En el transcurso de las próximas décadas, el envejecimiento de la población afectará profundamente a las sociedades de todo el mundo. En este artículo, nos ponemos en la piel de un hipotético ciudadano chino en la tercera edad para analizar cómo la confluencia de longevidad y tecnología impactará la vejez, y reflexionamos acerca de las principales implicaciones para los inversores.
¿Quién es Fang?
Fang Lee es un viudo chino de 80 años viviendo en el año 2050. Fang trabajó como diseñador cosmético durante su vida y se jubiló hace solo cinco años; actualmente reside en una comunidad de jubilados dotada con instalaciones de alta tecnología. Gracias al apoyo de una amplia gama de nuevas tecnologías y servicios, seguramente disfrutará de otros 15 años de buena salud. Hemos elegido este ejemplo para ilustrar el futuro de las jubilaciones en todo el mundo ya que, para 2050, la población envejecida de China y toda su demarcación territorial será la mayor en la historia de la humanidad.
Las Naciones Unidas (ONU) prevén que para 2050 las personas de 65 años o más representarán el 16% de la población mundial; el doble de lo que representarán los niños menores de cinco años. Si bien estas cifras obvian diferencias regionales significativas, la tendencia general está clara: la humanidad envejece rápidamente, lo cual afecta profundamente al futuro de las jubilaciones. La atención sanitaria y el cuidado de una ciudadanía más longeva serán unos de los principales retos para las economías de clase media, como China, el país de origen de Fang, donde podría haber 366 millones de personas de más de 65 años en 2050.2 Paralelamente, observamos una mejora continua de la esperanza de vida en la región.
Los ciudadanos chinos disfrutarán de una esperanza de vida de casi 82 años, bastante por encima de la media actual de 77 años. Es probable que la esperanza de vida promedio sea incluso superior en el caso de quienes vivan en las zonas urbanas más ricas, con acceso a los avances médicos y la atención sanitaria personalizada de los que disfruta Fang.
Que la longevidad sea mayor no tiene por qué mermar la prosperidad económica
El envejecimiento de la población activa quizás sea un problema menos grave para las economías modernas, en las que la creación de riqueza se explica por múltiples factores. De hecho, es probable que muchos trabajos desaparezcan como consecuencia de los avances en inteligencia artificial (IA), que automatizarán bastantes tareas que actualmente desempeñan trabajadores humanos. Para seguir siendo competitivos, muchos países tendrán que ajustar sus prácticas laborales con medidas como las siguientes:
- Aumentar la tasa de participación de las mujeres.
- Fomentar el ahorro para la jubilación.
- Alentar a la población a aplazar su jubilación mediante incentivos económicos y de estilo de vida.
- Mejorar las habilidades de los trabajadores a través de un aprendizaje permanente, con vistas a la nueva economía digital.
Como los trabajadores mayores estarán más capacitados y gozarán de una mejor atención sanitaria, es probable que muchos permanezcan activos entrados en los 70 años.
Una vez que se jubilen, el principal reto que tendrán que afrontar los Gobiernos será la financiación de los costes de su jubilación y la atención sanitaria que requieran. Ésta será una tarea particularmente complicada para los países de renta media, como China, que deberá afrontar un aumento previsto de su gasto en Seguridad Social desde el 10% del PIB en 2014 hasta el 32% previsto en 2050.
La tecnología y la personalización serán los pilares de la jubilación del futuro
En 2050, la tecnología basada en IA será omnipresente en la vida de las personas mayores como Fang. Las innovaciones ayudarán a preservar su salud física y mental, y, entre otras medidas, se centrarán en:
- La creación de nuevas actividades sociales y recreativas.
- El desarrollo de servicios y cuidados personalizados con la ayuda de la IA y la robótica.
Estos nuevos servicios reflejan la transición de una economía de producción en masa y basada en costes a un modelo económico de estilo de vida, centrado en satisfacer las necesidades personales de los consumidores. En las próximas décadas, esta tendencia se extenderá por toda la economía real; la atención sanitaria y la nutrición quizá sean los ejemplos más tangibles.
Las dietas con base científica cumplirán los requisitos nutricionales personales en función de la genética, el metabolismo y los objetivos de bienestar personal, además de respetar el medioambiente. Asimismo, la atención sanitaria se ajustará cada vez más a las necesidades individuales.
Esta transición hacia un mundo cada vez más digitalizado y virtual aumentará progresivamente el valor de los activos digitales. Por eso, mientras que Fang vende sus datos personales para poder financiar su jubilación, un rico amigo suyo invierte el exceso de ahorro para su jubilación en varios activos digitales.
Si la población comparte su información sanitaria más íntima y sus datos genéticos con el Estado, la intromisión gubernamental será un factor importante a tener en cuenta. Es probable que los ciudadanos de los Gobiernos democráticos no reaccionen bien a esto y exijan salvaguardias frente a los intereses públicos y privados que abusen de la información adquirida a partir de sus datos. La ciberdelincuencia, quizá incluso auspiciada por el Estado, se convertirá en una amenaza cada vez mayor.
Implicaciones para la inversión
Existe una amplia gama de ramificaciones potenciales en materia de inversión:
- Los proveedores de infraestructura en la nube podrían ofrecer oportunidades a corto plazo para los inversores.
- Los cambios en los patrones de conciliación de vida laboral y personal aumentarán el valor de la oferta de ocio virtual.
- Es posible que los centros de negociación digitales se expandan significativamente conforme aumente el valor de los activos digitales. En última instancia, el valor de estos activos podría ser superior al de la mayoría de los activos reales.
- Los productores y distribuidores de sustitutivos de la carne, alimentos sintéticos saludables y suplementos serán los principales beneficiarios de la necesidad de combatir el cambio climático y mejorar la alimentación.
- Las empresas de tecnología analítica y de diagnóstico para los sectores de la nutrición y la atención sanitaria jugarán un papel clave a la hora de habilitar la personalización de los productos y servicios.
- Los sectores de ciberseguridad y protección de la privacidad experimentarán, con toda seguridad, un gran crecimiento.
Conclusión
Conforme aumente la esperanza de vida y la población envejezca, se dibujará un futuro totalmente nuevo para los trabajadores de avanzada edad y jubilados, gracias a tecnología y datos que permitirán un cambio decisivo en pro del bienestar y la calidad de vida personalizados.
Observamos que hay muchísimas posibilidades de que se produzca un cambio positivo, además de existir una oportunidad significativa para que los inversores comiencen a reposicionar sus carteras, no solo en infraestructura tecnológica, suministro de datos y seguridad, sino también en atención sanitaria y nutrición.
Para leer más, visite el artículo disponible en inglés.
Crédito: Enlace fuente
Discussion about this post