A quienes le conocimos su recuerdo nos lleva a una persona que aportó mucho al tenis de su época, por no hablar de su carácter afable, amabilidad y pensamiento positivo, como me recordó a través de Twitter Pedro Hernández, destacado periodista especializado en tenis que tantas eliminatorias de Copa Davis ha vivido en el interior del equipo español como jefe de prensa. Además, conoció muy bien a Leitgeb y compartió algún momento destacado del que hablaremos más adelante.
¿Quién fue Ronnie? Fue un austriaco que vivió el tenis profesional desde todas las perspectivas salvo la de jugador. Fue un gran aficionado a este deporte, que ejercía como periodista primero, después se convirtió en el entrenador de Thomas Muster durante casi la totalidad de su carrera. También fue manager del que sigue siendo el mejor tenista austríaco de todos los tiempos, aunque amenazado por Dominic Thiem. Coincidiendo con los últimos años de la carrera de Muster, Leitgeb también fue capitán del equipo de Copa Davis de Austria entre 1994 y 1997. Su labor como entrenador también le permitió ocuparse de la carrera del actual presidente de la ATP, el italiano Andrea Gaudenzi.
Ronnie Leitgeb
Fuente de la imagen: Twitter
Tenis
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Un párrafo convencional no es suficiente para resumir las actividades relacionadas con el tenis de nuestro protagonista. Leitgeb también llegó a presidir la federación de tenis de su país entre 2012 y 2015 y se encargó de la representación de destacados jugadores. Siempre que pudo apoyando a sus compatriotas como fue el caso de otro tenista zurdo al igual que Muster. Hablamos de un jugador que sigue en activo en dobles a sus 40 años, el mayor de los hermanos Melzer, Jurgen, que llegó a ser número 6 mundial y que pasa por ser el único que ha remontado para ganarle dos sets al serbio Novak Djokovic en Grand Slam. Sucedió en los cuartos de final de Roland Garros 2010. También echó una mano profesional a un jugador que lo necesitaba, por la complicada relación que tenía con los patrocinadores. Me refiero al ruso Nikolay Davydenko, el único tenista que he visto jugar durante períodos largos con camisetas blancas por completo sin ninguna inserción publicitaria a pesar de llegar a ser el número 3 mundial. Incluso Leitgeb aprovechó su experiencia para guiar los pasos comerciales de otro deportista de élite austriaco, aunque no fuera tenista. Fue el caso del nadador Markus Rogan, que se hizo con las medallas de plata en 100 y 200 metros espalda de los Juegos Olímpicos de Atenas 2004.
Aunque cuando llegue la gira europea de tierra batida escribiremos en este espacio digital sobre las hazañas en la superficie de Muster, sí hay que recordar un hecho que marcó su carrera y que Leitgeb vivió de primera mano. Todo ocurre en la recién iniciada madrugada del 2 de abril de 1989 en Cayo Vizcaíno, en el estado de Florida. Es el torneo que hoy conocemos como Miami y que entonces recibía el sobrenombre de «quinto Grand Slam». Muster, de 21 años entonces, no había tenido problema en acudir a una entrevista de la televisión de su país a pesar de que al día siguiente tenía que disputar la final nada menos que ante Ivan Lendl. Era su primer partido por la definición en un cuadro de 128 espacios. Se había ganado el derecho tras derrotar en semifinales a pesar de perder los dos primeros sets a Yannick Noah, el último francés ganador de Roland Garros en 1983. Leitgeb y Muster regresaban juntos y cuando el jugador estaba sacando la bolsa del maletero de su vehículo un conductor ebrio le atropelló a una velocidad muy superior a los 30 kilómetros por hora permitidos en la zona. La peor parte del impacto se la llevaron los ligamentos de la rodilla izquierda de Muster, que quedó tendido bajó su propio vehículo.
Durante la primera estancia en el hospital, Pedro Hernández tuvo con Leitgeb la conversación que hemos citado en la que el antiguo colega periodístico le aseguró que Muster superaría aquello «porque es más fuerte que nosotros dos juntos». Y no se equivocó. El propio jugador, antes de comenzar a entrenar en silla de ruedas, salió con una sonrisa del hospital de Miami afirmando que tenía que ser optimista ya que había salvado la vida. Fue operado en Viena, donde se benefició de los avances médicos y de fisioterapia sobre las rodillas de deportistas gracias a las lesiones que sufrían los esquiadores de alpino. El retorno a la competición se produjo a los cinco meses y medio del suceso, cuando las previsiones más optimistas hablaban de principios de 1990. Muster lo hizo en el Conde Godó barcelonés, que por aquel entonces se disputaba en la segunda quincena de septiembre. Logró dos victorias muy cómodas sobre el mexicano Agustín Moreno y el francés Henri Leconte. Le impidió pisar unas nuevas semifinales su compatriota Horst Skoff.
Pista central del Club de tenis de Marbella
Fuente de la imagen: Eurosport
Ronnie Leitgeb tenía en España otra de sus pasiones. Sobre todo, Mallorca y Marbella, donde fue el artífice de que el torneo Challenger estuviera acompañado del evento ATP 250 AnyTech 365 Andalucía Open acumulando entre cuadros finales y fases previas casi tres semanas de buen tenis en tierra batida en las pistas del Club Puente Romano. Incluso tenía previsto el traslado a la localidad malagueña de su licencia del torneo de Lyon ya en 2023. Por todo ello, y junto con el merecido homenaje que se le brindará a Manuel Santana en su Marbella querida con ocasión de la eliminatoria Qualifer de Copa Davis España-Rumanía de los días 4 y 5 de marzo, sería de justicia que se recordase la figura de Ronnie Leitgeb, un hombre bueno que mejoró el tenis.
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