Audionota: Guillermo Crisafulli
Por Pablo Andrés Alvarez / palvarez@lanueva.com
La instalación de equipos para generar energías limpias despertó el interés de empresas y familias durante el aislamiento por la pandemia del coronavirus.
Si bien al inicio de la cuarentena la demanda disminuyó, con el correr de los meses las consultas crecieron, tal como lo demuestra una simple recorrida por la ciudad, donde los termotanques solares para agua caliente sanitaria, los sistemas de captación y generación de energía eléctrica por paneles fotovoltaicos y los colectores solares para la climatización de piscinas ya empiezan a divisarse en mayor número.
“Es importante que la gente se preocupe por el desarrollo sostenible y escoja estos sistemas para satisfacer sus necesidades actuales sin comprometer a las futuras generaciones. Creo que haber machacado tanto en las escuelas con el cuidado del medioambiente empieza a dar sus frutos”, señaló Walter Romcatto, ingeniero industrial y docente de las escuelas técnicas 1, 2 y 4 de nuestra ciudad.
Precisamente, son las nuevas generaciones las que se inclinan por estas opciones, como así también los que impulsan la separación de residuos en origen y los que se inclinan por productos reciclables.
“Lo que más se vende son los termotanques solares, porque no es una inversión tan importante como la que se supone y se termina amortizando al poco tiempo, porque produce resultados inmediatos”, señaló el encargado de un comercio del rubro, que ya lleva abierto casi dos años en el barrio Universitario.
Según señaló, un producto de este tipo oscila desde los 44 a los 72 mil pesos, de acuerdo a la capacidad de almacenamiento.
“A eso se debe agregar la mano de obra por colocación y los insumos que se precisan, pero en total no debe superar los 120 mil pesos”, dijo.
Walter Romcatto derribó el mito que indica que las bajas temperaturas de Bahía hacen que los termotanques solares no funcionen bien en invierno.
“Funcionan muy bien en esa época del año, aunque sí es cierto que se requiere un cambio de costumbres. Por ejemplo, es mejor bañarse en el transcurso del día y evitar el uso excesivo de agua por la noche”, explicó.
Según dijo, funciona con cámaras de vidrio, que usufructuan la temperatura que brinda la radiación solar y la acumulan en el tanque. Por lo tanto, cuesta reponerla por la noche.
Pero también hay muchos otros productos que permiten la utilización de la energía solar.
“También tenemos celulas fotovoltaicas o paneles solares para generación de electricidad, pero esas sí requieren una inversión grande”, se mencionó.
En electrónica, una célula fotoeléctrica o una célula fotovoltaica es un dispositivo electrónico que convierte la energía incidente de la radiación solar en electricidad a través del efecto fotovoltaico.
“Las células fotovoltaicas son mecanismos o dispositivos eléctricos que consiguen transformar la energía lumínica en energía eléctrica. Dicho de otro modo, son dispositivos que producen electricidad cuando la luz solar les alcanza o recae sobre ellos. Algunas empresas los están instrumentando, pero no he visto muchos en casas”, señaló Romcatto.
Una de las contras es el espacio que se precisa. Para una casa tipo, se necesita disponer de alrededor de 30 metros cuadrados libres para la instalación de los paneles.
Muchos bahienses se inclinaron por invertir en colectores solares para la climatización de piletas.
“Es un sistema plano muy eficiente. Es una especie de manguera, diferente a la común de riego. Alcanza tranquilamente los 30-35 grados. Todo va a depender de las dimensiones de la pileta y el lugar donde se ubican las mangueras enrolladas”, mencionó el docente.
Desde el comercio detallaron que para este último segmento no solo se utilizan paneles sino también mantas solares que se colocan en el techo.
“Se arma un sistema de tuberías. El agua ingresa por las mantas que hace que aumente la temperatura. Este sistema integra además un dispositivo que puede regular y controlar la temperatura de la pileta”, informaron.
El costo de estos equipos depende de las dimensiones de las piletas, pero se estima que para una de 3,5 metros de ancho por 6 de largo ronda los 2.200 dólares más IVA. El sistema completo, sumado a la instalación depende del recorrido del agua entre el sistema de bombeo y el techo donde se instalan las mantas solares.
También está surgiendo un sistema para calefaccionar viviendas, estilo caldera, mediante una bomba de calor que utiliza aire y depende de las condiciones climáticas exteriores o la geotermia (una bomba de calor de agua que viene del interior del subsuelo).
“Después de hacer la inversión, prácticamente ya no hay gastos. Estos sistemas tienen una vida útil de alrededor de 25-30 años. Estos sistemas son muy beneficiosos para los barrios más alejados, que no tienen gas por red y los costos son muy elevados al adquirir envasado. Si uno saca números, seguramente le convendrá usar estos recursos que brinda la naturaleza”, opinó Romcatto.
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