Un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS, mayo 27/2020) advierte: “El tabaco mata a más de 8 millones de personas cada año. Más de 7 millones de esas muertes son el resultado del consumo directo de tabaco, mientras que alrededor de 1,2 millones son el resultado de la exposición de los no fumadores al humo de segunda mano”. Aparte de los conocidos efectos sobre la salud del hábito de fumar, los residuos de los productos de tabaco generan otros problemas sanitarios y ambientales. Señala la OMS (mayo 30/ 2017): “los residuos de los productos de tabaco son el tipo de basura más numeroso. Cerca de 10.000 millones de los 15.000 millones de cigarrillos vendidos diariamente en el mundo se desechan al medio ambiente”. Y, efectivamente, al caminar por las calles y jardines de las ciudades se ven en los suelos incontables colillas desechadas por fumadores.
Después de fumar queda sobre todo el filtro, que es fabricado con acetato de celulosa. Muchas colillas no recolectadas terminan en los sistemas de alcantarillado y más tarde en ríos y mares; donde afectan la fauna acuática pues liberan “nicotina, metales pesados y otros químicos absorbidos” (Clean Ocean Action). Un informe del Parlamento Europeo señala: “Muchos informes demuestran que, debido a los múltiples componentes tóxicos que contienen, las colillas de cigarrillos son desechos peligrosos” (Colillas de cigarrillos contaminan el medio ambiente, marzo 18/ 2020).
El pasado 20 de julio se radicó en el Congreso un proyecto de ley liderado por el representante a la Cámara Ciro Fernández Núñez y apoyado por otros representantes que “busca establecer la obligación a los productores e importadores de tabaco, cigarrillos, cigarrillos electrónicos, el tratamiento posconsumo para las colillas de cigarrillo, tabaco, picaduras y sus derivados y cualquier otro residuo generado de este producto bajo el principio de Responsabilidad Extendida del Productor”. El proyecto señala que, según cifras de la Alcaldía de Bogotá (2019): “Cerca de 324 toneladas de colillas de cigarrillo se recogen anualmente de las calles de Bogotá, es decir que al día los ciudadanos arrojan más de 5 millones de estos desechos al suelo”. El proyecto realiza un “reconocimiento a la ONG – No Más Colillas Colombia que colaboró en la construcción del articulado y la recopilación de datos…”.
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