27 Jul 2021 – 5:09 p. m.
La presión ocular, la diabetes, la miopía, y la hipertensión arterial pueden ser determinantes en su aparición y desarrollo. También es una enfermedad que puede ser hereditaria. Es considerada la enemiga taciturna de la visión.
Ataca sin avisar
El glaucoma asalta al paciente sin que este lo sepa. Para la médica Clemencia Vivero Arciniegas, coordinadora académica de la Unidad de Oftalmología de la Universidad Javeriana, en la mayoría de los casos tiene un curso lento, crónico, progresivo e insidioso, además de imperceptible en los estadios iniciales. Cuando se manifiesta el daño es irreversible.
El nervio óptico y su relación con el glaucoma
En el tejido que proviene de la retina se localiza el centro de la visión. Dicho tronco nervioso es similar a cualquier cable eléctrico y contiene en su interior un sinnúmero de fibras delgadas. El glaucoma es la pérdida de la funcionalidad de estas fibras nerviosas; su deterioro ocurre de manera lenta y produce pérdidas pequeñas del campo visual que son domesticables. En esta característica se encuentra el peligro. En el escenario más adverso, termina por comprometer la totalidad de dichas fibras. Por suerte, se puede evitar actuando oportunamente.
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El problema de lo indetectable
Según la especialista, el campo visual es el área de cobertura de visión hacia arriba, abajo, derecha e izquierda, cuando el ojo mira a un punto fijo. Como la cabeza ofrece movimientos compensatorios, la persona que está enferma de glaucoma no se da cuenta del problema
Tipos de glaucoma
La comunidad médica los clasifica en glaucoma primario y secundario. Los primeros se dividen en dos grupos según la apertura del ángulo irido corneoescleral, que se mide en grados. “El glaucoma primario puede ser agudo o crónico de acuerdo con el tiempo de evolución. El secundario ocurre como consecuencia de la administración de medicamentos como cortisona, ansiolíticos, anorexígenos, antihistamínicos posteriores a cirugía oftalmológica, trauma ocular, hemorragias intraoculares, eventos isquémicos retinianos y otros más”, explica Vivero Arciniegas.
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Su tratamiento
Los medicamentos hipotensores de uso tópico bloquean la producción del humor acuoso y ayudan a eliminarlo a través de los sistemas de salida. “El uso de láseres, como el YAG láser, el argón y el diodo son de gran utilidad para disminuir la producción de humor acuoso y así modificar la forma del iris y contribuir a la apertura del ángulo cerrado”, dice la oftalmóloga. “Cuando esté indicado el manejo quirúrgico, existen varios tipos de procedimientos, dentro de los que se incluyen técnicas mínimamente invasivas que utilizan microimplantes de drenaje”.
Y el caso del glaucoma agudo
El paciente experimenta dolor ocular intenso de inicio súbito, que se irradia a la cabeza, del mismo lado del ojo afectado, con disminución de la agudeza visual, náuseas y vómito. La sintomatología es tan incapacitante que la recomendación es asistir de manera rápida a un servicio de urgencias.
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