Se estima que 2 millones de argentinos padecen hipotiroidismo, una enfermedad que aunque no tiene cura se puede regular mediante medicación y una dieta equilibrada para obtener un correcto funcionamiento del organismo y, en consecuencia, mantener una vida normal.
La base del plan nutricional de una persona diagnosticada con esta patología consiste en reducir el consumo de algunos alimentos que limitan la actividad tiroidea y aumentar el consumo de los hipertiroidales.
«Lo que comemos y de qué manera lo hacemos afecta en numerosos parámetros de nuestra vida, tiene relación directa con nuestra salud hoy, pero eso no significa que contrarreste o solucione una enfermedad endocrina como el hipotiroidismo. Sí es necesaria una alimentación saludable que acompañe la terapéutica tiroidea, así como de otras enfermedades», explica la doctora Virginia Busnelli, (M.N. 110.351), médica especialista en nutrición.
El hipotiroidismo es una enfermedad en la cual la tiroides libera menos hormona tiroidea de lo normal. Esto puede enlentecer el metabolismo, lo que trae aparejado numerosos síntomas, entre ellos, un posible aumento de peso, caída de cabello, cansancio, sequedad en la piel, uñas quebradizas, constipación, angustia, memoria deficiente, lagunas mentales, fatiga, aumento de la sensibilidad al frío, hinchazón de la cara, ronquera, debilidad muscular, nivel de colesterol en sangre elevado, dolores, sensibilidad y rigidez musculares, dolor, rigidez o inflamación de las articulaciones, períodos menstruales irregulares o más intensos de lo normal, afinamiento y caída del cabello, entre muchos otros.
«El tratamiento se realiza con sustitución de hormona tiroidea (levotiroxina) que se adecuará según los síntomas y las características de cada paciente», advierte la directora del Centro de Endocrinología y Nutrición CRENYF. Pero también, es necesario poner énfasis en la alimentación del paciente. «Se deben incorporar legumbres, cereales integrales, frutas, verduras, frutos secos, carnes frescas, lácteos descremados, pero estos consejos requieren de una individualidad y adaptación a las elecciones, preferencias y vida de cada uno», añade Busnelli.
La especialista destaca la importancia de la alimentación alrededor del consumo de la levotiroxina. Este medicamento es muy sensible por lo que hay numerosos factores que pueden disminuir su absorción, entre ellos la presencia de alimentos en el estómago y de fibra en el desayuno.
«Se recomienda consumir este medicamento con 6 horas de ayuno alimentario, idealmente al levantarse por la mañana. Tomar la levotiroxina con unos sorbos de agua y evitar consumir alimentos y bebidas hasta media hora después de la medicación. Luego de media hora se puede desayunar, pero evitando alimentos ricos en fibra, dado que este componente puede interferir en la absorción del fármaco», finaliza la nutricionista.
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