La defensa de los líderes independentistas encarcelados Jordi Sànchez, Josep Rull y Jordi Turull tiene previsto remitir un escrito al Tribunal Supremo en el que reclama al alto tribunal que agilice el informe que debe remitir al Gobierno sobre la idoneidad o no de concederles los respectivos indultos.
Fuentes de la defensa han señalado que el escrito aún no ha sido presentado y que aún se están ultimando algunos detalles del mismo, por lo que podría ser que se remitiera este viernes o el próximo lunes, sin embargo quiere poner de relieve que la petición de esta medida de gracia se presentó hace un año y que la Fiscalía ya habría presentado un informe desfavorable, un informe que los representantes legales de los reos reclaman que se les haga llegar “en la mayor brevedad posible” porque sólo han podido saber de él a través de los medios de comunicación, denuncian.
Insta al Supremo a que “proceda a emitir el correspondiente informe sobre la idoneidad de conceder el indulto, dando el máximo impulso procesal a su tramitación”
La defensa insta al Supremo a que “proceda a emitir el correspondiente informe sobre la idoneidad de conceder el indulto interesado, dando el máximo impulso procesal a su tramitación”, y junto al informe de la Fiscalía también reclama que la Abogacía del Estado emita el suyo “con carácter inmediato”.
La reclamación de la defensa de los tres dirigentes llega al día siguiente de conocerse que las juntas de tratamiento de las cárceles catalanas donde cumplen pena los condenados hayan vuelto a proponer el tercer grado para todos los presos del ‘procés’. De esta forma, abogan por que los presos independentistas vuelvan a salir en libertad durante el día y los fines de semana y regresen a la cárcel solo a dormir.
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Antes, a finales de diciembre, la Fiscalía emitió su informe sobre los indultos, en el que tal y como publicó La Vanguardia, se oponía a su concesión al «no apreciarse razones de justicia, equidad o utilidad pública que autoricen su concesión». Además, en el escrito advertía de que la medida de gracia no está prevista para «satisfacer intereses políticos coyunturales», y que no puede concederse de manera arbitraria y general «ante la mera discrepancia con el tenor de la sentencia o la pura conveniencia de una situación política global».
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