El último acto técnico antes del cierre del evento disruptor BNEW fue una jornada encuadrada en su sector BCostoms, con un debate dedicado al futuro de las Aduanas tras la crisis de la Covid-19. El panel de expertos, totalmente digital, estuvo constituido por Juan Opertti, CEF de Hemiston desde Uruguay; Carolina Palma, de Ernst & Young, desde Costa Rica, y Sandra Corcuera, del Banco Interamericano de Desarrollo, desde Washington.
El OEA es un instrumento de confianza en el comercio exterior y debe ser fortalecido
Los ponentes coincidieron en que la crisis sanitaria ha supuesto un “punto de inflexión” en la adopción de medidas tecnológicas para la agilización de los trámites, la facilitación del comercio y la automatización de procesos sin renegar de la fiscalización. En este sentido también quisieron poner el valor la figura del Operador Económico Autorizado (OEA) como elemento de confianza en el intercambio comercial. En este sentido, se llamó a fortalecer esta figura por parte de todos los países y Aduanas para hacer efectivas todas las ventajas que, como elemento de seguridad y confianza, merece.
Según
Sandra Corcuera, la pandemia ha dibujado un escenario inesperado que ha pillado
desprevenido a todos los sectores, también al aduanero, que sin embargo ha
sabido trabajar con agilidad y dar una “excelente respuesta” tomando medidas
que suponen “un antes y un después”. Carolina Palma dijo que el PIB
latinoamericano se ha contraído entre un 7 y 9% por el cierre de fronteras y la
obstaculización del comercio. Es aquí donde las Aduanas se pueden convertir en
parte fundamentales de la agenda de recuperación económica, basándose, además, en
sinergias con el sector privado.
La
colaboración público-privada, defendida también por Juan Opertti, es “un activo
de futuro” con tres pilares fundamentales: la facilitación, la fiscalización y
la automatización. En este campo, la irrupción de las tecnologías como el
Blockchain, IoT, Big Data, o el Machine Learning pueden ayudar a una
recuperación económica y a la reactivación del comercio, como ya está
sucediendo con el e-commerce. Junto a la tecnología, los países y sus Aduanas deben
colaborar entre sí, y con sus operadores privados, en robustecer la gestión de
riesgo, mejorar las infraestructuras fronterizas y aumentar la formación de las
personas para convertirse así en “un eslabón resiliente de la cadena de
suministro”.
En
clave de futuro, los conferenciantes llamaron a una “nueva era” de colaboración
y de tecnología que apuntale un crecimiento económico que en algunos países de Latinoamérica
ha retrocedido más de 10 años.
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