar funcionando”.
Èrika Andreu explica que a la hora de presentar la propuesta buscaron iniciativas similares y no encontraron ninguna en Catalunya ni tampoco en el Estado español.
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