Imagina a Martha, una octogenaria que vive de forma independiente y usa una silla de ruedas. Todos los objetos de su casa están catalogados digitalmente; todos los sensores y los dispositivos que controlan los objetos se han habilitado para Internet; y un mapa digital de su casa se ha fusionado con el mapa de objetos. Mientras Martha pasa de su dormitorio a la cocina, las luces se encienden y la temperatura ambiente se ajusta. La silla se ralentizará si su gato se cruza en su camino. Cuando llega a la cocina, la mesa se mueve para mejorar su acceso al refrigerador y la estufa, luego retrocede cuando está lista para comer. Más tarde, si comienza a caerse al meterse en la cama, sus muebles se mueven para protegerla y se envía una alerta a su hijo y a la estación de monitoreo local.
La “computación espacial” en el corazón de esta escena es el siguiente paso en la convergencia en curso de los mundos físico y digital. Hace todo lo que hacen las aplicaciones de realidad virtual y aumentada: digitalizar objetos que se conectan a través de la nube; permitir que los sensores y los motores reaccionen entre sí; y representar digitalmente el mundo real. Luego, combina estas capacidades con mapeo espacial de alta fidelidad para permitir que un “coordinador” de computadora rastree y controle los movimientos e interacciones de los objetos mientras una persona navega por el mundo digital o físico. La computación espacial pronto llevará las interacciones hombre-máquina y máquina-máquina a nuevos niveles de eficiencia en muchos ámbitos de la vida, entre ellos la industria, la atención médica, el transporte y el hogar. Las principales empresas, incluidas Microsoft y Amazon, están fuertemente invertidas en la tecnología.
Como ocurre con la realidad virtual y aumentada, la computación espacial se basa en el concepto de “gemelo digital” familiar del diseño asistido por computadora (CAD). En CAD, los ingenieros crean una representación digital de un objeto. Este gemelo se puede utilizar de diversas formas para imprimir en 3D el objeto, diseñar nuevas versiones del mismo, proporcionar formación virtual sobre él o unirlo con otros objetos digitales para crear mundos virtuales. La computación espacial hace gemelos digitales no solo de objetos sino de personas y ubicaciones, utilizando GPS, lidar (detección de luz y rango), video y otras tecnologías de geolocalización para crear un mapa digital de una habitación, un edificio o una ciudad. Los algoritmos de software integran este mapa digital con datos de sensores y representaciones digitales de objetos y personas para crear un mundo digital que puede ser observado, cuantificado y manipulado y que también puede manipular el mundo real.
En el ámbito médico, considere este escenario futurista: un equipo de paramédicos es enviado a un apartamento en una ciudad para atender a un paciente que podría necesitar una cirugía de emergencia. A medida que el sistema envía los registros médicos del paciente y las actualizaciones en tiempo real a los dispositivos móviles de los técnicos y al departamento de emergencias, también determina la ruta de conducción más rápida para llegar a la persona. Las luces rojas detienen el tráfico que cruza, y cuando la ambulancia se detiene, las puertas de entrada del edificio se abren, revelando un ascensor que ya está en posición. Los objetos se apartan mientras los médicos se apresuran a entrar con su camilla. A medida que el sistema los guía a la sala de emergencias a través de la ruta más rápida, un equipo quirúrgico utiliza la computación espacial y la realidad aumentada para trazar la coreografía de todo el quirófano o planificar una ruta quirúrgica a través del cuerpo de este paciente.
La industria ya ha adoptado la integración de sensores dedicados, gemelos digitales e Internet de las cosas para optimizar la productividad y probablemente será una de las primeras en adoptar la computación espacial. La tecnología puede agregar seguimiento basado en la ubicación a un equipo o una fábrica completa. Al ponerse auriculares de realidad aumentada o al ver una imagen holográfica proyectada que muestra no solo las instrucciones de reparación, sino también un mapa espacial de los componentes de la máquina, los trabajadores pueden ser guiados a través y alrededor de la máquina para arreglarla de la manera más eficiente posible, reduciendo el tiempo de inactividad y costos. O si un técnico estuviera trabajando con una versión de realidad virtual de un verdadero sitio remoto para dirigir varios robots mientras construyen una fábrica, los algoritmos de computación espacial podrían ayudar a optimizar la seguridad, la eficiencia y la calidad del trabajo mejorando, por ejemplo, el coordinación de los robots y selección de las tareas que se les asignen. En un escenario más común, las empresas de comida rápida y minoristas podrían combinar la computación espacial con técnicas estándar de ingeniería industrial (como los análisis de tiempo-movimiento) para mejorar el flujo de trabajo eficiente.
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