La infección por VIH ha pasado de ser una sentencia de muerte en los años 80 a convertirse en una enfermedad crónica tratable gracias a la terapia antirretroviral (TAR). Las estrategia terapéutica de combinar múltiples fármacos en un mismo tratamiento tiene como objetivo evitar la aparición de virus resistentes. Sin embargo, la revista The Lancet Microbe ha publicado el primer caso descrito de una persona portadora del VIH cuyo virus es resistente a las cinco familias de fármacos orales que se usan habitualmente contra el VIH, mostrándose insensible a 25 de los 26 medicamentos probados.
“El artículo que publicamos pone de relieve la presencia de un virus panresistente con un elevado número de mutaciones resistentes a las cinco familias de fármacos que tenemos disponibles. Solo queda disponible un fármaco por una acrobacia que hace una de las mutaciones del virus. Pero, en definitiva, este paciente se ha quedado sin alternativas terapéuticas disponibles“, explica a GM Javier Martínez-Picado, investigador ICREA en IrsiCaixa y líder del estudio.
Las resistencias del VIH a los antirretrovirales son causadas por una o más mutaciones en la estructura genética del virus, que afectan a la eficacia de un fármaco –o de una combinación de ellos– a la hora de bloquear la replicación viral. Las resistencias pueden darse en personas en las que el tratamiento no es del todo eficaz, que por diversos motivos no toman el tratamiento de forma continuada o que directamente se infectan con un virus que ya es resistente. En 2019, la OMS alertó de que en algunos países más del 10 por ciento de las nuevas infecciones por VIH se producen con virus que han desarrollado resistencias.
Hasta el momento, la literatura científica había registrado dos casos con resistencias a algunos fármacos de cada una de las 5 familias de antirretrovirales existentes, pero no a todos los medicamentos simultáneamente.
” La literatura científica había registrado dos casos con resistencias a algunos fármacos de cada una de las 5 familias de antirretrovirales existentes, pero no a todos los medicamentos simultáneamente “
“Este caso lo hemos identificado gracias a técnicas moleculares y celulares y nuestra mayor preocupación ahora es si podríamos encontrar más, ya que si se trasmiten virus resistentes puede disminuir la eficacia de los TAR a nivel global”, continúa el especialista. “Esta claro que es un caso aislado porque las redes de vigilancia epidemiológica llevan muchos años trabajado en la detección de virus resistentes”, añade.
Un caso de hace 30 años
El caso descrito se trata de un hombre diagnosticado de VIH en 1989, a los 41 años. Empezó a tomar tratamiento antirretroviral en los años 90, con los primeros medicamentos de baja eficacia, y desde entonces ha tomado 14 fármacos diferentes que solo han conseguido controlar parcialmente la infección.
“El paciente empezó a tomar tratamientos cuando las terapias eran subóptimas y seguramente el virus empezó a generar cierta resistencia”
“El paciente empezó a tomar tratamientos cuando las terapias eran subóptimas y seguramente el virus empezó a generar cierta resistencia. A partir de ahí, se han acumulando mutaciones pero también han intervenido otro tipo de factores como una adherencia limitada al tratamiento“, especifica el investigador quien no descarta la presencia de polimorfismos genéticos. “La existencia de un background genético que impida que los medicamentos penetren perfectamente en las células y disminuya la eficacia”, subraya.
En noviembre de 2015 se le empezó a administrar un inhibidor de la integrasa de nueva generación, más eficaz y con menos posibilidades de generar resistencias, pero después de una mejoría inicial, el tratamiento volvió a fracasar en junio de 2016.
Sobre el pronóstico de este paciente, Martínez Picado explica que la acumulación de mutaciones para el virus “tiene un coste”. Ese coste se traduce en una menor capacidad para replicar, lo que se conoce una ‘pérdida de fitness’. “Idealmente, un TAR consigue que el virus deje de replicarse completamente y la carga viral sea indetectable. Sin embargo, en algunas ocasiones, aunque no deja de replicarse pero sí lo hace a un nivel menor de lo esperado. Pierde esa capacidad replicativa y esto juega en beneficio de los pacientes”, argumenta.
Nuevas vías terapéuticas
Los científicos apuntan que, en este caso concreto, la única alternativa terapéutica sería el uso de anticuerpos que bloqueen el virus o de fármacos con nuevos mecanismos de acción, pero de momento ambas opciones están todavía en fase de desarrollo.”Este estudio pone en evidencia que nos interesaría ampliar no solo el número de fármacos , sino de dianas terapéuticas para inhibir la replicación del virus o dianas que ataque a proteínas de la célula que están obligadas a interactuar con el virus y sin las cuales el virus no puede multiplicarse”, subraya.
“En ensayos in-vitro hemos probado anticuerpos ampliamente neutralizantes que han demostrado su eficacia y por tanto, se podrían utilizar. Ya que es posible que en el futuro encontremos, no virus panresistentes pero si multiresistentes“.
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