Judith Scheman, PhD , especialista en dolor y psicóloga en medicina del comportamiento explicó que esta técnica es una experiencia multisensorial en la que la persona se concentra en algo más que en la respiración.
Se enfoca en el movimiento y la sensación de una mano tocando otra, lentamente y con intencionalidad.
Cuando se está tenso, abrumado o excitado, las técnicas te ayudan a salir del modo de lucha o huida y a un estado de ser más tranquilo.
La técnica puede ayudar a aliviar el estrés y la ansiedad, relajar el cuerpo, reducir el dolor, promover la curación y el sueño.
“Se ha demostrado que las personas que practican la relajación profunda tres o cuatro veces al día después de la cirugía sanan significativamente más rápido de sus heridas quirúrgicas”.
EN QUÉ CONSISTE ESTA TÉCNICA DE RELAJACIÓN
La experta explica cómo es el procedimiento:
1. Preparar las manos : Requiere el uso de las dos manos. Una mano será tu base y la otra se usará para trazar tus dedos. Sostener la mano base frente con los dedos separados cómodamente.
2. Comienza a trazar el pulgar: Coloca el dedo índice de la mano que traza en la parte inferior del pulgar de la mano base, donde el pulgar se encuentra con la muñeca. Comenzar a mover lentamente el dedo índice hasta la punta del pulgar.
3. Concentrarse en la respiración: Trazar el dedo índice de la misma manera, luego el dedo medio, el dedo anular y el dedo meñique.
4. Cambiar de dirección: Cuando se haya trazado toda la mano y llegar a la parte inferior del dedo meñique, se invierten las direcciones y se regresa por donde inició, moviéndose hacia el pulgar.
Continuar la práctica todo el tiempo que se necesite. “Cuando esté listo, puede abrir los ojos y traer consigo cualquier relajación que haya encontrado”, dice Scheman.
“Agregue esta práctica a su horario y, al final del día, puede mirar hacia atrás y pensar en ello como algo que hizo para cuidarse”, dice el Dr. Scheman.
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