Tras el éxito de la pelea exhibición entre Mike Tyson y Roy Jones Jr, que terminó en empate, todo el mundo se pregunta si se dará la tercera pelea entre Mike Tyson y Evander Holyfield, viendo que pese a su edad todavía podrían dar un buen combate, reseñó Soloboxeo.com.
Cuando se habló de la vuelta de Tyson el mismo Evander Holyfield afirmó que estaría dispuesto a enfrentarlo y se ofrecía como rival, pero ahora afirmó que para enfrentarlo le tendrían que dar 25 millones de dólares.
“No subiría al cuadrilátero por menos de 25 millones de dólares”, comentó Holyfield en el I Am Athlete Podcast, programa en el que dejó claro que él ya ha ganado dos veces a Tyson, por lo que él no debe proponer una nueva pelea. Además, Holyfield dijo mantener un buen estado de forma. “Si me llamaran para pelear en dos días, estaría allí para pelear en dos días”, sentenció la leyenda.
Actualmente pedir $ 25 millones por un combate exhibición es un auténtico disparate. Tyson cobró el pasado sábado 10 millones de dólares y Jones alrededor de 1 millón, según la agencia EFE.
Holyfield derrotó a Tyson en par de ocasiones. La primera fue el 11 de septiembre de 1996 y la segunda el 28 de junio de 1997, cuando Tyson le mordió la oreja por lo que fue descalificado en uno de los escándalos más grandes en la historia del boxeo.
Evander Holyfield, quien disputó su última pelea el 7 de mayo de 2011 cuando noqueó a Brian Nielsen, dejó marca de 44 triunfos, 29 por nocaut, 10 derrotas y dos empates. Tyson dejó balance de 50 victorias y 6 derrotas con 44 nocauts.
Una pelea de amarres
La exhibición de Mike Tyson y Roy Jones Jr. colmó las expectativas de quienes esperaban una pelea de fantasía entre dos leyendas que llenaron nuestra memoria de peleas emocionantes, cada uno con su estilo y en su tiempo de reinado. Tyson atropellando y destruyendo hasta el KO, Jones jugando con sus virtudes técnicas incomparables y su esgrima única para golpear y escabullirse sin rasguños. En la noche de su pelea de nostalgia se vieron destellos de esa escenografía.
Tyson recuperando su actitud de fiera hambrienta amagando a soltar sus golpes como hachazos sin terminar de hacerlo nunca y Jones vestido de torero para colocar el jab con precisión quirúrgica, pasando golpes a giros de cintura y amarrando con elegancia paternal antes de ser golpeado por Tyson que siempre buscó ser amarrado.
Así pasaron los ocho asaltos de dos minutos, Con Tyson demostrando un envidiable estado atlético, imposible de encontrar en un cincuentón común y corriente, junto a una disposición inspiradora.
Agencias
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