Poza Rica, Ver.- A pesar de estar claramente prohibidas por la Dirección General de Juegos y Sorteos, dentro de la colonia Flores Magón existen comercios donde se ubican máquinas tragamonedas; lo mismo ocurre en algunos mercados de la ciudad como “Los Portales”.
Esta semana la Suprema Corte de Justicia de la Nación amparó a un ciudadano a quien en 2017 le fueron aseguradas 19 máquinas, presuntamente por violar entonces el artículo 12 de la Ley Federal de Juegos y Sorteos, que data desde hace 73 años.
De acuerdo con la primera sala, lo anterior porque esta ley es ambigua. Y ciertamente, dentro de ésta, creada durante la administración de Miguel Alemán Valdés, entonces Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, hay vacíos básicos como la consideración de las máquinas tragamonedas y por ende, de su definición.
Además, aunque la misma dirección precisa su prohibición, la Secretaría de Gobernación (Segob), de la cual depende el organismo antes citado, puede otorgar permisos a quien cumpla con los requisitos para operar un casino, donde también existen estas máquinas.
Sin embargo, en el artículo 12 del reglamento de la Ley Federal de Juegos y Sorteos sí hay un alcance más amplio sobre las máquinas tragamonedas, a las cuales define como “todo dispositivo, a través del cual el usuario, sujeto a la destreza, realiza una apuesta, mediante la inserción de dinero, ficha, dispositivo electrónico o cualquier objeto de pago, con la finalidad de obtener un premio no determinado de antemano”, misma que está prohibida en cualquiera de sus modalidades.
En el caso de las identificadas en negocios asentados en las calles Colegio Militar, Simón Bolívar y Antonio J. Bermúdez, sus características concuerdan claramente con las estipuladas en el citado reglamento; pese a ello, operan sin que autoridad alguna intervenga.
Incluso fue en la última de esas calles así como en la Ignacio Aldama, cuando en enero de 2017, aún siendo Procuraduría General de la República (PGR), elementos de la Agencia de Investigación Criminal aseguraron 15 máquinas tragamonedas. Pero desde entonces, ha transcurrido un trienio y en la citada arteria y aledañas, así como en “Los Portales”, nuevamente se observan estos dispositivos, que al menos ayer mostraron tener en adolescentes y personas de la mediana edad, a sus mayores adeptos, sobre todo varones.
Aunque en casinos permite la existencia de estas máquinas, la Segob justifica su prohibición en otros sitios, debido a que son una fuente de corrupción de menores, “una adicción que abre la puerta a la delincuencia”; también señala que “representan un peligro latente para la sociedad” y “generan una falsa expectativa de obtener recompensas económicas sin hacer mayor esfuerzo”.
Por Andrea Galicia
Gráficas Ademir Lozano Neri
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