Arturo Rebollón es un joven médico epidemiólogo panameño que ha desafiado los riesgos del nuevo coronavirus y aportado sus conocimientos y experiencias para combatir la celeridad de la pandemia.
Conversa sobre la próxima cuarentena impuesta para reducir el avance del nuevo coronavirus. Está convencido de que es una herramienta para cortar los contagios, pero debe hacerse con rigor científico.
Considera que las vacunas para inmunizar contra la covid-19 son y serán uno de los avances en la historia de la ciencia moderna. Afirma que su efectividad puede llegar a un 90%. Sin embargo, advierte que es necesario darle seguimiento al tema para determinar el comportamiento del virus.
¿Usted cree que la nueva cuarentena llegó en un momento oportuno?
La cuarentena siempre estará en la mesa cuando de infecciones respiratorias se trata, debido a que son altamente contagiosas. Si se disminuye el contacto de persona a persona también se reduce la posibilidad de infección.
El mejor momento para imponer una cuarentena es hacerla temprano, porque si se están acelerando los contagios puedes cortarlos y permites que la curva se mantenga plana. Sin embargo, si se promueve en medio de una aceleración de contagios muy alta, que venía de 6 mil a 18 mil casos, en un periodo de seis semanas te corta el contagio, pero los números se van a mantener altos por mucho tiempo. Nosotros podemos hacerla, pero la cuarentena no va tener el efecto esperado. Más considerando que la cuarentena tiene que ser diseñada de acuerdo con la biología del virus, no a lo políticamente posible. Hay que hacer lo que es científicamente necesario. Es allí donde entra la cuarentena, que debe ser por 14 días porque esa es la biología del virus. Sabemos que las cuarentenas funcionan mejor cuando son tempranas, bien diseñadas y cortas. No pueden ser muy largas porque ya pasamos por esto y después de cuatro semanas no hay mucho impacto en los casos.
Hablemos de números. ¿Cuál es el pronóstico de contagios para enero?
Las proyecciones matemáticas establecían que, sin una cuarentena, podríamos llegar a 4 mil casos diarios. Es por eso que se toma la decisión de controlar la infección en este momento.
¿Qué impacto tendría la cuarentena?
Si estamos en un promedio de 2,800 casos diarios, la cuarentena puede bajar entre un 20% y 30% los contagios. Eso significa que en dos o tres semanas los contagios bajarían a 2,200. Y todavía están altos, mucho más que a inicios de noviembre. Es importante destacar que esta no es la única acción que se debe tomar. La cuarentena es una herramienta, pero hay otro montón de cosas que hacer simultáneamente, que incluye mejor educación, mejores mensajes, mejor mensajero, mejorar la percepción de la severidad de la enfermedad…
Yo creo que el principal mito que existe es porque las vacunas se hicieron muy rápido. Las personas piensan que esto se empezó a investigar en marzo, pero la respuesta es que eso es falso.
¿Cómo debe ser la conducta humana contra un enemigo del que no se tiene control?
Es importante que la gente se sienta autosuficiente para controlar el virus. ¿Qué hace la conducta humana ante una infección que no tiene control? ¡Bueno…! En buen panameño se echa y piensa: si no tengo el control de esto, que me dé si me tiene que dar. Tienes que controlar esto y enseñarle a la gente que sí tiene el control. Esas son cosas sencillas. Este es un virus tan pendejo, que con agua y jabón se elimina.
¿Cómo educar a un pueblo cuya cultura está alejada del encierro?
Nosotros los epidemiólogos decimos en relajo y en serio que si ponemos a las personas a ayudarnos a encontrar una solución para que tengan carnavales en febrero, estamos seguros de que conseguimos antes de que se acabe enero que el problema esté resuelto. Hay que ofrecer una meta posible a las personas. Hay que conectarlas con algo que tenga algún tipo de premio. La conducta humana del país es ser social, entonces, porque no hemos aprovechado esa situación. Por ejemplo, la gente va a parquear, entonces vamos a enseñarles a hacerlo. Por ejemplo, pon un poco de sillas aquí, esa raya más lejos, un abanico para el calor y etc. La persona que enseña debe hablar el mismo idioma y probablemente entiendan. Tenemos que ayudar a las personas a hacer lo que les gusta, pero mucho mejor, y a que se protejan del virus.
La cuarentena se ve como un choque con las fiestas de fin de año. No quiero ni imaginar lo que va ocurrir en Año Nuevo, porque esa es la fiesta de las fiestas de los panameños.
¿Qué hay de la inmunidad de rebaño?
Ese es un concepto de vacunación, no de enfermedad. No se alcanza la inmunidad de rebaño infectando gente, porque si sueltas un virus como el nuevo coronavirus, que es altamente infeccioso, nosotros calculamos que puede matar en un periodo muy corto a 60 mil personas. Eso es lo que pasaría si sueltas el virus para alcanzar la inmunidad de rebaño por enfermedad, y eso es lo que no queremos. Lo que queremos es que la población consiga protección de una forma que no sea tan agresiva y es aquí donde entra el valor de la vacuna. Eso te va ahorrar esa cantidad de muertos, que pueden ser 45 mil muertos evitados en un año. ¡Eso es impresionante y ese es el poder de las vacunas!
¿Cuántas personas pueden haberse infectado en el país?
Nueva York, que fue de las ciudades más golpeadas por el nuevo coronavirus en el mundo, ha tenido una prevalencia del 25%. Eso significa que 1 de cada 4 personas se infectó. Aquí probablemente estemos por debajo de eso, en un 15%. Eso quiere decir que 1 de cada 6 personas se infectó. En números macro eso significa que nosotros esperamos que 600 mil u 800 mil personas les haya dado la covid-19, pero muchos tuvieron síntomas tan leves que no necesitaron atención de salud.
Mucho se ha hablado de la reducción de los presupuestos a la ciencia en medio de la pandemia, ¿cuál es tu opinión de esto?
La ciencia panameña ha sido un modelo a seguir en el país para poder manejar la pandemia. Desde que se inició la emergencia sanitaria tenemos equipos que se han levantado desde el Instituto Conmemorativo Gorgas e Indicasat. Ha habido múltiples convocatorias para diseñar algoritmos matemáticos, estudios epidemiológicos y de vacunación. En fin, ha sido y será el pilar de esta pandemia. Sin embargo, vemos que pese a que se ha demostrado que la ciencia está dando respuestas, está teniendo recortes de su presupuesto. Esto no es nuevo, es algo que se ha visto desde hace varios años. Es por eso que si queremos salir de la pandemia, necesitamos ideas creativas y nuevas, y eso solo se logra con investigación y con nuestros científicos.
Las vacunas han llegado en tiempo récord, hay dudas sobre la eficacia de ellas, ¿qué nos puede decir usted?
Las vacunas del nuevo coronavirus son y serán uno de los grandes avances de la historia de la ciencia en el planeta. A pesar de que se conocía la tecnología del ARN, el mensajero en vacunas, y se había utilizado en otras, nunca se había logrado aprobaciones regulatorias y estudios clínicos de múltiples niveles en tan poco tiempo, a tal punto que no ha terminado el año de la pandemia y ya se han vacunado millones de personas. El siguiente y el próximo año se planea vacunar a miles de millones de personas en el mundo. ¡Esto es fantástico!
Hemos visto que la inmunidad con esta nueva tecnología es superior a la que teníamos anteriormente, que llega a tener incluso eficacia al 90%. Eso es algo nunca antes visto y hay que celebrarlo. Al mismo tiempo hay que darle seguimiento al asunto, porque como es la primera vez que se utilizan estas vacunas, esto hay que relacionarlo con la pandemia porque puede pasar que el virus simplemente se haga más inofensivo o al revés, que se haga mucho más agresivo.
¿Qué les diría usted a las personas que se resisten a vacunarse?
Yo creo que el principal mito que existe es porque las vacunas se hicieron muy rápido. Las personas piensan que esto se empezó a investigar en marzo, pero la respuesta es que eso es falso. La tecnología de la vacuna de ARN se ha investigado desde hace más de 20 años. Las vacunas son el producto de investigación que más se estudian en toda la historia de la humanidad. Se ha tomado muchísimo tiempo en desarrollar las tecnologías, pero estas ya existen como hemos dicho. Hemos tenido dos coronavirus que a nosotros no nos llegaron y por ello ya se tenían las plataformas, los técnicos, el modelaje y la secuenciación genética, entre otros. Es muy sencillo cuando tienes todo montado.
Esta no sería la primera vacuna que se hace. También existe la vacuna del ébola con esta alta tecnología. No creo que nadie haya rechazado la vacuna, porque entienden que el ébola mata al 50% de las personas que le da. Es la misma tecnología y se utiliza el mismo sistema logístico y detrás está la misma ciencia. Eso mismo se tradujo a un virus respiratorio súper infeccioso que ha demostrado que le da salsa a la influenza. Aunque este es un virus muchísimo más mortal que la influenza. Ejemplo, en los últimos cien años han muerto menos de cien personas por influenza. Este año mueren cien personas cada dos días. Es importante poner esas cosas en perspectiva. Cuando pones todo en la mesa, entendemos que es mejor vacunarse.
UN EPIDEMIÓLOGO QUE NO CLAUDICA
Estudio medicina en la Universidad de Panamá
Nombre completo: Arturo Rebollón Guardado
Nacimiento: 28 de abril de 1979
Ocupación: Médico y epidemiólogo
Creencias religiosas: Católico
Estado civil: Casado
Resumen de su carrera: Médico Investigador Poblacional Médico panameño de la Universidad de Panamá y junto a epidemiología y salud pública en la Universidad de South Florida Profesor de posgrado en investigación clínica, epidemiología y atención primaria. Investigador con experiencia en mercadeo social, cáncer, interacción del VIH con violencia doméstica, y análisis geoespacial. Ha publicado múltiples publicaciones científicas y capítulos de libro en salud maternoinfantil indígena con su equipo de la Universidad de South Florida. Actualmente es asesor científico para salud cardiovascular y diabetes para Centro América y el Caribe.
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