Merecedor recientemente, junto con el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, de la condición de Empresa de Alta Tecnología, el Centro Nacional de Biopreparados (BioCen) tiene un peso fundamental en la salida productiva de los resultados de nuestra industria biofarmacéutica.
El ingeniero José Benito de Armas Rodríguez, director adjunto de la entidad, perteneciente al grupo empresarial BioCubaFarma, refirió a Granma que en sus 28 años de labor la institución ha centrado su misión en la investigación, desarrollo y fabricación de fármacos, vacunas, suplementos, diagnosticadores, reconstituyentes y otros renglones destinados en su mayoría al sistema nacional de Salud.
Dentro de sus productos líderes resalta la Biomodulina-T, un inmunomodulador biológico de origen natural, que es aplicado por vía intramuscular y venosa. Su principal empleo consiste en el tratamiento de infecciones respiratorias a repetición en el adulto mayor, con favorables resultados de eficacia y seguridad demostrada en ensayos clínicos y más de dos décadas de uso en la práctica médica en Cuba.
Tiene acción citorrestauradora y se indica, asimismo, en pacientes aquejados de disfunción inmunológica, sobre todo de tipo celular, asociada al deterioro gradual del sistema inmune provocado por el envejecimiento (el denominado proceso de inmunosenescencia).
Hoy la Biomodulina-T figura en la relación de fármacos contenidos en los protocolos de enfrentamiento a la COVID-19 en grupos vulnerables de la población, en particular adultos mayores, a fin de fortalecerles el sistema inmunológico.
Otros aportes notables del BioCen son el antianémico de origen natural Trofin, y la línea de vacunas Valergen, que propicia el diagnóstico y la inmunoterapia para las alergias respiratorias ocasionadas básicamente por ácaros domésticos.
Según puntualizó el ingeniero Benito de Armas, el centro asume, de igual modo, la producción de un grupo importante de vacunas y fármacos obtenidos en distintas instituciones científicas de BioCubaFarma.
Aparecen en la relación la Vacuna Antihepatitis B recombinante, la Antitetánica, la Vacuna HeberNasvac, Antimeningocócica BC, Vacuna Conjugada Haemophilus influenzae tipo B, Pentavalente líquida contra la difteria, tétanos, tos ferina, hepatitis B y Haemophilus influenzae tipo B, y la Antileptospirócica.
También se incluyen en esa lista el anticuerpo monoclonal Nimotuzumab, la Eritropoyetina humana recombinante, el Heberprot-P, la vacuna terapéutica Cimavax-EGF contra el cáncer de pulmón avanzado de células no pequeñas (el más mortífero y frecuente de los tumores malignos de ese vital órgano), la Estreptoquinasa recombinante, el surfactante pulmonar natural Surfacen y varios de los interferones logrados en Cuba, entre ellos el Alfa 2B Humano Recombinante.
Con la aparición y posterior propagación en Cuba de la COVID-19, el colectivo de trabajadores del BioCen no solo ha garantizado la creciente demanda de los principales productos biotecnológicos cubanos empleados en el enfrentamiento a la pandemia, sino que logró crear en pocos meses un innovador Medio de Transporte para Virus (BTV), destinado a la recolección y traslado de muestras clínicas sospechosas de contener el coronavirus SARS-CoV-2 (agente etiológico de esa enfermedad).
Su introducción contribuye a la adecuada preservación de las mismas, desde el momento de ser tomadas hasta el posterior procesamiento en la red de laboratorios de biología molecular desplegados en el país.
Hace apenas dos semanas, el Centro Nacional de Biopreparados inició el escalado industrial del candidato vacunal Soberana 02, lo cual posibilitará fabricar las dosis requeridas para iniciar próximamente los estudios clínicos Fase III del promisorio producto y los estudios de intervención propuestos por el equipo de investigadores y médicos involucrados en este esfuerzo contra el contagioso virus.
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