El coronavirus ha dejado un 2020 para el olvido. Sobre todo para las familias que han perdido a sus seres queridos y para todos los profesionales del Complejo Asistencial que cada día han estado en la línea de ‘fuego’, haciendo de muro de contingencia para hacer frente a esta pandemia que se ha traducido en una grave crisis sanitaria.
Lo cuenta Luis Ángel González, gerente del hospital, a quien le ha tocado ‘lidiar’ con la que a buen seguro es la peor estapa de su carrera profesional. Asegura que sin los profesionales, la respuesta que hemos dado a la Covid-19 hubiera sido imposible. Es necesario que pongamos en valor en primer lugar el excelente comportamiento de todos los profesionales en los distintos ámbitos de actuación y su compromiso con las tareas a las que día a día se enfrentaban».
Sobre el nuevo hospital, adelanta que «sobre el mes de enero del próximo año se hará la presentación a la organización de la metodología a emplear y el cronograma general. Si no surgen imprevistos, en el próximo verano concluirá el traslado a la infraestructura, se iniciará el movimiento de las consultas externas del Hospital Clínico al Virgen de la Vega, y en el otoño se procederá a la demolición del Clínico para la posterior construcción del Edifico de Consultas».
En lo que se refiere a la proximidad de campaña de vacunación contra el coronavirus: «Quiero desde aquí hacer hincapié en la necesidad de vacunarnos todos, no solamente los grupos vulnerables; ahora mismo la medida más efectiva para controlar la pandemia es la vacuna. Tenemos que ser conscientes de que la batalla ante el virus todavía no ha terminado».
-¿Podría hacer balance del año 2020?
-«El año que finaliza podríamos decir que ha englobado la consecución de tres grandes objetivos, dos de ellos conocidos, continuar con el desarrollo del proyecto del Nuevo Hospital y dar cumplimiento al Plan Anual de Gestión 2020, y otro con el que no contábamos, como ha sido dar respuesta sanitaria a la pandemia COVID-19.
Con respecto al primero de los objetivos, las obras del Nuevo Hospital de Salamanca han finalizado, también se han concluido las de las plataformas de acceso y el nuevo vial. El Plan de Dotación de Equipamiento se encuentra en su fase final y ya hemos iniciado el Plan de Traslado con la apertura de la nueva cocina central, así como el inicio de la actividad en alguno de los servicios ubicados en la planta sótano 1. La empresa adjudicataria de la planificación y ejecución del traslado total de todos los servicios y unidades ya se encuentra trabajando en nuestras instalaciones.
Por lo que se refiere al segundo de los objetivos, el CAUSA ha pretendido desde el primer momento proporcionar la mejor asistencia sanitaria a los ciudadanos, asegurar el valor de los recursos materiales y humanos, así como contribuir a la sostenibilidad del sistema mediante una gestión económica eficiente y, por supuesto, como hospital universitario, generar y gestionar el conocimiento.
Sin embargo el gran protagonista del año que termina ha sido la crisis provocada por la COVID-19. Esta pandemia ha puesto de manifiesto la capacidad de nuestros centros hospitalarios para adaptarse, de forma muy rápida, a incrementos de demanda exponenciales motivados por un agente infeccioso nuevo y muy agresivo. Y también hemos aprendido que hay mucha actividad y tareas que podemos evitar, o realizar de manera más eficiente mediante tele-asistencia, sin menoscabo de la eficacia y la calidad del servicio».
¿Ha sido el más difícil de su carrera como profesional?
-«Cualquier organización sanitaria necesita estabilidad en su estructura y unos planes estratégicos claros y precisos para poder optimizar al máximo su rendimiento y la calidad de sus servicios. A lo largo del año anterior el complejo asistencial venía de tener tres gerentes, dos directores médicos y una desestructuración en el equipo directivo motivada por cambios propios en el organigrama. A esto tuvimos que sumar el desarrollo de tres procesos electorales, uno de los cuales supuso el cambio total de la cúpula directiva de la Consejería de Sanidad y del SACYL. Si tenemos en cuenta que el proyecto del Nuevo Hospital no podía parar porque había que cumplir un cronograma marcado para la ejecución del plan de dotación de equipamiento, hacer las plataformas de acceso, finalizar las obras del vial y justo a principios de año cuando íbamos a presentar el Plan Estratégico de Apertura y Puesta en Funcionamiento, llegó una crisis sanitaria mundial sin precedentes que ha puesto en jaque a todas las infraestructuras asistenciales del país».
¿Un año difícil?
-«Creo que ha sido el año más complejo desde el punto de vista profesional que he tenido y espero que sea el último. Pero aun así, no perdemos el ánimo y mantenemos intacta nuestra ilusión y capacidad de trabajo ante el gran proyecto que tenemos planteado. Hemos conseguido salir adelante con gran esfuerzo gracias a un equipo directivo perfectamente cohesionado y a unos profesionales totalmente implicados con la organización».
¿Qué pensó en el momento que le dijeron que el coronavirus ya estaba en Salamanca?
-«Desde el mes de enero se constituyó en el CAUSA la ‘Comisión de Seguimiento del SARS-COV-2’. A través de ella se inició la elaboración del Protocolo de Actuación frente a casos de infección del nuevo coronavirus, y el seguimiento con actualizaciones repetidas de toda aquella información generada por el Ministerio de Sanidad y la Gerencia Regional. Posteriormente se creó la ‘Comisión de Área del Coronavirus’ con el objetivo de coordinar las actuaciones desde los distintos niveles asistenciales entre los que estaba la Gerencia de Área, Gerencia de A. Primaria, Gerencia de A. Hospitalaria y Gerencia de Urgencias y Emergencias.
Las noticias que llegaban de Italia y Madrid no auguraban nada bueno y la preocupación de que tuviésemos un crecimiento alarmante de pacientes COVID estuvo en todo momento presente, especialmente en las unidades de críticos. Esto nos permitió que antes de la declaración de alarma constituyésemos el ‘Comité de Crisis del CAUSA’ que procedió de forma inmediata a la elaboración del Plan de Contingencia Asistencial frente a la COVID. A partir de ese momento, la verdad es que, gracias la planificación realizada por el comité y al trabajo constante y comprometido de un estupendo equipo de profesionales de todas las especialidades se desarrollaron en las principales áreas estratégicas (Críticos, Urgencias y hospitalización de Medicina Interna) las actuaciones necesarias para ir afrontando con garantías los acontecimientos que se iban a suceder».
¿Cómo valora la actitud y la respuesta de los trabajadores del hospital?
-«Sin ellos, la respuesta que hemos dado a la COVID–19 hubiera sido imposible. Es necesario que pongamos en valor en primer lugar el excelente comportamiento de todos los profesionales en los distintos ámbitos de actuación y su compromiso con las tareas a las que día a día se enfrentaban. Seguro que en algún momento hubo desaliento, cansancio e incluso lágrimas, pero siempre volvieron a levantarse porque rendirse en esos momentos no era una opción. Siempre tuvieron claro que en la lucha contra este virus solo vale el trabajo, el esfuerzo y la dedicación».
-¿Cómo ha quedado el hospital después del gran esfuerzo que ha supuesto enfrentarse a esta pandemia?
-«El Plan de Desescalada del CAUSA contempla el inicio de la actividad de forma progresiva tanto de la actividad quirúrgica, como en las consultas externas y las pruebas diagnósticas, siempre salvaguardando la debida protección para los pacientes y los profesionales. A lo largo del mes de junio ya se había iniciado la actividad, preferentemente en el bloque quirúrgico, pero la segunda ola no nos ha dado tregua. En el mes de septiembre la presión asistencial de los pacientes COVID-19 nos obligó a una nueva reescalada, lo que supuso otro parón, en este caso no tan pronunciado de la actividad No-COVID. Intentamos mantener un equilibrio entre la asistencia de urgencias a los enfermos infectados con el virus, pero a la vez nuestro objetivo siempre ha sido mantener el seguimiento y control de los pacientes quirúrgicos prioridad 1, a aquellos con cirugía no demorable y también a todos aquellos pacientes con enfermedades tiempo dependientes, sobre todo en especialidades como Cardiología, Oncología, Hematología, etc. Si la COVID-19 nos da una tregua y conseguimos evitar una tercera ola gracias a las medidas preventivas instauradas y las vacunas, iniciaremos de nuevo el Plan de Desescalada».
¿Cuándo volveremos a la normalidad asistencial?
-«Creo que todavía necesitaremos un poco de tiempo. Acabamos de salir de una segunda ola que ha provocado un gran desgaste físico y emocional en nuestros profesionales, nos encontramos en pleno periodo vacacional y tenemos que continuar con el proceso de coordinación con Atención Primaria. La atención presencial volverá a los centros sanitarios pero creo que tendremos que abordar cambios que no admiten más demora, como la restricción de la circulación de personas ajenas a la organización por el hospital, la racionalización de nuestras salas de espera, el desarrollo de la telemedicina, la ambulatorización de los procesos asistenciales y los circuitos de alta resolución entre otros».
¿Ha conocido otra situación en la que se hayan llevado los recursos del hospital hasta el límite?
-«Ninguna desde el punto de vista sanitario asistencial. Me tocó vivir una época muy dura con la anterior crisis económica, pero nada parecido a esto. La dirección de un centro como el Complejo Asistencial Universitario de Salamanca siempre ha sido un reto, sobre todo estando tan cerca la apertura y puesta en funcionamiento del Nuevo Hospital. Siempre piensas que estás preparado para cualquier contingencia que se pueda presentar, pero en el caso de la pandemia por COVID-19 creo que todos hemos llegado a una situación límite. El aumento progresivo de casos, la letalidad del virus, la situación en el área de críticos, la escasez de recursos materiales y humanos, la coordinación de prácticamente todos los centros sanitarios públicos y privados de la ciudad, etc… esta crisis no hubiésemos sido capaces de controlarla si no hubiese existido un excelente equipo de profesionales».
-¿Se ha tenido que tomar en Salamanca decisiones sobre atender a un paciente u otro?
-«Este asunto ha generado en algunos momentos mucha controversia, bajo mi punto de vista innecesaria cuando se conoce el funcionamiento de los criterios de hospitalización en planta o en las unidades de pacientes críticos. En estos servicios la toma de decisiones se guía siempre por protocolos ajustados a la última evidencia científica y a los comités de ética; por otro lado en el CAUSA no se produjo durante la primera y la segunda ola necesidades de espacio en ninguna de las unidades antes mencionadas, por lo que nuestros profesionales se ajustaron en todo momento a criterios estrictamente procedimentales».
¿Cuándo va a estar plenamente operativo el nuevo hospital? Ahora que ya han empezado los traslados, ¿cómo van a continuar?
-«El edificio del Nuevo Hospital ya está finalizado por lo que podemos dar por concluidas las obras principales sujetas al Plan Funcional. También se han concluido las plataformas de acceso y el vial, solamente quedan pendientes la realización de pequeñas obras derivadas de la apertura y puesta en funcionamiento.
La infraestructura es impresionante por el diseño de los espacios, por sus características técnicas y funcionales. El Bloque Técnico junto con el Quirúrgico incluirá alta tecnología puntera en servicios y unidades como Diagnóstico por Imagen, Laboratorio, UCI, URPA, Quirófanos y Endoscopias. Ya hemos procedido a la apertura de varios servicios ubicados en el sótano 1, como Oncología Radioterápica y Rehabilitación. A estos seguirán el resto de los Servicios Centrales y los No Sanitarios, para concluir con el resto del hospital como el Bloque Quirúrgico, las UCIs, las Unidades de Hospitalización, Urgencias y el Bloque Obstétrico.
En la actualidad la planificación y traslado al Nuevo Hospital está liderada por la empresa que ha resultado adjudicataria de dichas actuaciones. En el mes de enero del próximo año se hará la presentación a la organización de la metodología a emplear y el cronograma general. Si no surgen imprevistos, en el próximo verano concluirá el traslado a la infraestructura, se iniciará el movimiento de las consultas externas del Hospital Clínico al Virgen de la Vega, y en el otoño se procederá a la demolición del Clínico para la posterior construcción del Edifico de Consultas.
Como conclusión podría decir que el salto tecnológico y asistencial derivado de la puesta en funcionamiento de la nueva infraestructura será espectacular».
¿Qué mensaje hay que trasladar en estos momentos a los ciudadanos?, ¿Qué consejos o recomendaciones?
-«Mostrar nuestro agradecimiento a toda la ciudadanía que ha demostrado su compromiso con la emergencia sanitaria, cumpliendo con las medidas de confinamiento y facilitando nuestra labor, gracias al uso responsable de los recursos sanitarios; pero relajarnos ahora podría propiciar un gran rebrote que sería dramático para todos. En cualquier caso, la mejor respuesta es la prevención mediante el distanciamiento social, las mascarillas, el lavado de las manos y no tocarse cara, boca y ojos.
En próximas fechas se iniciará la campaña de vacunación contra la COVID-19. Quiero desde aquí hacer hincapié en la necesidad de vacunarnos todos, no solamente los grupos vulnerables; ahora mismo la medida más efectiva para controlar la pandemia es la vacuna. Tenemos que ser conscientes de que la batalla ante el virus todavía no ha terminado».
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