Los fondos europeos no salvarán a la Sanidad española de la crisis post Covid-19, según se ha podido interpretar a partir del análisis realizado por la consultora especializada IQVIA y cuyo título es ‘12 meses de Covid-19: aprendizajes y retos futuros’.
Con esta iniciativa, la firma especializada tanto en información de salud, como en mercados farmacéuticos globales y locales, analizó las consecuencias de la pandemia en los pacientes no Covid-19, la marcha de la vacunación en los principales países europeos, los cambios que se llevarán a cabo en la investigación de nuevos medicamentos y las etapas que deberán seguir las naciones hasta lograr posiciones previas a la llegada de la enfermedad global.
La pandemia que no cesa
El SVP y director general de IQVIA para España, Portugal y Turquía, José Luis Fernández, celebró poder contar con voces de gran prestigio en este webinar, con las que, además coincidió al dedicar un sentido homenaje a todos aquellos que perdieron la salud o la vida por culpa de la Covid-19 y también, de manera muy directa, hacia los profesionales sanitarios que supieron salvar a tantos ciudadanos con gran esfuerzo y aún a riesgo de su propia seguridad personal y la de sus familias
Ante una pandemia que sigue su curso, el director general esta entidad refirió casos de infección reportados desde los cinco principales países europeos, con señalamiento de una tercera ola de pandemia que resulta especialmente acusada en España y Reino Unido, en los dos primeros meses de 2021, mientras que en Francia, Italia y Alemania, considera, aún se viven los efectos de una segunda ola que empezó en noviembre de 2020 y que todavía no cesó.
Parsimonia vacunal
Celebró José Luis Fernández que en los últimos días bajara en el país el ritmo de contagios, aunque no dejó olvidar que las cifras de esta tercera ola superaron los picos de contagios habidos en el pasado mes de abril de 2020. Respecto a los programas de vacunación masiva que empezaron en todo el mundo, observa una marcha bastante más lenta de lo esperado en la Unión Europea (UE), aunque confía en que el ritmo de las inoculaciones se acelere en las próximas semanas.
Según las cifras de Fernández, hasta el momento se administraron más de 200 millones de dosis en el planeta, de las cuales 63 millones fueron en Estados Unidos, 18 millones en el Reino Unido, siete millones en Israel y más de tres millones en España, cantidades en número de dosis y no de personas vacunadas, ya que las principales vacunas administradas responden a un régimen de dos por persona, con una separación temporal entre ambas.
Según este ponente, los países que se pusieron a la cabeza en población vacunada suelen tener una extensión geográfica reducida y una baja densidad de población, como ocurre en Israel, Dinamarca y los Emiratos Árabes Unidos (EAU), país este último en el que se emplea la vacuna china Sinopharm.
Todo en una ecuación de la que sale Reino Unido, con muchos ciudadanos ya vacunados, al disponer de un gran volumen de vacunas de la compañía farmacéutica AstraZeneca y la británica Universidad de Oxford. Precisó, por ello, Fernández que los cuatro principales países europeos mantienen un ritmo similar de vacunación, que oscila entorno al 6 por ciento de la población, con, al menos, una de las dos dosis de cada vacuna ya administrada.
Efectos previsibles
Como consecuencia más significativa de la pandemia, el director general de IQVIA señaló la desaparición en el sistema sanitario de los pacientes no Covid-19, con una disminución drástica en España en el número de nuevos diagnósticos por el confinamiento, las restricciones a los movimientos y el miedo al contagio en las consultas, las salas de espera y los desplazamientos.
También pesó, en opinión de Fernández, el criterio médico de no exponer a los ciudadanos a riesgos evitables, junto a medidas positivas contra la pandemia que, secundariamente, repercutieron en la mejoría de algunas enfermedades respiratorias para muchos pacientes. Para expresar esa caída de la actividad asistencial, detalló que, en junio de 2020, un total de 2,4 millones de pacientes de Reino Unido no fueron atendidos en el programa de cribado de cáncer colorrectal.
En otro aspecto, y según quedó recogido en la revista British Journal of Surgery, se suspendieron 28 millones de cirugías programadas a nivel mundial en los primeros meses de pandemia, mientras que, en España, se registraron 620.000 operaciones menos y una bajada de un millón en las altas hospitalarias.
Se estima el tiempo de recuperación de dichas cirugías programadas, y no realizadas, en unas 60 semanas, es decir, más de un año, siempre y cuando el sistema opere al 120 por ciento de su capacidad en todos los hospitales del país.
Nuevas estrategias relacionales
Con toda justicia, razonó Fernández, estos fenómenos descritos se tradujeron en una fuerte reducción de las consultas presenciales, si se tiene en cuenta la encuesta realizada el pasado mes de octubre a oncólogos de la UE, en la que se aplicó un multiplicador del 2 al 4 por ciento en el incremento de las consultas remotas, respecto a etapas previas a la pandemia.
Para el director general de IQVIA, y en provisión de salud, los cambios habidos en la cadena de distribución de medicamentos adolecieron de una fragilidad debida a una excesiva dependencia de potencias como India y China, para el suministro de principios activos de fármacos.
Mientras, otro impacto fue el cambio en el circuito de entrega de medicamentos a los pacientes de VIH y AIB, con enfermedades autoinmunes, en los que se comprobó la eficacia de la doble dispensación en términos de seguridad de unos pacientes a los que se ahorraron muchos desplazamientos a los hospitales. Así fue que la Farmacia Hospitalaria asumió esta medida y la distribución de medicamentos hasta el paciente final, como ejemplo de colaboración entre agentes del mismo sector salud.
Como otra derivada de la no presencialidad, Fernández describió las distorsiones y comunicaciones suspendidas entre los profesionales sanitarios y sus informadores técnicos de salud, esencialmente pertenecientes a la industria farmacéutica, en países con gran tradición de visita médica, como España, Italia y también Estados Unidos, de manera que serán los propios médicos los que dicten la forma en la que querrán ser informados de las últimas novedades respecto a los medicamentos.
Largo camino a recorrer
Distingue Fernández tres etapas que se abren ahora ante el país y su sistema sanitario, con una primera fase de resistencia al virus, cuya salida mantiene la intriga sobre la duración que tendrá la inmunidad de las distintas vacunas, su eficacia ante las distintas variantes que aparecen y la propia evolución de los contagios.
Ello para llegar a otra etapa, de recuperación lenta, que podría alargarse de los seis a los 12 meses, sin dar cabida a la normalización durante 2021. Según este ponente, los sistemas sanitarios, ya agobiados por una deficiente financiación, se enfrentan también a un mayor impacto económico que el que supuso la anterior crisis, de 2008 a 2010.
Todo con el agravante de que, en España, la Covid-19 hizo que se destruyera en tres meses el mismo número de empleos creados en los tres años anteriores a 2020. De ello, extrajo este directivo que la crisis podría prolongarse hasta 2023, a pesar de los muy cuantiosos paquetes de estímulo que prepara la UE.
Sin ceder al pesimismo
Desde esta visión realista de los hechos y las tendencias, el máximo responsable de IQVIA en España apuntó a que habrá mayores dificultades para la aprobación de nuevos fármacos que, en virtud de la innovación, serán cada vez más complejos y potentes, pero también resultarán más costosos para los sistemas sanitarios.
Ello al sumarse, además, nuevos requisitos de evidencia de valor de las terapias a lo largo de todo el ciclo de los productos. Para cerrar en positivo, Fernández aseguró que el país tiene la oportunidad de usar juiciosamente toda la información clínica y de salud que acumula para mejorar tanto la atención sanitaria como las decisiones médicas.
Todo a la vez que España puede explotar aún más su potencial de ensayos clínicos y atraer más innovación terapéutica, que también es fuente de riqueza para la población, algo que podría ser factible durante la tercera fase prevista por IQVIA, que intituló como de renovación.
Avalancha de morbimortalidad
Como parte del equipo ejecutivo de IQVIA, también participó en este webinar su director senior de Offering, Data Supply y servicios al cliente, Miguel Martínez Jorge, que lo hizo especialmente para ratificar el hecho de que haber reducido en un 17 por ciento los diagnósticos durante la pandemia traerá una rémora de morbimortalidad en patología oncológica y por insuficiencia cardiaca.
Todo al ser de temer una mayor carga de enfermedad en la población, que presentará formas más graves de patología por haberse retrasado los tratamientos. En lo tocante a mejoras debidas a la pandemia y su consecuente reorganización de la Sanidad, Miguel Martínez Jorge augura que el seguimiento de los pacientes se realizará por distintos canales, en vez de recurrir en exclusiva a la comunicación presencial, como ocurría antes.
Éxito de la vacunación colectiva
Martínez Jorge también augura que habrá lugar para un modelo mixto de dispensación entre las Farmacias Hospitalarias y Comunitarias porque se dan todas las circunstancias favorables para una colaboración más estrecha. Además, destacó el éxito de las vacunas, desde todos los puntos de vista, con especial protagonismo para las compañías responsables de su desarrollo y comercialización.
También ayudó a moderar las intervenciones la Principal Consulting de IQVIA, Laia Aguilar, quien destacó que la parte digital del sistema asistencial dio un salto cualitativo y cuantitativo, al pasar del 8 al 48 por ciento en el primer año de pandemia.
Una curva de vértigo
El director gerente del barcelonés Consorcio Sanitario del Maresme / Hospital de Mataró, el doctor Ramon Cunillera Grañó, rememoró las tres olas de la Covid-19, en las que la primera mostró una curva de incidencia verdaderamente brutal, junto a efectos también muy importantes en las oleadas posteriores, aunque no supusieron cesar la actividad en los bloques quirúrgicos, y de manera especial en la tercera.
Desde el punto de vista de este ponente, el miedo actuó para que cesara casi toda la actividad no Covid-19, por lo es esperable que los pacientes empiecen a aflorar de manera creciente, al ser acuciante también la necesidad de recuperar las pautas de detección precoz.
Frente a una hipotética cuarta oleada provocada por el SARS-CoV-2, Ramon Cunillera Grañó augura que vendrá acompañada por los pacientes no Covid-19, en un contexto en el que la capacidad asistencial será la misma que hasta ahora. Para el también presidente de la Societat Catalana de Gestió Sanitaria (SCGS), la pandemia llegó para cambiar los canales de relación existentes entre los distintos agentes del sector sanitario, por lo que urge a todos generar nuevos mensajes.
Aprender a ser más ágiles
En palabras de Cunillera Grañó, la pandemia nos dejó a todos desnudos ante una nueva realidad, con una fuerte carga de aprendizaje para un sistema sanitario ya habitualmente estresado, en el que, sin embargo, quedó claro que el liderazgo diario corresponde a los clínicos, con o sin pandemia, y a pesar de las carencias organizativas.
Dentro de las otras lecciones aprendizas a fuerza de la Covid-19, este gestor sanitario destacó lo reforzado que resultó el colectivo de Enfermería, a juzgar por su buen hacer, dentro de un modelo sanitario que deberá emplear bien el benchmarking para copiar fielmente todo aquello que funcione mejor en Sanidad.
Finalmente, para este gestor asistencial, la vacunación contra la Covid-19 permitirá el trabajo casi normal para todos los profesionales sanitarios, quienes podrán empezar a normalizar unos encuentros que, sin duda, variarán en su motivación y puesta en práctica, al llegar un otoño que cambiará el panorama y en el que las propias sociedades científicas tendrán que activarse para mantener vivas sus líneas de formación e investigación.
Hacia una doble dispensación
La presidenta de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), la doctora Olga Delgado, elogió el trabajo desarrollado por las farmacias comunitarias durante la pandemia, por lo que ve la puerta abierta a cimentar este tipo de dinámicas una vez que se produzcan los acuerdos necesarios con los colegios oficiales de Farmacéuticos.
De esta forma, las farmacias pueden ganar peso dentro del Sistema Nacional de Salud (SNS), con seguimiento por parte de los Servicios de Farmacia Hospitalaria en los medicamentos que lo requieran. A ello podrían ayudar, comentó Olga Delgado, experiencias previas realizadas en el terreno de la farmacia rural, igualmente con supervisión desde el hospital.
No actuar desde la inercia
En esta materia, observa Delgado que empieza a ser urgente adoptar medidas homogéneas y no actuar desde la inercia, dado que el manejo del tiempo fue otro de los aprendizajes adquiridos durante la pandemia. La también jefa del Servicio de Farmacia del Hospital Son Espases de Palma de Mallorca declaró que la relación con la industria, tan frecuente antes de la pandemia, cesó abruptamente con la llegada del patógeno.
Pide esta ponente a las compañías que actúen en mayor medida como aliadas del SNS una vez que se normalice la situación, dentro de una transición ya iniciada de suministradores de productos a proveedores de servicios, con funciones líderes en proyectos de salud.
Volver a lo presencial
Para Delgado, las Gerencias asistenciales y las sociedades de pacientes deben sumarse a las plataformas de comunicación, de las que se pueden obtener paquetes de registros de experiencia de pacientes para tener esta información estructurada y disponible para diversas finalidades que mejoren la atención al ciudadano, mientras que, en otro aspecto, echa de menos la presencialidad en lo que respecta a la docencia, la investigación y el trato con los pacientes.
Tecnología y Sanidad
Seguidamente, el jefe de Medicamentos de Uso Humano de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), el doctor César Hernández, aseveró que la tecnología entró con tanta fuerza en la Sanidad como ya lo había hecho en otras muchas facetas de la vida.
Todo dentro de una corriente que, además, se vio acelerada por la Covid-19, al precipitar unos componentes que ya estaban allí, esperando. Para César Hernández, la prestación sanitaria y la farmacéutica se tienen que adaptar con celeridad a la digitalización, a la vez que la propia Agencia tendrá que dinamizar sus formas de ofrecer la información que genera para el público y el mercado.
Se muestra confiado Hernández, en ese sentido, en que la regulación se adaptará a la nueva realidad al igual que lo harán los ensayos clínicos y las nuevas formas de monitorización, en línea, aseguró, con los datos del mundo real en Medicina (RWD) y de la evidencia del mundo real también en los espacios clínicos (RWE), que pronto serán reglamentados desde la autoridad comunitaria de la UE.
Una prestación diferente
Si embargo, este directivo de la AEMPS no alberga muchas esperanzas de que el sistema autonómico vaya a dejar de funcionar como lo venía haciendo, a pesar de que hay innegables aspectos de mejora en lo tocante a la prestación farmacéutica.
Según la intervención de Hernández, la Administración trabaja para cerrar el círculos en dicha prestación, con la debida aportación de información y con la vista puesta a que no se den casos de iatrogenia relacionada con la medicación de los ciudadanos.
De la misma forma, ve este ponente terreno libre para optimizar la investigación a través de los ensayos clínicos, en virtud de la transformación electrónica y la digitalización de las consultas, en un tiempo en el que la figura de las organizaciones de investigación por contrato, o CRO, se encuentran en la encrucijada, y a la vez que también surgen dudas sobre el futuro de la asistencia de los delegados de las compañías cada mañana a los hospitales.
Emocionante aprobación de vacunas
En palabras del segundo de abordo en la AEMPS, la aprobación de las vacunas contra la Covid-19 fue hasta emocionante, al llegar para cubrir una necesidad de salud no cubierta y al haber generado una tecnología de ARN mensajero que, sin duda, ayudará al desarrollo de otros tipos de nuevos medicamentos, además de haber sido posible generar conocimiento y evaluar, en tiempo casi real, lo que ocurre en la terapéutica.
De esta manera, será posible tener una industria de mRNA durmiente, pero con capacidad para actuar deprisa frente a otras pandemias que puedan surgir. Sin embargo, y respecto a cierto artículo sobre la compañía BioNTech, Hernández considera que es preferible evitar las tensiones que a veces despiertan algunos artículos pre-print.
Desdoblar circuitos
El jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid y presidente de la Asociación Española de Investigación sobre el Cáncer (ASEICA), el doctor Luis Paz-Ares, recordó que la crisis sanitaria de raíz infecciosa motivó la creación de circuitos específicos para los pacientes de la Covid-19.
Dentro de los impactos debidos a la pandemia, destacó Luis Paz-Ares un desplome del 21 por ciento en los diagnósticos esperables en un año normal, porcentaje que llegó al 60 por ciento en algunos territorios en momentos puntuales del año pasado. Según sus cálculos, ese retroceso diagnóstico puede llegar al 30 por ciento, si se suma el 5 por ciento de caída natural cada año, una vez descontados los de 2020 y lo que va de 2021.
En el platillo positivo de la balanza, Paz-Ares señaló que la pandemia no logró interrumpir los tratamientos de quimioterapia e inmunoterapia ya iniciados previamente, al igual que se recurrió a servicios de mensajería (courier) y al teléfono para informar a los pacientes con tratamiento activo.
Telemedicina de andar por casa
Este oncólogo admite que, más que telemedicina, los clínicos se vieron obligados a realizar unas comunicaciones con sus pacientes esencialmente telefónicas, con cierto aire casero, aunque sí ve cauce para fomentar la atención remota de una forma más ordenada, a partir de las experiencias vividas.
Es posible realizar buena parte de las consultas de seguimiento, o follow up, y comentar también a distancia los resultados de los TAC y las analíticas, además de las revisiones establecidas a los entre dos y tres meses. En ese sentido, razona Paz-Ares que únicamente el 10 por ciento de las consultas precisan inexcusablemente la presencia física del paciente y el médico. También, asume que será necesario cambiar los procedimientos normalizados de trabajo (PNT) en la investigación oncológica.
Redes de ventas amenazadas
Desde su dimensión como también profesor titular de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y jefe de la Unidad de Cáncer de Pulmón del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO ), lamenta que las relaciones con la microindustria tendieran a cero durante la pandemia, por lo que vaticina un futuro incierto para los delegados o visitadores de las compañías.
Apuesta este oncólogo por un horizonte de apoyo al paciente a través de la tecnología, con la esperanza de que también se pueda volver, en alguna medida, a los encuentros presenciales entre profesionales asistenciales, aunque, no obstante, también estima que es coste eficiente no viajar tanto como antes.
Mientras, para los seminarios y reuniones online, Paz-Ares pide disciplina a todos, para vencer la tentación de consultar el móvil a cada instante. Finalmente, y como última duda, se preguntó si el hospital al que representa podrá mantener viva la formación que se realiza desde hace 30 años para los Médicos Internos Residentes (MIR) que acaban su residencia.
Soledad en el frente
Finalmente, el director general de la compañía de distribución farmacéutica Cofares, José Luis Sanz, puso en valor el esfuerzo realizado por las farmacias comunitarias durante la pandemia, especialmente cuando hubo una semana de la primera ola en la que sus profesionales fueron los únicos agentes de salud a disposición de la población.
Este es un hecho que, por sí mismo, debería mover a ver reforzado su rol asistencial, aunque todavía no fuera posible por un exceso de reglamentaciones normativas y por la falta de protocolos adecuados, mientras que, por otro lado, hay sobrada tecnología para permitir al sector hacer mucho más de lo mucho que hizo hasta ahora.
Por una dispensación mixta
En palabras de José Luis Sanz, hay que contemplar la dispensación de medicamentos como un acto sanitario y no como una mera dispensación o delivery, ya que da por hecho que las farmacias tienen competencia sanitaria acreditada para ir más allá en sus prestaciones.
Se muestra partidario Sanz de adoptar modelos inclusivos y mixtos en los que convivan la esfera hospitalaria y comunitaria en la prestación farmacéutica, dado que los profesionales desean fervientemente colaborar, antes, durante y después de la pandemia de la Covid-19, sin que haya lugar, ruega, a las exclusiones inmotivadas.
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