¿La resistencia a los
antibióticos esla próxima
pandemia?.Según estadísticas, el 10% de los antibióticos se consume en hospitales
y el 90% en la comunidad. De ese 100%, del 20 al 50%, no es necesario.El uso excesivo de estos medicamentos los puede volver ineficaces para enfermedades comunes.
¿La resistencia a los
antibióticos esla próxima
pandemia?.Según estadísticas, el 10% de los antibióticos se consume en hospitales
y el 90% en la comunidad. De ese 100%, del 20 al 50%, no es necesario.El uso excesivo de estos medicamentos los puede volver ineficaces para enfermedades comunes.
-
«La única persona preparada para recetar un medicamento es un médico o un odontólogo», aseguró Nora Gagliano
Isabel Fernández|LVSJ
Desde el 18 al 24
de noviembre se conmemora la Semana Mundial de Concientización sobre el Uso de
Antimicrobianos (antibióticos) con el fin de concientizar sobre el fenómeno de
la resistencia a ese tipo de medicamentos, fomentando las mejores prácticas
sanitarias entre el público en general, los trabajadores de la salud y los profesionales
de distintas áreas.
El objetivo es evitar
la aparición y propagación de infecciones resistentes, desde un enfoque
colaborativo, multisectorial y multidisciplinar. La problemática es mundial y
San Francisco no es ajena a esa costumbre de tomar antibióticos sin necesidad y
la mayoría de las veces automedicados.
«La resistencia a
los antibióticos constituye uno de los problemas de salud más graves y
preocupantes del mundo debido a que representa un enorme costo para el paciente
y para el sistema de atención sanitaria», advirtió la presidenta del Colegio de
Farmacéuticos de San Francisco, Nora Gagliano en diálogo con LA VOZ DE SAN
JUSTO.
Recordó que la «única persona preparada para recetar un medicamento es un médico o un
odontólogo». El 99 % de los argentinos se automedica, desconociendo que necesitan receta y
los medicamentos más tomados son los antibióticos y los antigripales.
Un estudio realizado por los Farmacéuticos
Comunitarios de Córdoba (Facor) antes de la pandemia, arrojó que de 266
registros de una prueba piloto, el 19,2 % de las solicitudes eran sin receta.
Gagliano consideró que se debería «encarar
una campaña conjunta con el municipio para que la gente tome conciencia sobre
la necesidad de la receta y además sepa como descartar un medicamento vencido.
Si hacemos una encuesta la mayoría asegura que tiró el medicamento vencido
junto con la basura que tira normalmente y eso es contaminante, es un problema
mundial y creo que hay que tomar conciencia sobre el uso racional de los
medicamentos, no solo de los antibióticos».
Recetarlo cuando sea necesario
Pese a que el
desarrollo de la resistencia es un fenómeno natural que surge de la utilización
de los antibióticos se observa una clara asociación con su mayor consumo. Gagliano
explicó que el uso irracional de antibióticos «produce una resistencia, eso
significa que podemos volver a una era pre antibiótica en la que no habrá cura
para ciertas infecciones, ni se puedan llevar a cabo intervenciones quirúrgicas
por el riesgo de infección».
Por eso remarcó
que esta semana, propone «continuar visibilizando la problemática de la
resistencia antimicrobiana, recordando que una utilización prudente y adecuada
de los medicamentos puede hacer una gran diferencia en la salud».
Remarcó que es
importante ser responsable. «Que el antibiótico se recete cuando sea necesario
y tiene que haber una dispensa correcta en la farmacia, solamente se debe
expender con receta. Además hay que educar a la población y explicarle el uso
que tiene el antibiótico que no se puede tomar menos de una semana».
Al mismo tiempo aclaró
que una bacteria se trata con un antibiótico, pero el virus no necesita ese
medicamento. «Un virus a la semana pasa y si se complica se toma un antiviral,
pero la mayoría de las infecciones virósicas no necesitan de medicación, menos
antibióticos», dijo.
Antibióticos en humanos, ríos, animales y plantas
La resistencia a
estos medicamentos incluye un abanico cada vez más amplio de productos,
provocando que infecciones comunes sean progresivamente más difíciles de
tratar. El uso excesivo e indebido de medicamentos en los seres humanos,
animales y plantas, así como el acceso deficiente al agua potable, el
saneamiento y la higiene, sigue generando el desarrollo de infecciones
resistentes, prescripción médica deficiente y el incumplimiento de los
tratamientos.
Gagliano aseguró
que es «amenazante el creciente uso de antibióticos en animales y alimentos con
el fin de tratar infecciones masivamente lo que repercute directamente en la
salud humana y el ecosistema global».
«La disminución
de la inversión para el desarrollo de nuevas moléculas el arsenal terapéutico
de antibióticos será superado por la capacidad adaptativa de las bacterias, por
eso es necesario tomar medidas urgentes para mantener la eficacia de los
antibióticos para las nuevas generaciones», aseguró.
La farmacéutica
manifestó que para esto «es necesario que todo el personal de salud implicado,
médicos, odontólogos, enfermeros, veterinarios, farmacéuticos, pacientes y la
administración pública asumamos parte de nuestra responsabilidad y nos unamos
para evitar el uso irracional de los antibióticos y adoptemos posturas
concretas, integrales y colectivas».
Especialistas piden evitar el uso excesivo de antibióticos
Se usan para criar animales
Informó que últimamente
el uso de antibióticos en animales es mayor que en humanos, el 20% se usa en
forma terapéutica y el 80% de manera profiláctica para promoción del
crecimiento, por ejemplo en el caso de la cría de pollos.
«Ese uso es
altamente cuestionable, porque quizá las personas se cuidan de no consumir
medicamentos, pero si lo que consumimos como alimentos contienen antibióticos
-indicó Gagliano-. Deberíamos organizarnos entre todos para evitar la
resistencia. El problema es que actualmente se quiere todo rápido, que el pollo
crezca más rápido que el tomate, todos son transgénicos y es un problema para
la humanidad».
Advirtió que tanto
los antibióticos como cualquier medicamento «se están convirtiendo en
contaminantes y todavía no se ha estudiado el impacto ambiental que tienen. Hay
ríos y mares que están contaminados con medicamentos, la concentración de
antibióticos que se encuentra en ríos en todo el mundo, excede los niveles
seguros hasta 300 veces».
Frenar la resistencia aún en pandemia
Científicos
advirtieron que la pandemia por covid-19 podría conducir a una aparición y
propagación acelerada de resistencia a los antibióticos. «En la pandemia el
antibiótico que más se utilizó fue la acitromicina que dio muy buenos
resultados y todo con receta médica», dijo Gagliano.
Recordó que para
evitar que se acelere esa resistencia «debemos resaltar la higiene de manos
como una de las medidas más efectivas para reducir la expansión de muchas
infecciones. También el cubrir nuestra nariz y boca con la cara interna del
codo o con pañuelos de papel desechable al toser o estornudar, y utilizar
máscaras protectoras o barbijo siempre que se recomiende».
Isabel Fernández|LVSJ
Desde el 18 al 24
de noviembre se conmemora la Semana Mundial de Concientización sobre el Uso de
Antimicrobianos (antibióticos) con el fin de concientizar sobre el fenómeno de
la resistencia a ese tipo de medicamentos, fomentando las mejores prácticas
sanitarias entre el público en general, los trabajadores de la salud y los profesionales
de distintas áreas.
El objetivo es evitar
la aparición y propagación de infecciones resistentes, desde un enfoque
colaborativo, multisectorial y multidisciplinar. La problemática es mundial y
San Francisco no es ajena a esa costumbre de tomar antibióticos sin necesidad y
la mayoría de las veces automedicados.
«La resistencia a
los antibióticos constituye uno de los problemas de salud más graves y
preocupantes del mundo debido a que representa un enorme costo para el paciente
y para el sistema de atención sanitaria», advirtió la presidenta del Colegio de
Farmacéuticos de San Francisco, Nora Gagliano en diálogo con LA VOZ DE SAN
JUSTO.
Recordó que la «única persona preparada para recetar un medicamento es un médico o un
odontólogo». El 99 % de los argentinos se automedica, desconociendo que necesitan receta y
los medicamentos más tomados son los antibióticos y los antigripales.
Un estudio realizado por los Farmacéuticos
Comunitarios de Córdoba (Facor) antes de la pandemia, arrojó que de 266
registros de una prueba piloto, el 19,2 % de las solicitudes eran sin receta.
Gagliano consideró que se debería «encarar
una campaña conjunta con el municipio para que la gente tome conciencia sobre
la necesidad de la receta y además sepa como descartar un medicamento vencido.
Si hacemos una encuesta la mayoría asegura que tiró el medicamento vencido
junto con la basura que tira normalmente y eso es contaminante, es un problema
mundial y creo que hay que tomar conciencia sobre el uso racional de los
medicamentos, no solo de los antibióticos».
Recetarlo cuando sea necesario
Pese a que el
desarrollo de la resistencia es un fenómeno natural que surge de la utilización
de los antibióticos se observa una clara asociación con su mayor consumo. Gagliano
explicó que el uso irracional de antibióticos «produce una resistencia, eso
significa que podemos volver a una era pre antibiótica en la que no habrá cura
para ciertas infecciones, ni se puedan llevar a cabo intervenciones quirúrgicas
por el riesgo de infección».
Por eso remarcó
que esta semana, propone «continuar visibilizando la problemática de la
resistencia antimicrobiana, recordando que una utilización prudente y adecuada
de los medicamentos puede hacer una gran diferencia en la salud».
Remarcó que es
importante ser responsable. «Que el antibiótico se recete cuando sea necesario
y tiene que haber una dispensa correcta en la farmacia, solamente se debe
expender con receta. Además hay que educar a la población y explicarle el uso
que tiene el antibiótico que no se puede tomar menos de una semana».
Al mismo tiempo aclaró
que una bacteria se trata con un antibiótico, pero el virus no necesita ese
medicamento. «Un virus a la semana pasa y si se complica se toma un antiviral,
pero la mayoría de las infecciones virósicas no necesitan de medicación, menos
antibióticos», dijo.
Antibióticos en humanos, ríos, animales y plantas
La resistencia a
estos medicamentos incluye un abanico cada vez más amplio de productos,
provocando que infecciones comunes sean progresivamente más difíciles de
tratar. El uso excesivo e indebido de medicamentos en los seres humanos,
animales y plantas, así como el acceso deficiente al agua potable, el
saneamiento y la higiene, sigue generando el desarrollo de infecciones
resistentes, prescripción médica deficiente y el incumplimiento de los
tratamientos.
Gagliano aseguró
que es «amenazante el creciente uso de antibióticos en animales y alimentos con
el fin de tratar infecciones masivamente lo que repercute directamente en la
salud humana y el ecosistema global».
«La disminución
de la inversión para el desarrollo de nuevas moléculas el arsenal terapéutico
de antibióticos será superado por la capacidad adaptativa de las bacterias, por
eso es necesario tomar medidas urgentes para mantener la eficacia de los
antibióticos para las nuevas generaciones», aseguró.
La farmacéutica
manifestó que para esto «es necesario que todo el personal de salud implicado,
médicos, odontólogos, enfermeros, veterinarios, farmacéuticos, pacientes y la
administración pública asumamos parte de nuestra responsabilidad y nos unamos
para evitar el uso irracional de los antibióticos y adoptemos posturas
concretas, integrales y colectivas».
Especialistas piden evitar el uso excesivo de antibióticos
Se usan para criar animales
Informó que últimamente
el uso de antibióticos en animales es mayor que en humanos, el 20% se usa en
forma terapéutica y el 80% de manera profiláctica para promoción del
crecimiento, por ejemplo en el caso de la cría de pollos.
«Ese uso es
altamente cuestionable, porque quizá las personas se cuidan de no consumir
medicamentos, pero si lo que consumimos como alimentos contienen antibióticos
-indicó Gagliano-. Deberíamos organizarnos entre todos para evitar la
resistencia. El problema es que actualmente se quiere todo rápido, que el pollo
crezca más rápido que el tomate, todos son transgénicos y es un problema para
la humanidad».
Advirtió que tanto
los antibióticos como cualquier medicamento «se están convirtiendo en
contaminantes y todavía no se ha estudiado el impacto ambiental que tienen. Hay
ríos y mares que están contaminados con medicamentos, la concentración de
antibióticos que se encuentra en ríos en todo el mundo, excede los niveles
seguros hasta 300 veces».
Frenar la resistencia aún en pandemia
Científicos
advirtieron que la pandemia por covid-19 podría conducir a una aparición y
propagación acelerada de resistencia a los antibióticos. «En la pandemia el
antibiótico que más se utilizó fue la acitromicina que dio muy buenos
resultados y todo con receta médica», dijo Gagliano.
Recordó que para
evitar que se acelere esa resistencia «debemos resaltar la higiene de manos
como una de las medidas más efectivas para reducir la expansión de muchas
infecciones. También el cubrir nuestra nariz y boca con la cara interna del
codo o con pañuelos de papel desechable al toser o estornudar, y utilizar
máscaras protectoras o barbijo siempre que se recomiende».
Crédito: Enlace fuente
Discussion about this post