Yohana Ramírez, afiliada a la EPS Sanitas, denunció hoy la demora excesiva en la atención que requiere su hija, una niña que se encuentra en situación de discapacidad. Según ella, desde hace dos meses, ha solicitado varias terapias necesarias para sobrellevar la parálisis cerebral que afronta su pequeña y “no he logrado que atiendan mi desesperada petición”.
Recordó que, “a pesar de que tenemos los códigos de autorización para la asistencia a mi hija, no nos están garantizando el servicio. No sé qué hacer”.
Ella no es la única que afronta esta situación. La falta de entrega de medicamentos, la negación de los tratamiento o la falta de agenda disponible son parte de las quejas que han protocolizado los usuarios en estos días, frente a la sede de esta EPS, en Cabecera del Llano.
Vanguardia pudo comprobar que docenas de usuarios hacen filas interminables en la citada sucursal con el fin de exigir mayor celeridad en la asignación de las citas o las consultas.
Incluso, al mediodía, se presentó una protesta frente a las instalaciones de la EPS, liderada por varios usuarios que demandan, cuanto antes, una respuesta concreta a sus requerimientos.
Danny Ochoa, otro de los usuarios afectados por esta preocupante situación, aseguró que él lleva meses reclamando un medicamento fundamental para uno de sus familiares, “y todo ha sido infructuoso”.
Él aseveró que las solicitudes protocolizadas por él se han hecho, vía virtual e incluso de manera presencial, “pero nada he logrado. No vale ni madrugar a hacer fila”.
Las ‘colas’ se vienen padeciendo desde hace más de 15 días en esta EPS y sin respuesta para sus usuarios por parte de la entidad.
Vanguardia se comunicó con la EPS Sanitas para conocer su versión de estas denuncias. Voceros de la entidad nos aseguraron que en próximas horas emitirán un parte oficial en el que ofrecerán una explicación de lo que está sucediendo en Bucaramanga.
Bajos niveles de desatención
Vale recordar que recientemente la Superintendencia Nacional de Salud, Supersalud, presentó un desalentador balance sobre los niveles de quejas por desatención a las EPS. Si bien la insatisfacción de los usuarios es casi una constante dentro del sistema de salud colombiano, el citado ente precisó que el año pasado se superó la cifra del millón de quejas de personas inconformes por la no prestación del servicio.
En total, el ente de vigilancia y control reporto 1’163.026 quejas dirigidas a las entidades promotoras, lo que representó un incremento del 26% frente al mismo periodo del año anterior.
A nivel general, la tercera parte de todas las quejas son clasificadas como ‘riesgo de vida’, ya que los pacientes requieren atención urgente y solicitan la intervención inmediata de la Supersalud, debido a la gravedad del estado de salud de los usuarios.
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