Algunos anestesiólogos han olvidado las técnicas correctas para los bloqueos regionales, algunos no usan las batas quirúrgicas, otros no se lavan las manos y solo usan guantes, mientras que otros usan fármacos “off label”.
Jorge Arturo Nava López, presidente del Colegio Mexicano de Anestesiología, formó parte de la sesión extraordinaria de la Academia Nacional de Medicina de México A.C., donde, entre otros puntos, el medular fue el tema de la meningitis en Durango.
Nava López tocó el tema de las técnicas de bloqueos regionales, sus mitos y realidades, y fue claro al señalar que dentro de las complicaciones que suele dejar un bloqueo de este tipo, con la llamada «raquea», es dolor de espalda, cefalea postpunción, retención urinaria, síndrome neurológico transitorio y/o toxicidad sistemática por anestesias locales.
Incluso, una consecuencia puede ser infecciones, una de ellas es la meningitis, la cual estadísticamente se llega a registrar un contagio entre 40 mil procedimientos.
Otra infección es el absceso, en el caso de la punción del espacio peridural, y ahí las cifras son de 15 casos por cada 700 mil procedimientos.
Sin embargo, lo que sucede en Durango se salió de las estadísticas normales.
El presidente del Colegio Mexicano de Anestesiología habló de los errores u olvidos que están haciendo los anestesiólogos durante su trabajo, a tal grado que olvidan el uso correcto de la técnica del bloqueo raquídeo.
Dentro de la técnica correcta de bloqueo se encuentra el lavado de manos, el uso obligatorio de gorro, cubrebocas y ropa quirúrgica estéril, el uso de guantes estériles, la asepsia y antisepsia con materiales adecuados.
También forma parte de esta técnica el realizar los procedimientos con equipo nuevo y estéril, usar los fármacos apropiados por la vía correcta y la vigilancia perioperatoria de efectos adversos.
Sobre el lavado de manos, el especialista señaló que es la herramienta más potente para la prevención de infecciones, y aclaró que el uso de guantes estériles no sustituye el lavado de manos.
“Como mito podríamos decir que todos los anestesiólogos realizamos el correcto lavado de manos, pero en la realidad, un estudio australiano estima que el 3.6 por ciento de los anestesiólogos no se lava las manos previo al procedimiento”, acotó.
Explicó que usar el equipo completo reduce la incidencia de infecciones de un 7.2 a un 2.3 por ciento, y agregó que existen casos documentados de cuatro pacientes con meningitis, después de anestesia espinal, que contrajeron la enfermedad tras uso incorrecto del cubrebocas en anestesiólogos con infecciones faringes.
También explicó que existen técnicas de desinfección que en algunos casos no se cumplen al 100 por ciento.
Lo ideal, comentó el especialista, es el uso del alcohol al 70 por ciento combinado con clorhexidina, pero la realidad es que en algunos lugares no se usa la antisepsia y asepsia adecuada, y se cree que cualquier solución es buena para estos procesos en anestesia neuroaxial.
En el uso de los fármacos, el anestesiólogo señaló que existe una lista de medicamentos aprobados para uso intratecal, pero la realidad es que existe uso de “off label” de múltiples fármacos, y en muchos casos no se cuida la esterilidad.
Los medicamentos «off label» son aquellos prescritos en condiciones distintas de las autorizadas, es decir, son utilizados para un uso que no se ve reflejado en su ficha técnica.
Incluso puso el ejemplo de que en algunos lugares se adquiere un frasco de dexmedetomidina de 200 microgramos, y solo se usan 5 para el bloqueo.
“Es difícil pensar que solo extraen 5 microgramos y desechan los 195 restantes; no se deben de reutilizar los fármacos y eso puede ser otra cosa que favorece las infecciones, la reutilización de fármacos”, comentó.
Por ello, pidió a los anestesiólogos volver a las técnicas correctas para los bloqueos, desde el uso del equipo adecuado, hasta el del medicamento correcto.
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