El afán inversor de las empresas chilenas en torno a la tecnología sigue su curso a pesar de la incertidumbre económica
El contexto de incertidumbre económica a nivel mundial no está siendo un obstáculo. Según los datos manejados por la consultora International Data Corporation (IDC), las inversiones realizadas por las empresas chilenas en el sector de las tecnologías de la información (TI) cerrarán el curso conservando su tendencia alcista.
El repunte de la transformación digital que trajo consigo el impacto de la pandemia ha terminado consolidándose en América Latina y sigue siendo una preferencia para el tejido empresarial. En base a esto, la previsión marca que las partidas presupuestarias dedicadas a hardware, software y servicios de TI crecerán en Chile un 12%, un 8,5% y un 5% respectivamente al término de este ejercicio. El origen concreto de estos números hay que situarlo en 2021, ya con el teletrabajo completamente integrado en la normalidad laboral. Fue bajo esas circunstancias cuando empezó a crecer el gasto en tecnología de la información, hasta que el año culminó con una subida del 41% en el consumo de smartphones, tabletas y ordenadores portátiles.
Con esta proyección altísima como casilla de salida, ni siquiera la inestabilidad generada en los mercados -ya sea por el conflicto entre Rusia y Ucrania, el aumento del precio del gas o la problemática en torno a la logística en las cadenas de suministro- ha podido frenar el impulso hacia la digitalización. Incluso con un panorama marcado por el encarecimiento de los recursos tecnológicos, según IDC, el 30% de los ingresos de las empresas chilenas provendrá en este 2022 de inversiones en inteligencia artificial, análisis de datos, redes, estructura web, internet de las cosas y ciberseguridad.
La importancia de los datos
Hasta la fecha, las compañías que más dinero están empleando en esta dirección son sobre todo las que pertenecen a sectores como el del comercio minorista, la manufactura y las finanzas. De hecho, este último, además de ocupar la tercera plaza en este podio, se caracteriza por mantener un ritmo de inversión constante a lo largo de todo el año, sobre todo en herramientas informáticas destinadas a preservar en la red los datos personales de sus clientes, siguiendo para ello el modelo implantado por las grandes referencias en este campo: el comercio electrónico y las plataformas digitales de juegos de azar.
En el primero de los casos, las grandes tiendas virtuales se han convertido en especialistas a la hora de preservar, frente a la amenaza de los hackers, toda la información sensible que los compradores depositan en sus pasarelas de pago. Con la intención de mantener a salvo números de cuenta, contraseñas o nombres completos, estos negocios llevan años apostando por el cifrado de datos. Concretamente, a través de aplicaciones de software tan potentes como el conocido certificado TLS (Transport Security Layer), cuya tarea no es otra que la de ocultar los datos privados que viajan desde la web hasta el servidor.
Tampoco defrauda en este aspecto el trabajo interno realizado por la industria del juego que opera en internet, y es que los mejores casinos en línea de Chile cuentan con los recursos informáticos más avanzados que existen para ponerle freno a los delitos de suplantación de perfiles. Bajo esta misma línea, la solución que suele implementarse con más frecuencia entre las distintas salas de juego es el denominado sistema KYC (Know your customer). Se trata de un protocolo de verificación de identidad que se encarga de comprobar que los jugadores que intentan acceder a sus cuentas son efectivamente quienes dicen ser. El modo de hacerlo no sólo no entraña dificultad alguna, sino que además es muy efectivo: el sistema solicita al usuario toda la documentación telemática que sea necesaria para identificarlo, pudiendo incluso exigir algún test biométrico si las circunstancias lo requieren.
Desde la nube híbrida al 5g
Desde International Data Corporation señalan de igual modo algunas constantes de relevancia que mantienen las compañías chilenas en torno a las nuevas tecnologías. En este sentido, destaca fundamentalmente la inclinación que existe hacia el uso de lo que se conoce como nube híbrida, para lo que suele destinarse un 17% del gasto dirigido a TI, cinco puntos porcentuales más que hace un par de temporadas. Este tipo de inversiones permiten una gestión más ágil y rápida de determinados problemas digitales que son especialmente complejos, lo que termina repercutiendo de manera positiva en la satisfacción de los clientes. Al respecto, el informe de IDC es concluyente: el 27% de las empresas apuesta por softwares de atención al cliente; el 24%, por la nube; y el 9% por soluciones relativas a la inteligencia artificial.
El principal desafío al que se enfrenta ahora el escenario empresarial del país es sin duda la consolidación del trabajo remoto. Así lo manifiesta el 45% de las sociedades encuestadas por IDC, conscientes de que los nuevos hábitos generados en época de pandemia tenían carácter de permanencia. La llegada de la tecnología 5G, con su alta velocidad y sus bajos niveles de latencia, está sirviendo para apuntalar el teletrabajo a nivel nacional. No en vano, desde la Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel), informan que la instalación de este tipo de conectividades llegó en el primer cuatrimestre en Chile a más de quinientos mil usuarios.
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