En un contexto de pandemia por la Covid-19 que aún no remite, la Fundación Bamberg ha revivido el debate científico, técnico y político sobre el grave problema de las multirresistencias bacterianas, dentro de una acuciante realidad caracterizada por una alta mortalidad en el medio hospitalario, a pesar de los esfuerzos de gestión impulsados en multitud de centros asistenciales.
Esta cita del máximo nivel, desarrollada dentro del ciclo ‘Encuentros con la Covid‘, organizado por la entidad convocante, contó con una primera sesión destinada a conocer la visión clínica de las infecciones por bacterias multirresistentes, desde la óptica de los profesionales asistenciales, las sociedades científicas, la industria y el movimiento asociativo de los pacientes.
Mientras, durante la segunda mesa virtual de esta cita, se analizó la gestión de este problema sanitario de tanto impacto, desde la perspectiva de los gestores sanitarios y otros otros representantes de la industria de la salud y las sociedades científicas.
Antes de que sea tarde
El presidente de la Fundación Bamberg, Ignacio Para, trazó en su discurso de apertura las líneas maestras de un debate destinado a evitar que este tipo de recurrentes infecciones desemboque en 10 millones de fallecimientos en el horizonte del año 2050, como vaticinan muchos analistas y organismos internacionales.
En sus primeras palabras, Ignacio Para destacó que el aumento de las migraciones y el abuso y mal uso de los antibióticos en personas y animales explican que las bacterias que provocan enfermedades sean cada vez más resistentes a los medicamentos antibióticos clásicos.
A la vez es más difícil y arriesgado empresarialmente desarrollar nuevos medicamentos de este tipo, por lo que Para pide incentivos públicos directos para aumentar el arsenal terapéutico en este terreno, en paralelo a una mayor investigación sobre los mecanismos de resistencia en los que incurren dichas bacterias, dentro de una problemática que ya es global.
Más costes de los asumibles
Como efectos de estas multirresistencias bacterianas, el presidente de esta organización citó las estancias hospitalarias y de Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) más largas, el incremento de las pruebas de identificación de los patógenos y el mayor coste que suponen los fármacos de segunda y tercera línea, que, generalmente, resultan más caros y más escasos, además de la rémora económica que supone para el país la incapacidad, ya sea laboral transitoria o permanente.
En ese ambiente, Para anima también a instituciones y compañías a impulsar la vacunación y el desarrollo de nuevos fármacos preventivos para bacterias y virus, dado, por ejemplo, el hecho de que la Covid-19 puede incluirse en casos de coinfección, como ocurre con las neumonías debidas al neumococo, evitables, según el profesor Ángel Gil, que es catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública en la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) de Madrid, mediante las vacunas antineumocócicas conjugadas trecevalentes.
Junto a lo anterior, sitúa Para la necesaria perseverancia en el desarrollo de las disciplinas ómicas que lleven al dominio de los genes, las enzimas y las proteínas para avanzar en la Medicina Personalizada. En esa senda, alerta del peligro que supone que, a fecha del 12 de diciembre de este año, se contaran 70 millones de casos positivos de SARS-Cov-2, sin señas de enfermedad o con patología activa, en cuyo segundo grupo se produjeron 1,6 millones de fallecimientos solo en España.
La tuberculosis como muestra
Apela el presidente de la Fundación Bamberg a los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), según los cuales, hay en el mundo 2.300 millones de personas infectadas por el bacilo de la tuberculosis, en su mayoría asintomáticas, una enfermedad que puede debutar en el 5 al 15 por ciento de los portadores, en cualquier momento de su vida, dentro de una prevalencia de 10 millones de personas en 2018, de las que murieron 1,5 millones.
En lo tocante a la tuberculosis multirresistente, que afecta al 5 por ciento de los pacientes, informó Para que representa una crisis de Salud Pública de primera magnitud y una amenaza a la seguridad sanitaria, según la OMS, especialmente en su variante ultrarresistente, sin que los medicamentos antituberculosos de segunda línea más eficaces puedan contrarrestar sus efectos.
Este organismo internacional se propuso acabar con la epidemia de tuberculosis en 2030, como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y en respuesta al aumento de los movimientos migratorios en el planeta. Como recordó Para, la tuberculosis, que ofrece una alta prevalencia en Asia y zonas de África, está prácticamente ausente en Europa, razón que explica que resulte tan difícil adquirir su vacuna en mercados como España, a pesar de estar debidamente autorizada en el país.
Jornada de excepción
Desde esa perspectiva, el presidente de esta organización considera del todo oportuno poder contar con las opiniones fundadas de gestores, microbiólogos, infectólogos y otros médicos, farmacéuticos y representantes de las Administraciones públicas, de las agencias de medicamentos y de la industria farmacéutica.
Todo de cara a conocer mejor el estado del arte en materia de medidas preventivas, comunitarias, hospitalarias, investigadoras y sobre el nuevo arsenal terapéutico antibiótico, al tener en cuenta, entre otras cosas, que el necesario uso de sondas y respiradores, entre otros recursos terapéuticos, abren muchas veces las puertas a las infecciones nosocomiales.
Más científicos que futbolistas
Desea este directivo que los niños y jóvenes, como motor futuro del país, quieran emular en su día más a los científicos que a los futbolistas, dentro de una celebridad más favorable para el conjunto de la sociedad. Además, apuntó a fenómenos como la globalización y los flujos comerciales planetarios como a un verdadero desafío para la Medicina exterior, de manera que, también, el gran trabajo desarrollado por los preventivistas en los hospitales no sea suficiente frente a unas bacterias, u otros patógenos de peligro equivalente, tan caracterizadas por su naturaleza desafiante.
Como ya es de ley, Para agradeció todo el apoyo prestado por las compañías Inmunotek, GSK, Medtronic, Hartmann, Shionogi, Biomérieux, ASISA y Ribera Salud, desde la convicción de que siempre supone un privilegio contar con el conocimiento objetivo que aporta la industria de la salud sobre el sistema sanitario.
Problema no resuelto
El jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona, el doctor Benito Almirante, razonó que el problema de las resistencias bacterianas no desapareció con la pandemia de la Covid-19, aunque pudiera haberse visto mitigado en alguna medida por las medidas masivamente adoptadas en los hospitales para evitar los contagios de SARS-CoV-2, sin olvidar que se mantiene alto el impacto que tienen este tipo de infecciones en el medio hospitalario, especialmente a efectos de mortalidad.
Como ejemplos de patógenos resistente a los antivirales, Benito Almirante mencionó a los citomegalovirus, junto al peligro que supone que el virus de la gripe pudiera ser resistente en cualquier momento al oseltamivir, conocido comercialmente como Tamiflu, aunque precisó que las hipotéticas resistencias de los virus a los tratamientos requieren un enfoque muy distinto a las de las bacterias.
Dejar de hacer
Para este panelista, el coste por proceso de estas infecciones redunda en pérdida de capacidad de actividad o, lo que es lo mismo, en un dejar de hacer, dentro del día a día hospitalario, factor que hace más complejo, si cabe, explicar su problemática al común de los gestores asistenciales.
Según Almirante, los grandes hospitales incorporan ya de oficio el análisis microbiológico cotidiano, a pesar de que esta realidad choca con la inexistencia de una especialidad médica oficialmente reconocida en patologías infecciosas, de cuya existencia práctica real nadie puede dudar en la actualidad.
Ello debido, por ejemplo, a que el trabajo de laboratorio de microbiología avanza enormemente en los últimos tiempos para ofrecer resultados e interpretaciones que puedan orientar tanto los diagnósticos como los tratamientos con mayor acierto.
En ese sentido, estima Almirante que negar la existencia de estos especialistas sería tan absurdo como afirmar que no hay cardiólogos, como demuestra, aseveró, que los especialistas en infecciosas salieron sólidamente respaldados en sus funciones desde que comenzó la pandemia de la Covid-19.
Genes de resistencia
Reflexionó Almirante en que los antibióticos deben ser usados principalmente por especialistas con experiencia y debidamente formados, si se quiere evitar que los antibióticos, de cuya eficacia no hay que dudar, puedan caer en descrédito debido a una mala utilización.
También apuntó este ponente a la necesidad de identificar los genes de resistencia porque no todas las muestras de sangre son iguales, ni ofrecen la misma información, al tiempo que diferentes especies bacterianas no ofrecen siempre el mismo riesgo patológico, razón que explica que su conocimiento no lleve en todas las ocasiones a una determinación rápida ni a una más ágil toma de decisiones.
Todo al tener en cuenta que, a día de hoy, no es siempre factible detectar a la vez el patógeno, el mecanismo de resistencia y el tratamiento más adecuado, mientras que, sobre las pruebas rápidas, estima Almirante que existen bacterias que muestran distintas resistencias debidas a distintas razones, porque detectar uno solo de los mecanismos posibles define cada problema de una manera parcial, como apreció.
Antibióticos clásicos e innovadores
En palabras de Almirante, en la actualidad se usan tanto los nuevos antimicrobianos como otros tan clásicos como la penicilina, lo que explica que se usen los fármacos más recientes en segunda, tercera o posterior línea de tratamiento, con un descenso en el consumo de las nuevas propuestas que disuade a la industria al tener que competir con medicamentos mucho más baratos, al superar en algunos casos el medio siglo de historia terapéutica.
Esta regla de usar antes los antimicrobianos tradicionales, que los nuevos, mueve a este ponente a asumir que las resistencias bacterianas son, en realidad, un fruto del progreso. Finalmente, apela a que se potencie el aprendizaje del “no uso de los antibióticos” en el medio hospitalario, en lugar de su utilización indiscriminada, porque este tipo de fármacos, sin afectar a su eficacia objetiva, no pueden resultar dañinos para la comunidad o el medio ambiente, aunque no lo sean para el paciente concreto.
La resistencia de los virus
El responsable de la Unidad Mixta de Investigación en Infección y Salud Pública de la Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica (FISABIO) de la Generalitat Valenciana, Fernando González Candelas, señaló el trinomio huésped, patógeno y entorno, al hablar de las infecciones resistentes de las bacterias, a las que su equipo aplica los dispositivos de más avanzada secuenciación.
Como ejemplos de virus resistentes a los tratamientos, se refirió Fernando González Candelas al VIH, a la vez que confirmó que en el virus de la hepatitis C se podría estar en un escenario de falta de suficientes antivirales, en el caso de que surjan nuevas dianas, mientras que, en el caso del SARS-CoV-2, se centró en las mutaciones de escape y en la proteína S de las espículas del nuevo patógeno aparecido en China a finales de 2019, el SARS-CoV-2.
Para este ponente, la falta de recursos, y a veces de plantillas, explica las carencias en bioinformática de muchos hospitales españoles, en los que muchas veces también no se puede priorizar la inversión en dispositivos para este fin.
En un plano también práctico, González Candelas estima como factible evitar la fase de crecimiento de los patógenos, mediante la detección del fenotipo de mayor interés clínico en el laboratorio, para así ganar en rapidez, a pesar de que esta estrategia no pueda ayudar a la farmacovigilancia, como concede.
Medios según hospital
Elisabet Petkova, que representó al Departamento de Enfermedades Infecciosas de la Fundación Jiménez Díaz de Madrid, considera que, en puridad, no se puede hablar de multirresistencias en el caso de los virus. En referencia a la organización hospitalaria, observa que cada centro determina los medios específicos destinados a Microbiología.
Atañe a todos ellos cuantificar crematísticamente el impacto de las infecciones hospitalarias, lo que exige ayudar a que las autoridades sanitarias comprendan la importancia de atajar este tipo de infecciones tan letales en muchos casos, por todos los medios.
Todo con la prioridad, por ejemplo, de definir un adecuado antimicrobioma en sepsis agresivas. Sociológicamente, Elisabet Petkova aprecia que el paciente está acostumbrado a demandar antibióticos porque es lo que tomó durante toda su vida.
Esta ponente opone a lo anterior la necesidad de educar a la población sobre el uso racional de este tipo de medicamentos, con seguimiento de sus efectos a largo plazo, al estilo de como se hace, señaló como ejemplo, en Pediatría. Al igual que Almirante, pide también la especialidad médica para los médicos formados en enfermedades infecciosas, dentro del Sistema Nacional de Salud (SNS).
Papel de los pacientes
El director y coordinador científico del Foro Español de Pacientes (FEP), el doctor José Luis Baquero, prefirió hablar de recursos, y no de costes de atención, a la hora de enrolar a los pacientes en el hecho asistencial, con mención especial a que el exitus letalis por causa de una infección hospitalaria, por ejemplo, puede no resultar cuantificable para el sistema sanitario, pero siempre resulta devastador para el interesado y su familia.
José Luis Baquero mostró el apoyo inequívoco del FEP a la especialidad que promueve la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), cuya inexistencia explica una excesiva rotación de los profesionales que carecen de ubicaciones estables.
En el aspecto educativo, y si el paciente pide la Luna, en forma de un uso indiscriminados de un determinado antibióticos, este representante asociativo sentenció que aquel debe tener siempre a su lado a un facultativo que le guíe hacia el mejor uso de estos fármacos, con sensibilización progresiva.
Ello a la vez que se evita que los ciudadanos acumulen antibióticos en casa o que interrumpan prematuramente sus tratamientos porque, aunque la infección remita y se sienten mejor, los patógenos no fueron eliminados todavía. En resumen, Baquero insta a que los antibióticos no se usen nunca sin prescripción médica y a que, cuando esta se produzca, sea con un insoslayable criterio de uso racional.
Que no paren las máquinas
El director general para Iberia de BioMerieux, Pedro Di Rocco, encuentra contraproducente que los hemocultivos queden en suspenso durante los fines de semana, cuando las tecnologías de diagnóstico microbiológico deberían funcionar las 24 horas del día o, al menos, hasta las 10 de la noche.
Desde la alta especialización de esta compañía en el citado diagnóstico microbiológico, detecta Pedro Di Rocco un aún insuficiente uso de los biomarcadores para hacer desescalados correctos, en coexistencia con una manifiesta falta de entrenamiento en numerosos facultativos.
En línea con Almirante y Petkova, también se sumó Di Rocco a la petición de una especialidad para los médicos que tratan las enfermedades infecciosas, aspecto que le causó gran extrañeza hace ya cinco años, cuando vino de su Argentina natal para trabajar en España.
Inmunidad entrenada
El presidente y consejero delegado de Inmunotek, José Luis Subiza, definió como imposible el retorno de la inversión en el desarrollo de nuevos antibióticos porque, cuando llegan al mercado, se usan en tercera línea, precisamente para reducir el problema de las resistencias bacterianas.
De esta forma, sin el adecuado apoyo público a la función empresarial, será muy difícil mantener vías de desarrollo de nuevos medicamentos contra patógenos, conocidos o nuevos, tal como advirtió José Luis Subiza, que aportó reflexiones muy interesantes sobre la memoria inmune, en sus vertientes innata y adquirida.
Ello con referencia también a una inmunidad que puede llevar a la inmunización activa específica, con las vacunas, o inespecífica, a través de los inmunoestimulantes, al margen de la inmunización pasiva (IgIV), donde el primer tipo de inmunización genera memoria y una protección más específica, después de la expansión clonal, y frente a la inmunoestimulación innata que no ofrece memoria, pero sí una protección más amplia.
Micromundo y One Health
El catedrático de Microbiología de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), el doctor Víctor Jiménez Cid, explicó un proyecto de aprendizaje servicio. Concretamente, se refirió al proyecto educativo y social ‘Micro Mundo‘, con el que se enseña a los escolares la apasionante aventura del descubrimiento de los antibióticos, mediante el cual los niños y niñas toman del suelo muestras con las que descubren el funcionamiento de este tipo de tratamientos.
Víctor Jiménez Cid añadió que esta iniciativa está coordinada con una larga nómina de universidades españolas desde la función rectora de la Sociedad Española de Microbiología (SEM), movilizadas todas bajo la bandera de una salud única, o One Health, que no entiende la salud humana si no se tiene en cuenta también la de los animales y la del propio planeta vulnerado en su climatología por los efectos antrópicos.
Prevenir y rastrear
La presidenta de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene (
Es necesario establecer sistemas de guardia, sin interrupción, en los hospitales, como se hizo en el Universitario Reina Sofía de Córdoba, donde Inma Salcedo presta servicio, en el que se registró la menor tasa de mortalidad por SARS-CoV-2 durante la primera ola de la Covid-19. Además, aboga, en la misma línea, por el mejor uso de todos los medios de prevención, entre los que citó las lámparas ultravioleta y los desinfectantes, dentro de un mismo uso racional aplicado también a los antibióticos.
Infraestructuras en acordeón
El director gerente del Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid, Joseba Barroeta, explicó que este centro asistencial tuvo que desdoblarse en acordeón para poder asumir el empuje de la primera ola de la pandemia de la Covid-19. Así, recordó que el 3 de marzo se produjo el primer caso confirmado de la Covid-19, hasta alcanzar un máximo de 1.064 de pacientes afectados por la mueva enfermedad, antes de terminar el mes.
Todo con el resumen de 12.000 casos confirmados, 5.002 ingresados y 700 fallecidos entre las dos olas, además de haber podido robotizar las PCR hasta lograr 230.000 pruebas, con 20 por ciento de positividad, en un esfuerzo inaudito visto jamás por Joseba Barroeta en 40 años de experiencia profesional y gestora, al convertir las 24 camas de UCI en 135, y tras haber dispuesto de un hotel medicalizado de nueve plantas.
También habló Barroeta de equipos de multiespecialidades con plantillas ampliadas y la firma de 195 nuevos contratos, a lo que sumó estudios prospectivos sobre la infección para conocer el estado de seroprevalencia en el personal del centro.
Resistencias, nuevo y antiguo reto
Este ponente citó como nuevo y antiguo reto hacer frente a las resistencias por su implicación en UCI, cirugía, urgencias, mediante un programa y asesoramiento sobre el uso y vigilancia prospectiva de los antimicrobianos, con criterio de cercanía al prescriptor y primacía del beneficio clínico sobre el económico.
También se refirió Barroeta a las guías de práctica clínica, la monitorización de las resistencias y el soporte a la toma de decisiones clínicas, con una propuesta original en el propio hospital, en el marco de los programas de optimización del uso de antimicrobianos (PROA).
Todo ello mediante un cuadro de mandos con indicadores para detectar usos inadecuados de estos fármacos, en línea con el Servicio de Farmacia Hospitalaria, además de incluir un paquete de alertas clínicas específicas para beneficio del paciente.
Debidas a largas hospitalizaciones
El director gerente del madrileño Hospital Universitario Puerta de Hierro Majadahonda, Julio García Pondal, reparó en que el problema de las cefalosporinas es más grave en el sur que en el norte de Europa, al tiempo que la infección por bacterias multirresistentes (BMR) es un fenómeno relativamente reciente, asociado a largas estancias hospitalarias en las que no es posible que el paciente vuelva a su domicilio después de la fase aguda que le llevó al hospital y donde, a su juicio, las medidas de aislamiento nunca deberían menoscabar la calidad percibida en la asistencia, aunque sí sería pertinente un apartamiento precoz de los casos multirresistentes.
Este ponente apuesta por incrementar la formación de los cuadros asistenciales para reducir las oportunidades de contagio y celebra que el Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos (PRAN), de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), incluya el programa WASPSS, o programa de soporte sistematizado de administración de antimicrobianos en el medio hospitalario.
Este responsable hospitalario de tercer nivel reiteró, igualmente, que el incremento de las resistencias bacterianas reduce el número de antibióticos eficaces y aumenta las tasas de hospitalización y muerte, a la vez que no hay un continuidad en la detección de los patógenos resistentes en contraste con los antibióticos disponibles.
Siempre hay que hacer un uso prudente de estos fármacos, dinamizar las pruebas y tratamientos, además de trasladar a los pacientes a sus domicilios u otras instituciones, siempre que sea posible, y solo si están colonizados y su otro problema de salud ya no reviste peligro.
Afinar las prescripciones
La directora gerente del Hospital Universitario Príncipe de Asturias de Madrid, María Dolores Rubio, destacó como rasgos de las resistencias bacterianas, y como parte de una misma prioridad de Salud Pública, la automedicación y las faltas de adherencia de los ciudadanos.
Mientras, por parte de los profesionales sanitarios, se refirió María Dolores Rubio a las prescripciones inadecuadas y los fallos de elección de fármaco, duración o dosis, que atañen a los gestores asistenciales, las Administraciones sanitarias y el mercado industrial otros aspectos, como la falta de alternativas terapéuticas, los altos costes en los que se incurren y la propia naturaleza de riesgo de infección que comporta la actividad clínica desarrollada en cirugías, trasplantes y otras intervenciones.
Estrategias diversas
Dentro de las iniciativas públicas abiertas, insiste Rubio en el plan nacional frente a la resistencia a los antibióticos, fijado entre 2019 y 2021, y el establecido para reducir el riesgo de resistencias a los antibióticos, junto a la estrategia europea iniciada en 2011 para la acción efectiva frente a las resistencias a los antimicrobianos.
Sin olvidar el comité de infecciones, el programa “Alerta PROA”, la plataforma MAPA, de resistencia y sensibilidad y los perfiles WASPSS, además de otros protocolos, centrados en la Covid-19. En cualquier caso, Rubio destacó que el consumo de antibióticos se redujo en España un 5,4 por ciento entre 2019 y el año anterior, en paralelo a la estrategia QUIMIS, de implementación de la investigación en antibióticos, nuevos y clásicos.
Alabó esta ponente la mayor concienciación surgida hacia la función de los equipos de Microbiología y Farmacia y su coordinación con los de Atención Primaria. Además, incidió, como otros panelistas, en el concepto de One Health, que aúna salud humana, animal y climática, ya que una resistencia puede viajar de Asia a casa en cuestión de horas.
En dispositivos implantables
El director internacional de ventas y control de infecciones de la compañía Medtronic, Fernando Ochoa, describió el riesgo que supone para la salud que se rompa el film que envuelve la piel humana, poblada de manera inocua en situaciones normales por estafilococos, pero proclive a constituirse en infección.
Además, y como misión de esta compañía, se refirió Fernando Ochoa a la autoexigencia de llevar cada antibiótico a su destino preciso del organismo humano y con mayor eficacia que la administración sistémica, que apenas logra su objetivo en un 5 por ciento, de la substancia aplicada, según precisó.
También alertó Ochoa del problema que supone que la mitad de los pacientes con dispositivos cardiacos estén colonizados. Además, describió la tecnología TYRX (TM) de malla antibacteriana reabsorbible a base de Tirosina (TY) y terapia de rifampicina/minociclina (RX).
Las infecciones por la introducción de dispositivos cardiacos implantables en España pueden oscilar en un coste que va de los 21.000 a los 41.000 euros en la Sanidad española, derivado de la prolongación media de las estancias en hasta 23 y 30 días.
Esta situación se evita, en la mayoría de los casos, mediante esta propuesta de Medtronic con polímeros con agentes antibióticos RX, para lograr, al menos, un 40 por ciento de la reducción de las infecciones graves de dispositivo y del 61 por ciento en las de bolsillo, según un estudio publicado en la revista The New England Journal of Medicine.
Aboga este ponente por una asepsia pre-peri y post operatoria a toda implantación de estos dispositivos. Junto a ello, apuntó a que la estrategia antimicrobiana de Medtronic es potencialmente extensible a otras condiciones de salud, como la enfermedad de Parkinson.
Compliance de higiene
El responsable de la unidad de hospitales de la compañía Hartmann, Sergi Rabaza, puso a disposición de este debate los más de dos siglos de historia de esta compañía de raíz alemana, con hitos como la gasa hidrófila, en un camino paralelo y al servicio del profesional sanitario, en el que también destacó la asepsia, que no precisa grandes tecnologías aunque redunda en beneficios de seguridad para el paciente, desde el principio de Compliance, que se nutre de una visión holística, tal como argumentó.
Por eso, reivindicó Sergi Rabaza la buena planificación previa que permite a los profesionales conseguir los resultados que buscan con evitación de posibles complicaciones clínicas. Como reflexión oportuna, destacó como insuficiente el 50 por ciento de la higiene de manos que se detecta en los hospitales, e incidió en la importancia de explicar a los profesionales sanitarios los momentos más adecuados de cada intervención para su realización.
Iniciativas diversas
Ante un abanico muy amplio de iniciativas, apuestaeste directivo de Hartmann por la síntesis y el acceso a los datos para la mejora colectiva del medio asistencial, a pesar de que cada vez es más evidente que aumenta el número de pacientes colonizados y bacterias más resistentes, reflejo de un problema asistencial tan suficientemente grave como para que se tomen todas las medidas necesarias desde todas las instancias.
En resumen, y para Rabaza, la Covid-19 pone de relieve la cuestión de las resistencias antimicrobianas también en las residencias de personas mayores, como reto importante de un espacio de atención que está a caballo entre la asistencia sanitaria y la social.
Este es un asunto sobre el cual Para remitió a la última sesión de esta Fundación, en la que se recogió la jerarquización que del espacio sociosanitario se hace Extremadura, según testimonio directo del presidente de su Junta, Guillermo Fernández Vara.
Nuevos antimicrobianos
El director de acceso al mercado para España de Shionogi, Miguel de Frutos, celebra la llegada de esta compañía a España hace apenas un lustro, con el bagaje científico de medio siglo previamente acumulado en la ciudad japonesa de Osaka, a partir de una clara orientación a los tratamientos antimicrobianos y antivirales para el VIH, además de las recientes colaboraciones académicas establecidas en la Covid-19.
Como novedad aportada por esta firma, citó Miguel de Frutos la aprobación, por parte de la Agencia Europea del Medicamento (EMA), de Cefiderocol, comercializado como Fetcroja, para su uso en pacientes críticos con infecciones por bacterias gram negativas, fármaco actualmente en vías de aceptación, igualmente en España, por mediación de la AEMPS.
Desde el punto de vista de De Frutos, y como reflexión general, apuntó a que, en la actualidad, los antibióticos de amplio espectro, como los carbapenémicos, se presentan insuficientes ante el problema de las resistencias bacterianas, a la vez que la OMS señala con claridad los patógenos de prioridad crítica por excelencia.
También como hecho meritorio de esta compañía, mencionó su representante el posicionamiento de consenso recogido en un trabajo publicado en la revista Nature, con inclusión de recomendaciones para crear un mercado antibiótico y de prevención sostenible y adecuadamente incentivado mediante iniciativas tractoras.
De la misma forma, confía De Frutos en asegurar la producción y el acceso a este tipo de medicamentos, mediante redes de investigación clínica que permitan optar a ensayos más eficaces, desde un estudio más profundo de las resistencias y con el menor impacto medioambiental posible.
Estas son medidas, sin duda, como asume este ponente, que requerirán tiempo y recursos, enmarcados en una estrategia que complete el actual pipeline de antibioterapia hoy claramente insuficiente, hasta lograr el objetivo básico de beneficiar a toda la población mediante un uso óptimo de los nuevos antimicrobianos, según apostilló.
Concienciar en Galicia
El gerente del Servicio Gallego de Salud (SESGAS), José Flores, reconoce que es tarea de todos evitar el millón de fallecimientos que se prevé que causen las resistencias bacterianas en un horizonte demasiado cercado, especialmente después, como resaltó, de una pandemia que pone de relieve la importancia de los Servicios de Microbiología y Medicina Preventiva.
A esos esfuerzos habría que sumar campañas de educación comunitaria favorables a la prevención en todas sus formas y, de manera insistente, sobre la vacunación, porque, según José Flores, la concienciación sobre el uso racional de los antibióticos debe trascender los límites de los hospitales, en los que su ausencia se manifiestan con los mayores costes humanos y materiales.
Flores alineó el número de rastreadores de Galicia con todos los recursos de Atención Primaria. En ese sentido, destacó el Sistema IANUS, que ofrece la información clínica disponible para cada ciudadano, al margen de cual sea su hospital o centro de salud de la región, para hacer ubicua una historia clínica con amplia información y de acceso sencillo.
Iniciativas conjuntas y pro vacunas
Este gerente reflexionó, igualmente, sobre la posibilidad de ampliar esa plataforma ya en uso a las pandemias de tipo bacteriano, al tiempo que se refirió a una iniciativa desarrollada por la coruñesa Universidad de Santiago de Compostela, en colaboración de entidades homólogas de Portugal, sobre la realización de trabajos con grupos focales.
Destacó, por otro lado, este ponente la coordinación de todas las comunidades autónomas para poner coto a los perniciosos efectos de los movimientos antivacunas, en paralelo a la urgencia de emprender campañas masivas de sensibilización social a favor la vacunación contra la Covid-19. Para concluir su intervención, puso de relieve la enorme importancia que tiene para la salud de los ciudadanos la industria proveedora de antibióticos y sus hallazgos en investigación.
Entre el haber y en el deber
El presidente del Consejo Asesor de la Fundación Bamberg, Mario Mingo, repitió el muy preocupante dato de que España es el país europeo con mayor consumo de antibióticos, a pesar de que las resistencias bacterianas son el principal quebradero de cabeza de los equipos asistenciales del país.
Frente a esta realidad, mostró Mario Mingo su satisfacción porque el Plan Nacional para el buen uso de los antibióticos, proyectado para el trienio 2019-2021, se ve progresivamente coronado por el éxito, fundamentalmente debido, argumentó, a los programas impulsados con acierto desde numerosos hospitales del país.
En este contexto ambivalente, Mingo recogió de los panelistas la defensa de la inmunización activa y la vacunación, además de la exigencia, todavía no atendida por el Estado, de contar con la especialidad médica de enfermedades infecciosas.
Ello además de concienciar sobre el buen uso de estos fármacos, con acciones también coordinadas desde las Administraciones públicas, el movimiento asociativo de pacientes, la comunidad educativa y las sociedades científicas, dentro de un esfuerzo colectivo en el que nunca puede faltar la industria investigadora y desarrolladora de nuevas terapias.
Platón, Calderón, Jodorowsky
El doctor Ignacio López Balboa, que es patrono de esta Fundación, y que condujo la primera sesión con pulso, humanidad y sorna, puso esta jornada como ejemplo de que en España, de cada 10 cabezas, nueve pueden pensar, y muy bien, muy en contra de lo que dejó dicho en su día el poeta, por otro lado excelso, Antonio Machado, con símil extraído del mundo de la tauromaquia.
Recogió Ignacio López Balboa de todos los participantes la preocupación por la generalización del uso racional de los antibióticos y la supresión de la costumbre, bastante arraigada, de dejar a medias los tratamientos, para ir juntos contra la vida, de los patógenos, y a favor de la propia vida de los pacientes, como valor máximo.
Ello sin renunciar al ánimo de salvar los fallos de comunicación que acechan a los humanos hablantes, al estilo de como los entiende y pía en Twitter el provocador Jodorowsky: “Entre lo que pienso, quiero decir, y digo, hay lo que quieres oír, lo que crees comprender y lo que comprendes, (es decir), seis maneras de no entenderse“.
Esta es lúcida reflexión a la que añadió López Balboa la de Calderón de la Barca, cuando dijo que no hay veneno sin su contrario, o como cuando Platón, el de las anchas espaldas, afirmó que indagar por el bien de los demás siempre redunda en el propio, para estar, desea a todos, como se dice en Galicia, mejor que hoy, pero también dentro de un año.
A dos días vista
Tanto este patrono como Para invitaron a todos los interesados a participar, este miércoles, 16 de diciembre, en las terceras jornadas de innovación en Ciencias de la Salud que se desarrollarán en el Hospital Universitario Infanta Leonor de Madrid, para el abordaje, en esencia, de cuestiones como las innovaciones en Medicina y terapéutica, organización asistencial, gestión, computación al servicio de la salud, TIC, ciencias de datos e inteligencia artificial.
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