El año pasado, en medio de la pandemia y la parálisis global, en Biobárica decidieron que además de fabricar cámaras hiperbáricas practicarían aikido.
En rigor, lo que aplicaron fue “la esencia” del aikido, un arte marcial japonesa que consiste en utilizar a tu favor la fuerza de tu enemigo.
Más allá de afectar la salud de los habitantes de todo el planeta, la pandemia tuvo un fuerte impacto sobre la dinámica del comercio en general y de las exportaciones, de modo particular. A partir de allí, es fácil imaginar lo que eso significó para una empresa que exporta el 90% de su producción.
Sin embargo, en medio del complejo panorama, en Biobárica pusieron manos a la obra para desarrollaron un protocolo en tres hospitales de Buenos Aires con el objetivo de demostrar la efectividad de la terapia de oxígeno hiperbárico para tratar la hipoxemia severa en pacientes con Covid, al mismo tiempo que avanzaron con los trámites burocráticos para desembarcar en Estados Unidos, donde este año abrirán una fábrica y una oficina.
Cómo empezó todo
La historia de la empresa que hoy tiene presencia en más de 35 países de Europa, Medio Oriente, Asia, América latina y Estados Unidos, empezó en 2007.
Fue entonces que Claudio Teler decidió construir la primera cámara hiperbárica de la Argentina, a raíz del desesperado pedido de un amigo que tenía un hijo con autismo.
Teler tenía en aquellos años una fábrica de plástico y su amigo había vuelto de una recorrida por varios países europeos buscando tratamientos que ayudaran a mejorar la situación de su chiquito.
Todos los caminos conducían a las cámaras hiperbáricas pero resultaba imposible importar una a la Argentina por dos razones: no había ningún modelo aprobado por la Anmat (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica de la Argentina) para ingresar y en el hipotético caso de lograrlo, los costos eran estratoféricos, recuerdan en Biobárica.
Certificaciones que abren puertas
Ivo Teler (30 años), gerente comercial de la empresa, comenta que fue en 2010 cuando empezaron con el proceso de fabricación nacional.
Durante una entrevista con Trade News, Teler dice que Biobárica cumplió en este tiempo con los pasos para lograr la certificación de la Anmat, la CE (la certificación para comerciar en Europa) y que durante años venía trabajando en lograr el sello del FDA para poder vender en Estados Unidos, cosa que finalmente alcanzaron.
–¿Cómo impactó la pandemia en el negocio?
-La pandemia es algo mundial y nos afectó al igual que a otras empresas, especialmente en cuanto al poder adquisitivo de los clientes, a la capacidad y la decisión de compra. De igual forma influyó muchísimo en la dinámica de exportación, sobre todo en esos primeros meses en los que había más restricciones que dificultaban mucho la logística.
Sin embargo, la pandemia también abrió muchas puertas y nos hizo crecer en la medida en la que nos adaptamos a los cambios.
Nuevas aplicaciones
Durante 2020 desarrollamos un protocolo multicéntrico en tres hospitales de Buenos Aires con el cual pudimos demostrar la efectividad de la Terapia de Oxígeno Hiperbárico para tratar la hipoxemia severa en pacientes con Covid-19. Así surgió una nueva aplicación y actualmente estamos estudiando los efectos del oxígeno hiperbárico en los daños secuelares.
A través de esos ensayos clínicos hemos podido ayudar a muchos pacientes, acortar sus tiempos de recuperación y evitar complicaciones o la necesidad de uso de respiradores.
–¿Cuándo y por qué tomaron la decisión de desembarcar en el mercado norteamericano? ¿En qué consiste el proyecto específicamente?
-El mercado norteamericano siempre fue una meta para nosotros. Trabajamos varios años para obtener la certificación FDA, ya que exige muchos recaudos. Hoy en día nuestros equipos cuentan con este registro, también tenemos representantes y stock de cámaras hiperbáricas en EE.UU. Estamos trabajando para abrir la fábrica y una oficina allá. Nuestro objetivo es armar una red de centros de tratamiento con presencia en distintos estados.
Modelo de negocios
–¿Cómo evolucionó el modelo de negocios de Biobárica desde su creación?
-Cambió principalmente porque crecimos y desarrollamos diferentes áreas que no existían al inicio. Comenzamos fabricando las cámaras hiperbáricas y fuimos desarrollando todo un sistema que involucra nuestro software de gestión, un sistema de monitoreo para seguir el uso de los equipos en tiempo real y todas las alertas de mantenimiento, el soporte y la capacitación que brindamos a los profesionales para que gestionen exitosamente las unidades de Medicina Hiperbárica.
Así mismo, formamos una división científica que realiza activamente investigación sobre el uso del Oxígeno Hiperbárico en distintas áreas médicas.
Y por otra parte, desarrollamos toda una red de centros de tratamiento que hoy está presente en más de 35 países. Contamos con profesionales especializados que indican la terapia de oxígeno hiperbárico a los pacientes y hacen seguimiento durante todo el tratamiento.
En términos generales, podemos decir que nuestro modelo de negocio se complejizó, porque empezó sólo con las cámaras hiperbáricas y actualmente es una solución integral para los profesionales de la salud.
Franquicias
Nos enfocamos mucho en expandir la disponibilidad del tratamiento hiperbárico y lo hacemos a través de la fabricación de nuestros equipos y de nuestra red de centros.
Y por último, durante 2020, desarrollamos una franquicia de centros que actualmente está iniciando en Chile y próximamente la implementaremos en otros países como México y España.
–¿Qué porcentaje de la producción actual exportan? ¿Cuáles son los principales mercados?
-Actualmente exportamos cerca del 90% de nuestra producción. Tenemos presencia en más de 35 países.
-¿Cómo se eligen los mercados en su rubro?
-Todos los mercados son potenciales, pero hay variables según las que ponemos foco en determinados países. Estas variables están relacionadas con requisitos de certificaciones, condiciones de logística y exportación, conocimiento que tienen los profesionales de la salud en cuanto a la terapia de oxígeno hiperbárico y sus aplicaciones, y la demanda que esto puede generar, así como la respuesta que vamos teniendo cuando hacemos una primera entrada.
El futuro
-¿Cuáles son hoy los principales mercados para Biobárica?
-Si bien tenemos presencia en más de 35 países, actualmente nos enfocamos en Argentina, Chile, México, España y EE.UU. Estos son mercados bastante amplios, con buena demanda. Tenemos presencia en todos a través de distribuidores locales y centros de tratamiento con profesionales de la salud.
En estos mercados hemos podido consolidar nuestra presencia a lo largo de los años y actualmente somos líderes en la terapia de oxígeno de alta calidad y eficiencia terapéutica.
-¿Cuáles son los próximos pasos de la empresa?
-Además de la expansión a EE.UU. a través de una red de distribuidores y posteriormente una red de centros de tratamiento, y de empezar a fabricar allá (hoy la única fábrica está en Argentina), estamos poniendo foco especialmente en Argentina, Chile, México y España, sin descuidar el resto de países en los que tenemos presencia, por supuesto.
Apuntamos también a desarrollar mucho más nuestro modelo de franquicia en Chile, México y España para luego llevarlo a otros países.
Es un concepto novedoso, al que le hemos puesto mucha energía y creemos que es una excelente oportunidad de negocio para todos los profesionales que quieren marcar una diferencia en la atención a sus pacientes, así como para los inversionistas que quieren de adentrarse en el rubro de la salud.
-¿Cómo es operar en comercio internacional hoy en la Argentina?
-En nuestro rubro es bastante ágil. Realmente no tenemos inconvenientes en la operatoria para exportar. Nos manejamos con transporte aéreo en la mayoría de los casos.
Cuando importamos algunos insumos el proceso es un poco más complejo porque se requieren muchos trámites que ralentizan todo. En general es bastante dinámico todo y al tener presencia de distribuidores locales en cada país nos facilita bastante las gestiones.
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