El descubrimiento no se limita al cáncer de mama, sino que este mecanismo puede ser de utilidad en otros tipos de tumores, como el de colon o el de páncreas, en los cuales hay una fuerte presencia de la molécula TGF-beta, que impide la acción de los linfocitos NK.
Según los investigadores, la investigación revela una conexión entre la terapia convencional del cáncer de mama y la inducción en linfocitos de moléculas activadoras del sistema inmunitario. De esta forma, la disponibilidad de anticuerpos immunoestimuladors que actúan sobre estas moléculas permitirá desarrollar estrategias personalizadas para revertir determinados ambientes tumorales para los cuales la terapia convencional es insuficiente.
El estudio ha recibido financiación de la fundación Worldwide Cancer Research, de la Asociación Española contra el Cáncer y del Fondo de Investigación en Salud del Instituto de Salut Carlos III (ISCIII). En el trabajo también han colaborado investigadores de la Universidad Pompeu Fabra, del CIBER de Càncer (CIBERONC), del Cima y de la Clínica Universidad de Navarra, del IDIBAPS y de los servicios de Oncología Médica y de Anatomía Patológica del Hospital del Mar.
Crédito: Enlace fuente
Comentarios recientes