Según reportes de la Organización Mundial de la Salud cada año aumentan las cifras de mujeres con cáncer de mama. Convertirse en guerreras y no víctimas es una premisa para aquellas féminas que se enfrentan a la triste noticia de padecer esta enfermedad.
En Cuba el cáncer de mama constituye la segunda causa de mortalidad general, la de mayor impacto en la esperanza de vida al nacer y la primera en años de vida potencialmente perdidos, por lo que el país desarrolla estrategias para su detección precoz y mejorar la calidad de vida de las pacientes.
En el Centro Oncológico Territorial de Holguín se diagnostican cada año entre 300 y 320 nuevos casos, pacientes que son atendidos en consultas de clasificación, control y seguimiento.
La técnica quirúrgica para el cáncer de mama varía en función del tipo de lesión y su extensión. A pesar de que la biopsia del ganglio linfático centinela reduce de forma significativa la incidencia de linfedema, hasta una disección mínima de ganglios linfáticos supone un riesgo.
La mastectomía es la técnica más utilizada, lo que trae consigo posibilidades de provocar deficiencias físicas para la fuerza muscular, movilidad, amplitud articular, trastornos posturales y circulatorios, todo esto se presenta a nivel del miembro comprometido; provocado en su mayoría por adherencias, fibrosis y retracción ligamentosa.
El linfedema es una complicación postquirúrgica que produce un edema progresivo del tejido blando subcutáneo debido a la acumulación de linfa, por una insuficiencia mecánica del sistema linfático vascular que provoca una obstrucción del drenaje linfático normal a la sangre. Por lo general se desarrolla dentro de los dos primeros años después del tratamiento de cáncer de mama, en el 28-29% de los casos acontece entre el primer mes y el segundo año tras la cirugía.
En el ámbito de la rehabilitación como especialidad médica la aplicación del tratamiento protocolizado se dirige a regularizar la práctica rehabilitadora, reúne la evidencia científica en el tema con los resultados y experiencias de trabajo en la institución donde se aplica y evalúa los resultados de la rehabilitación física de las mujeres mastectomizadas; lo cual genera impacto económico, reducción de los costos en la asistencia médica y traduce mejoría de la calidad de vida en las mismas.
El Dr. José Antonio Rojas Rodríguez, Especialista de 1er grado en Medicina Física y Rehabilitación y Profesor Instructor del Hospital Clínico Quirúrgico Lucía Íñiguez Landín, en su tesis de investigación para optar por el título de especialista realizó una evaluación de un protocolo de rehabilitación para pacientes mastectomizadas por cáncer de mama.
Mediante un estudio cuasi-experimental de 34 pacientes seleccionadas por muestreo aleatorio, en el servicio de rehabilitación del Hospital Vladimir Ilich Lenin de Holguín, se aplicó tratamiento rehabilitador protocolizado, con evaluación inicial y a las 20 sesiones se efectuó el análisis estadístico para establecer la efectividad de la intervención.
Rojas Rodríguez explicó que para este estudio se aplicó un protocolo de tratamiento rehabilitador integral del linfedema basado en la Terapia Descongestiva Compleja (TDC) ejecutada en dos fases: la fase de tratamiento, compuesta por drenaje linfático manual, vendaje, ejercicios para la movilidad y educación terapéutica relacionada con las normas higiénico-dietéticas y la fase de mantenimiento para conservar y optimizar los resultados obtenidos en la primera fase. Las variables utilizadas para este estudio fueron: la perimetría, consistencia del linfedema, limitación de la movilidad articular y la fuerza muscular.
En la población estudiada los resultados mostraron que el protocolo de tratamiento rehabilitador reduce el linfedema y resulta efectivo para la recuperación de los movimientos de flexión y abducción y la mejoría de la fuerza muscular del hombro ipsilateral a la cirugía.
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