En el marco del Día Mundial de la Diabetes, se ha presentado el Informe ‘Valor social de un control estricto y temprano de la diabetes tipo 2 en España’ elaborado por Weber, para Lilly. Un estudio que, como ha matizado Miriam Rubio de Santos, directora médica de Diabetes de Lilly España, el objetivo ha sido el de evaluar los beneficios de conseguir un control de la enfermedad en los 5 años tras el diagnóstico.
Y es que, como han informado, cerca del 7 % de los españoles convive con diabetes tipo 2, una enfermedad que, según los expertos, podría diagnosticarse cada año a cerca de 386.000 personas más. En este sentido, han matizado que un control estricto y temprano de la enfermedad (medido como señalan las guías clínicas como HbA1c <6,5 %) generaría un valor social de hasta 185 millones de euros en España durante los primeros cinco años tras el diagnóstico. Según han especificado, una persona con diabetes controlada puede suponer un ahorro de 2.649 euros en este periodo. Además, según han profundizado, es una enfermedad que podría afectar a la mitad de la población en el año 2040.
La rueda de prensa ha contado con la participación de Álvaro Hidalgo, presidente de la Fundación Weber, que ha informado que para el estudio y poder obtener el impacto económico han analizado las complicaciones, las hospitalizaciones, la calidad de vida y la mortalidad. Y es que “hay una gran diferencia entre los pacientes que tienen un control estricto y los que no”. Y es que mantener un control no estricto implica un coste mayor frente a mantener un control estricto: 16.122 euros frente a 13.473 euros en un periodo de 5 años. Así, la estrategia más eficiente es cogerlo a tiempo y ser ambicioso con el tratamiento.
Según han desarrollado, la diabetes tipo II genera una importante carga para el sistema Nacional de Salud. Como especifica el informe, una persona sin esta patología consume 1.804 euros cada año en recursos directos sanitarios frente a los 3.110 euros de media de una persona con esta enfermedad.
Situación actual de pacientes condiabetes en España
Juan Francisco Perán, presidente de la Federación Española de Diabetes (FEDE), ha incidido en la importancia de una detección precoz y es que “puede provocar daños irreversibles si no se controla”. En este sentido, ha descrito que los pacientes tipo I suelen ser en edades tempranas (30-35 años). En cambio, la prevalencia de tipo II suele ser sobre los 50 años, pero cada vez se adelanta más. Y sobre todo ha recalcado que es una enfermedad silenciosa, por lo que hay que tener especial cuidado y adquirir buenos hábitos.
Según el estudio, casi la mitad de los pacientes muestran un nivel de HbA1c por encima del 6,5 % en el momento del diagnóstico. “La educación diabetológica debe ser personalizada, continuada en el tiempo y de calidad, dado que es clave para conseguir un buen estado de salud y calidad de vida”. Y es que “un paciente que conoce su diabetes es un paciente que pasa desde el autoanálisis al autocontrol de la enfermedad; pasa de ser pasivo a activo para tomar decisiones para tener bajo control la patología”. «Lo que los pacientes quieren es la individualización». Por otro lado, ha reclamado que «hay que reconocer una titulación y un educador en diabetes», ha opinado.
Asimismo, ha advertido en que “cerca de 25.000 personas al año fallecen por diabetes. Y lo más triste es que muchos podrían evitarse fomentando hábitos saludables. Hay que proponer campañas de detección precoz”.
La educación diabetológica es fundamental
El Dr. Francisco Javier Escalada, presidente de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), ha insistido en el factor legado. Además, ha recalcado en que “el problema viene cuando el montante global de la diabetes tipo II cae en la Atención Primaria, que está saturada, así que habrá que hacer cambios”. Estamos en un escenario muy importante, ha opinado. En definitiva, es una enfermedad que hay que controlar y prestar atención porque “la diabetes es multisistémica. Si conseguimos un buen control temprano vamos a evitar muchas cosas”. Por último, también ha insistido en que «no existe el reconocimiento oficial de estos profesionales, por lo que hay que trabajar en ello».
Para acabar, el Dr. Joan Antoni Vallès, farmacólogo clínico del Instituto Catalán de la Salud (ICS), ha resaltado de nuevo que es importante insistir en la clara evidencia de que es necesario tener un control estricto. Y, para ello, ha insistido, el papel del paciente y su familia es fundamental y activo así como la adherencia terapéutica, imprescindible para lograr los objetivos del tratamiento.
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