Este negocio ha cambiado mucho en las últimas décadas, en parte por la tecnología, que ha desaterrado el trabajo artesanal sobre el mármol o el granito. La impresión digital en porcelánico, que permite «grabar en color cualquier cosa que nos pidan», o el uso de máquinas láser, que posibilitan grabar hasta paisajes, han revolucionado el trabajo de este colectivo. Pardo se considera un artista y artísticas son las lápidas que produce en su taller, desde las más baratas, de unos 260 euros de coste sumando la materia primera y el trabajo, hasta las más normales de entre 500 y 800 euros. También embellece mausoleos. Cuenta que hace poco realizó un panteón en Salamanca de 120.000 euros, «una obra de arte».
Francisco Pardo dice que «el cáncer» de este sector son las compañías de seguros
Se trata de un producto personalizado, en ocasiones básico como el grabado de nombres y fechas, pero en muchos casos con bajorrelieves, figuras o cualquier otra imagen que desee el cliente. El empresario alicantino asegura que el «cáncer» de este sector «son las aseguradoras, que desde hace un par de décadas incluyen en el seguro las lápidas como concepto. Se trata de un producto barato, elaborado en algunas ocasiones por ellos mismos con máquinas de chorro de arena, que está dejando por los suelos nuestro oficio» por la pérdida de negocio.
Crédito: Enlace fuente
Discussion about this post