Una máscara N95 de alta tecnología para COVID-19, tiene hasta luz

¿Hasta dónde llegarán los inventos y experimentos para hacer más atractivas las mascarillas? Mientras estas sigan siendo necesarias para protegernos del coronavirus, las empresas no parecen destinadas a escatimar en recursos para conseguir desarrollar la más innovadora. Y si no, que se lo digan a la compañía de juegos de estilo de vida Razer, que ha diseñado una de alta tecnología.

Se trata de una mascarilla N95, creada para aportar elegancia y futurismo a la protección contra el coronavirus. Para ello, ha utilizado todo tipo de recursos de hardware y tecnología punta para añadir a la mascarilla facial múltiples accesorios que la hacen especial.

Con inteligencia digital, dentro de un diseño conceptual del Proyecto Hazel, se ha logrado crear una mascarilla contra la COVID-19 bastante revolucionaria, aunque no es la primera que apuesta por algo similar ni será la única. Sí se puede asegurar que una vez se lance al mercado no será nada asequible.

Las características de la mascarilla

Razer ha añadido a lo que sería, en principio, una mascarilla normal, diversos atractivos que le hacen presentar un diseño de lo más especial. Para empezar, tiene una ventilación activa y esterilización automática.

Con unos filtros reemplazables y ventiladores recargables en las cápsulas, la idea es que también sea sostenible. Para ello, dispone de un estuche que puede ser cargado de manera inalámbrica y un esterilizador UV.

También cuenta con silicona en los bordes, que permiten un sello hermético, y unas orejeras ajustables. Así se ajusta también la cantidad de aire que entra. Tiene varios tamaños y en la parte delantera hay una zona transparente para que se vea la boca.

Para facilitar que ese movimiento de la boca al hablar sea visto, y para añadir futurismo y estética, Razer ha optado por colocar unos LED internos, que emiten la luz suficiente como para que la boca sea visible cuando haya poca luminosidad. También hay LED en las cápsulas, que indican el estado de carga, y precisamente estas cápsulas disponen de unos algoritmos de audio que hacen que el audio suene mejor.