Rosa trabaja limpiando parabrisas y vendiendo café en calles principales de Cali. Sin dinero, y huyendo de la crisis de su país de origen, Venezuela, considera que lo mejor que pudo pasarle fue tomar la decisión de viajar, porque recibió el apoyo de la organización Aid for Aids, que la ayuda a cumplir su tratamiento en Colombia. Dice que ya estaría muerta, de no haber recibido esa mano amiga.
Marco, en 2014, con 26 años, recibió un diagnóstico positivo para el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH). Su estilo de vida cambió, no más bebidas alcohólicas en exceso, no más trasnochos y, lo más importante, ingerir todos los días de su vida una terapia antirretroviral compuesta por los medicamentos atazanavir, lamiduvina, ritonavir y abacavir, junto con una buena alimentación.
Para 2017, alrededor de 77.000 personas con VIH en Venezuela no tenían acceso a tratamiento, debido a la escasez de antirretrovirales.
Después de una pelea con el sistema de salud, Marco regresó el 18 de diciembre de 2020 a Colombia y espera reincorporarse como beneficiario, también de Aid for Aids, en el país. Cuenta con permiso especial de permanencia vigente y labora como técnico de reparación de celulares en Santander de Quilichao. “Me quedan 10 pastillas, sé que de aquí a enero viajo a Cali para reintegrarme. No podía seguir en Venezuela”, confiesa.
***
La lucha contra el VIH continúa ahora más que nunca, en un momento de la historia de la enfermedad en el que los medicamentos hacen que los pacientes tengan mejor calidad de vida, siempre y cuando puedan acceder al tratamiento.
La Organización Mundial de la Salud explica que el VIH infecta a las células del sistema inmunitario, alterando o anulando su función. “La infección produce un deterioro progresivo del sistema inmunitario, con la consiguiente ‘inmunodeficiencia’. Se considera que el sistema inmunitario es deficiente cuando deja de poder cumplir su función de lucha contra las infecciones y enfermedades”. Los pacientes con esta enfermedad a menudo son señalados y estigmatizados, por lo cual la organización sin fines de lucro y creada en 1996 en Nueva York, Aid for Aids Colombia, trabaja para garantizar una sociedad inclusiva para ellos, para personas como Rosa y Marco.
Sobre el VIH
De acuerdo con ONUSIDA, 5.500 mujeres entre 15 y 24 años contraen el VIH por semana en el mundo. Es por esto que, sin importar el género ni la orientación sexual, todas las personas deberían hacerse la prueba y conocer su estado serológico.
Mitos:
1. El VIH es una sentencia de muerte.
Falso. Las personas con VIH que se encuentran bajo tratamiento antirretroviral pueden tener una vida larga y plena; bajo supervisión médica, tienen la oportunidad de desarrollar sus capacidades físicas e intelectuales como cualquier otra.
Gracias a los avances científicos y a los esfuerzos realizados para tratar esta condición, el VIH no solo dejó de ser una sentencia de muerte, sino también se convirtió en una condición prevenible. Las personas con una carga viral indetectable en sangre no desarrollan infecciones potencialmente mortales asociadas al virus y tampoco lo transmiten.
2. Las personas con VIH no pueden tener pareja.
Falso. El tratamiento antirretroviral ha hecho posible que las personas con VIH puedan tener pareja y estar tranquilas de que no les transmitirán el virus. Al alcanzar una carga viral indetectable (el virus no puede ser detectado en sangre a través de los medios existentes), las personas con esta condición de salud dejan de ser transmisoras. Gracias a estos avances médicos, las personas con VIH pueden decidir libremente sobre su vida sexual, con confianza y seguridad.
3. El VIH se contagia a través de la saliva y el contacto con una persona con VIH.
Falso. El VIH no se contagia, sino que se transmite solo a través del intercambio de fluidos corporales, como la sangre, el semen, líquidos vaginales y pre seminal y la leche materna.
“En los años 80 temíamos entrar a una piscina con desconocidos o usar baños públicos. 40 años después, conozco a 8 personas con un diagnóstico de VIH que forman parte de mi círculo de amistades más cercano. Estábamos tan equivocados”, cuenta María Paula, una persona de 59 años en Palmira, Valle del Cauca.
4. Las personas con VIH no pueden tener hijos.
Las personas con VIH, tanto hombres como mujeres, tienen la oportunidad de ser padres cuando alcanzan un nivel de carga indetectable. En 2019, el 85% de las embarazadas que vivían con VIH tuvieron acceso a medicamentos antirretrovirales para evitar la transmisión del VIH a sus hijos. “Desde que conocí mi diagnóstico, pensé que no podría ser madre. Llevo siendo indetectable más de un año y espero dar a luz a mellizas”, cuenta Ana Julia, de 26 años, en Risaralda.
Crédito: Enlace fuente
Discussion about this post