Un teléfono que no funcione cuando se sobrepasa una velocidad determinada, un coche que cuente con un dispositivo que impida arrancar si el conductor ha bebido o consumido alguna sustancia o vehículos que no superen determinada velocidad. Para la asociación Automovilistas Europeos Asociados (AEA) la clave para reducir la siniestralidad en las carreteras está en la tecnología. Y ponen dos ejemplos. El primero, una siniestralidad que se reduce desde 1989 «por una mejora en la red de carreteras secundarias reconvertidas en autovías» y, el segundo, la «obligación de que los autobuses escolares salgan de fábrica con un antivuelco instalado».
Por ello, aseguran que el paquete de medidas anunciado el pasado martes por el Gobierno «es más de lo mismo» ya que ese basa «en nuevas sanciones». Desde la entidad se muestran «decepcionados» ante un nuevo modelo «que no es tal porque vuelve a incidir en el aspecto sancionador y no en el preventivo».
La nueva normativa modifica el sistema de carné por puntos. Uno de los más llamativos es pasar de 3 a 6 la retirada de puntos por usar el móvil ya que los datos de siniestralidad por distracciones al volante (el teléfono es la causa más frecuente) sitúan en casi la mitad (42 %) los siniestros de tráfico con fallecidos en carreteras valencianas.
Sin embargo, para el presidente de Automovilistas Europeos Asociados, Mario Arnaldo, «es la tecnología y no las multas quienes pueden ayudar a reducir la siniestralidad que dependen del comportamiento o fallo humano».
Adelantamiento limitado
Respecto al cambio en los límites de circulación de las ciudades, Arnaldo lo tiene claro al rechazar una especie de «café para todos» que lo que quiere es «fomentar la actividad perezosa de la Administración ya que en lugar de analizar calle por calle las necesidades y características de cada vía o ciudad, se pone un límite para todas y se simplifica». Otro de los cambios que ha generado mayores críticas es el de prohibir que se pueda sobrepasar el límite de 20 kilómetros por hora el límite de velocidad en vías convencionales mientras se realiza un adelantamiento.
En este punto, Automovilistas Europeos Asociados, la Mutua Motera y la Plataforma de Motoristas por la Seguridad Vial coinciden al asegurar que la reforma «no es acertada» ya que «frenando se puede aumentar la posibilidad de siniestro» en una maniobra «que siempre es peligrosa». Los vehículos de movilidad personal también se ven afectados por la nueva regulación aunque, por ejemplo, en la ciudad de València no habrá diferencias ya que la normativa municipal va un paso por delante de al estatal.
Así, mientras el Estado prohibe ahora a los patinetes circular por las aceras, el Ayuntamiento de València ya reguló este aspecto (de la misma manera) hace dos años. Lo mismo ocurre con el casco. La DGT es ambigua en la obligación de llevarlo mientras se conduce un patinete, pero la normativa municipal sí obliga a llevar casco.
Desde Stop Accidentes Tráfico sí aplauden una normativa estatal «que estábamos todos esperando ya que cada municipio regulaba a su parecer sin una norma general». «Primero se intenta con la concienciación y con campañas, pero, lamentablemente, hasta que no tocan el bolsillo no hay cambios», explica la presidenta de la entidad, Ana Novella.
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