Ciudad de México. – La violencia ginecológica es otra forma de violencia de género, su gravedad radica en que es un agravio normalizado dentro de los servicios médicos, desde abusos a la mujer hasta medicación injustificada y tratos deshumanizados.
De acuerdo con información de Reporte Índigo esto sucede cuando un especialista sobrepasa los límites en la revisión física o las prácticas realizadas por integrantes del equipo de salud que pueden implicar una atención o tratamiento deshumanizado.
La violencia ginecológica es un tema real al cual no se le da la visibilidad que debería tener, donde las mujeres sufren desde comentarios hirientes, machistas y racistas, hasta maltrato en la salud sexual y reproductiva.
La Organización Mundial de la Salud, recomienda que las mujeres deben asistir a los controles ginecológicos por lo menos una vez al año. La prueba del Papanicolau es fundamental para la prevención y detección temprana del cáncer de cuello uterino.
A pesar de la importancia de estos estudios para la salud de la mujer, varias evitan asistir a las consultas ginecológicas, esto se debe principalmente a experiencias desagradables y traumas ocasionados por violencia ginecológica durante las revisiones.
Desde mujeres que asisten a una revisión hasta embarazadas en distintas etapas de la gestación han sido sometidas a diversos tipos de esta violencia de género, tales como:
- Juzgar prácticas sexuales en tono moralizante
- Escuchar comentarios inapropiados de índole sexual referidos a su cuerpo o sus genitales
- Recibir comentarios impertinentes referidos a su físico o vestimenta
- Recibir amenazas por parte del personal que atendió su consulta ginecológica
- Sentirse infantilizadas por el personal al realizar consultas sobre su salud ginecológica
- Realizar tactos inapropiados en la consulta y que le sintieron sentir vulnerada su intimidad
- El personal de salud le realizó procedimientos que le causaron intencionalmente dolor
- Ser víctima de violencia sexual por parte del médico o de algún integrante del equipo médico de salud
- Colocar algún instrumento médico sin tener claridad de qué modo dichos medicamentos pueden tener utilidad en su salud ginecológica
De acuerdo con especialistas, no siempre es intencional, en algunas ocasiones se debe a que el practicante no es experimentado, usando los instrumentos equivocados o usándolos de una manera errónea, resultando en una agresión ginecológica.
Además de que hay algunas preguntas que los ginecólogos y ginecólogas deben hacer para realizar la historia clínica del paciente, las cuales normalmente son consideradas ofensivas, pero son importantes para tener un mejor entendimiento de los estudios realizados; por ejemplo, el número de parejas sexuales que se han tenido.
Gracias a las redes sociales, varias mujeres han decidido expresar su descontento expresando los atropellos que han sufrido de parte sus ginecólogos, incluso varias han descubierto casos similares a los suyos, lo cual les brinda una oportunidad para compartir sus experiencias.
DISTINTOS TESTIMONIOS DE VIOLENCIA GINECOLÓGICA
SIMONINI, GIGENA Y PALADINI pic.twitter.com/trq8BWRfiv— Juntas y Organizadas SP (@JuntasyOrg) December 14, 2018
Esto es violencia. Este ginecólogo debería tener restringida su práctica. https://t.co/Tb9L5BAkqg
— Out of context señora (@ReginaCRV) August 6, 2020
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reconocido que este tipo de maltrato no solo viola el derecho de las mujeres a una atención respetuosa, sino que también puede poner en peligro su derecho a la vida, a la salud, a su integridad física y a no ser objeto de discriminación.
Y condenó el maltrato físico, la humillación y la agresión verbal, los procedimientos médicos coercitivos o no consentidos (incluida la esterilización), la falta de confidencialidad, el hecho de no obtener el consentimiento plenamente informado, la negativa a suministrar medicación contra el dolor, las graves violaciones de la intimidad, la denegación de admisión a los centros de salud, el abandono de las mujeres durante el parto que puede llevarles a sufrir complicaciones evitables y que puede amenazar su vida y la detención de las mujeres y sus hijos recién nacidos en los centros, tras el parto, debido a su incapacidad para hacer frente al pago.
Es importante comenzar a cuestionar todo lo que es considerando “normal”, y denunciar a aquellos que abusan de tu integridad en cualquier sentido, y promover protocolos de atención que sean conocidos por quienes acuden a la consulta, con el fin de fomentar prácticas de denuncia de la violencia ginecológica y obstétrica.
Con información obtenida de Reporte Índigo
GDGL
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