Todo apunta a que 2023 será un año decisivo para el sector sanitario en su conjunto. Por un lado se encuentra el aspecto legislativo, con dos modificaciones legales en proceso. Por otro, el desarrollo del Perte de Salud de Vanguardia y la necesidad de convertirse en un polo de investigación y fabricación de productos sanitarios.
En el Parlamento se encuentra en fase de discusión la Ley de Cohesión y Calidad. Este texto ataca la relación existente entre los operadores de sanidad privada y el Sistema Nacional de Salud. Si el texto sale adelante en su redactado actual, las comunidades autónomas solo podrán concertar los servicios de estas empresas en casos excepcionales, circunstancia que afectaría en un 11% a los ingresos del sector. Además, en la situación de listas de espera actuales, prescindir de una vía de escape para aliviar las demoras en las intervención es o consultas lastraría la recuperación del sistema sanitario público a niveles prepandémicos.
Pero no es la única norma que verá la luz a lo largo del año que viene. La Ley de Garantías y Uso Racional de Medicamentos también va a sufrir cambios en el redactado que atañe al precio y el acceso a los fármacos. Si bien no existe un primer borrador, sí que es cierto que se conocen algunas de las intenciones del Ministerio de Sanidad. En lo que se refiere a facilitar la entrada de nuevos tratamientos en el Sistema Nacional de Salud, se ha planteado un sistema de acceso acelerado para aquellas terapias que vengan a rellenar un vacío o bien aquellas que fomenten la competencia para que los precios se modulen.
También habrá cambios en lo que respecta al precio de aquellos medicamentos considerados por la Agencia Española del Medicamento como esenciales. Un listado que el Gobierno quiere que se fabriquen en España y que las dos opciones que pueden entrar en la ley es una relajación en las tasas que paga la industria por registrar sus fármacos unido a una exención en el Sistema de Precios de Referencia, un modelo que reduce el precio de comercialización de los fármacos más antiguos de manera anual.
Es precisamente esta parte de la reforma la que entronca con las inversiones que se esperan con el Perte de Salud de Vanguardia. Hasta la fecha solo se han liberado para la modernización o implantación de fábricas 50 millones de euros, pero se espera que hayan más. Si es así y las reformas legislativas acompañan, medio centenar de empresas ya ha comprometido 8.000 millones de euros para apostar por la fabricación nacional de medicamentos. Esta movilización abriría la puerta a contrataciones, algo importante en un año electoral como 2023.
Radiografía del sector
Las 250 empresas o grupos de empresas más importantes que operan en España facturan conjuntamente cerca de 77.300 millones de euros y generan un empleo global de unos 308.400 trabajadores. Midiendo por ingresos, la compañía que lidera la actividad en nuestro país es Grifols, con unos ingresos de 4.933 millones de euros. Las siguientes cuatro posiciones corresponden a Cofares (3.601 millones), SegurCaixa Adeslas (2.741 millones), Bidafarma (2.536 millones) y Quirón (2.398 millones).
Con cifras de facturación de entre 1.000 y 2.000 millones de euros se encuentran Grupo Werfen (1.854 millones), Lilly (1.674 millones), Grupo Novartis (1.547 millones), Sanitas (1.527 millones), Pfizer (1.526 millones), Grupo Hefame (1.455 millones), Asisa (1.301 millones), Janssen (1.252 millones), Grupo Alliance Healthcare (1.225 millones) y Bayer Hispania (1.207 millones). La facturación conjunta de este grupo de 15 operadores con ventas individuales de más de 1.000 millones de euros asciende a 30.776 millones, lo que supone cerca del 40% de los ingresos agregados.
El tejido empresarial de los sectores analizados presenta una notable concentración geográfica en las comunidades de Madrid y Cataluña. En la primera de ellas se localizan 119 operadores, lo que supone el 48% del total, mientras que en la segunda se ubican 81 entidades, el 32% del total. Los ingresos globales de las empresas con sede en Madrid alcanzan cerca de los 40.500 millones de euros, mientras la facturación de aquellas radicadas en Cataluña se aproxima a los 24.900 millones, reuniendo estas dos comunidades el 85% del volumen de negocio agregado total.
Considerando los diez operadores con mayores ingresos, cuatro -Grupo Grifols, Lilly, Grupo Novartis y Pfizer- son laboratorios farmacéuticos, dos -Grupo Cofares y Bidafarma- mayoristas de productos farmacéuticos, otros dos -SegurCaixa Adeslas y Sanitas- son compañías de seguros de salud, IDCQ Hospitales y Sanidad opera en el sector hospitalario y Grupo Werfen se encuadra en la industria de equipos, material y otros suministros médico-quirúrgicos.
Por otro lado, el margen operativo medio (ebit/ingresos) del conjunto de estas empresas, excluyendo las compañías de seguros, se sitúa en torno al 8%. Solo 21 operadores registran pérdidas operativas, mientras que ocho contabilizan beneficios superiores a los 100 millones de euros, destacando entre estos últimos Bayer Hispania, con unos 755 millones, y Grupo Grifols (595 millones). Grupo Werfen, Wyeth Farma, Grupo Rovi, IDCQ Hospitales y Sanidad, Grupo CerTest Biotec y Teva Pharma son los otros seis operadores con resultado operativo superior a los 100 millones de euros.
Crédito: Enlace fuente
Discussion about this post