Cada mes tiene diferentes colores y motivos. Y el azul es el color de noviembre donde nos enfocamos en el diabetes, una enfermedad que afecta a unos 16,8 millones de brasileños.
Aunque 2020 estuvo marcado por COVID-19, somos testigos de avances e innovaciones en tratamiento de diabetes en nuestro país. No puedo evitar llamar la atención sobre ellos.
A principios de año, antes de la pandemia, tuvimos el lanzamiento en farmacias brasileñas de insulina ultrarrápida inhalada. Es una insulina en polvo de rápida absorción, que debe usarse inmediatamente antes de las comidas (o incluso poco después). Debido a que tiene absorción pulmonar después de la inhalación, esta es la insulina más rápida desarrollada hasta la fecha. Es útil contener el aumento de glucosa que se produce con la ingesta de alimentos, y para aquellos pacientes con fobia a las agujas.
Con Covid-19 ya en marcha, vimos la llegada del insulina aspart ultrarrápida. Con aplicación subcutánea convencional, tiene una acción más ligera que las versiones rápidas tradicionales. También se puede utilizar inmediatamente antes o después de las comidas.
Tanto la insulina inhalada como la aspart ultrarrápida pueden ser utilizadas por personas con diabetes tipo 1 y tipo 2 y disminuyen el riesgo de hipoglucemia después de las comidas. No son pocas las personas que sufren hipoglucemias. Investigación realizada en asociación de VER SALUD, Endodebate y Novo Nordisk señalan que cuatro de cada diez pacientes que usan insulina tienen episodios al menos una vez a la semana.
Ahora, hacia finales de año, acabamos de recibir la aprobación de Anvisa para un nuevo medicamento, el semaglutida oral. La semaglutida es originalmente un medicamento inyectable semanal que reduce la glucosa en personas con diabetes tipo 2; además, tiene la gran ventaja de promover la pérdida de peso. La versión oral tiene una acción similar a la inyectable y debe tomarse con el estómago vacío, solo a diario. Todavía no hay un pronóstico de venta en farmacias, pero se especula que estará disponible en el primer trimestre de 2021.
En 2020 también vimos resultados más impresionantes del cirugía bariátrica para tratar a personas con diabetes tipo 2 y obesidad. Los estudios demuestran que el procedimiento aumenta las posibilidades de un buen control glucémico sin necesidad de medicación, así como los beneficios cardíacos y renales, al comparar a los pacientes operados con los que siguieron un tratamiento convencional sin cirugía. Cuando está bien fundada y corroborada por el equipo médico, la indicación de la cirugía puede mejorar la calidad y la esperanza de vida del paciente.
Como siempre enfatizo en esta columna, ninguno de los avances médicos y tecnológicos sustituye a un estilo de vida saludable. Junto con el seguimiento y el tratamiento médico, debemos hacer nuestra parte: comer bien, hacer ejercicio, educarnos e informarnos para controlar mejor la diabetes.
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