Tengo en la memoria esa clase de la señorita Mercedes -ese era el tratamiento de cortesía para nombrar a las profesoras del colegio jesuita en mi primaria- explicándonos la teoría de los conjuntos en la temida asignatura de Matemáticas. Años más tarde, en clase de Estadística en la universidad, el profesor Carlos Saúl Pérez intentó hacernos entender a un grupo de estudiantes de Comunicación Social por qué razón era importante establecer adecuadamente un comparativo.
Uno de los principales recursos narrativos a los que acuden los gobiernos en funciones, ante los hechos que amenazan su credibilidad, es compararse con su inmediato antecesor, y si este es del ‘contrario’, las cifras se usan al acomodo de quien tiene el poder para distorsionar lo que es evidente. Ante la violenta arremetida de grupos armados en el país, que significó el aumento de las tenebrosas masacres las cuales, según Indepaz le han costado la vida a cerca de 200 personas en 46 hechos de este tipo (la ONU registra 33) en lo que va corrido del año, uno de esos genios que rodean al señor presidente Duque le sugirió -tal vez- salir a presentar a la opinión pública que en su mandato de apenas dos años han ocurrido menos actos violentos que en el anterior (duró ocho años).
El brillante asesor pasó por alto el viejo principio, que creo aún enseñan en primaria, de no comparar peras con manzanas. Si esta obviedad fuera un inocente error de percepción, debido quizás a la inmediatez, pues vaya y venga, pero decir además que las masacres no se llaman así porque, al contrario de lo que organismos internacionales sí reconocen, son ‘homicidios colectivos’, resulta un insulto con las víctimas, sus familias y con una ciudadanía que reclama un Gobierno que entregue más resultados y ponga menos el espejo retrovisor.
Su narrativa, igual que su partido, ha pretendido constituir una ‘nuevalengua’, como la de Orwell en 1984, cuyo propósito era “proporcionar un medio de expresión a la visión del mundo y los hábitos mentales de los devotos del Socing, sino que fuese imposible cualquier otro modo de pensar”.
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