Juan Manuel Buades Fuster, jefe de Servicio de Nefrología del Hospital Son Llàtzer, ha sido galardonado en los Premios Medicina Siglo XXI 2020. Este nefrólogo especialista en enfermedades renales, hipertensión arterial y prevención de litiasis renal, diálisis y nefrología clínica, ha recibido este premio por su labor clínica con sus pacientes, así como por su gestión e investigaciones.
En una entrevista con Redacción Médica, el jefe de Nefrología del Son Llàtzer ha explicado cómo ha sido recibir este reconocimiento, y sobre la forma en la que ha afectado la pandemia de Covid-19 a la estrategia de la Enfermedad Renal Crónica en las Islas Baleares.
Además, Buades señala cuáles son los principales avances que vivirá el sector de la nefrología en los próximos años. Una serie de innovaciones tecnológicas que van encaminadas a dar una mayor autonomía y calidad de vida a los pacientes de enfermedades renales.
¿Cómo ha sido para usted recibir el Premio Medicina Siglo XXI 2020?
Muy ilusionante, no sé quién me ha presentado en la candidatura, alguien la ha presentado por mí, y no sé quién ha sido. En cualquier caso, por lo que he podido entender, los que han valorado si me merecía el premio o no han sido los pacientes, con lo cual, todo lo que venga de la opinión de los pacientes tiene el máximo valor, más que si te lo dan por otro tipo de motivo.
A pesar de que soy jefe de servicio y más cosas, además de ver pacientes, gestión y realizo otra serie de cuestiones relacionadas con la informática, mi labor y mi verdadera vocación es actuar como médico, esta es la que han premiado con este galardón así que estoy muy contento.
¿De qué forma ha afectado el Covid-19 a la Estrategia de la Enfermedad Renal Crónica en las Islas Baleares, que usted coordina?
Ha parado alguno de los proyectos que teníamos en marcha. En estos momentos estábamos valorando renovar todo lo que es la estrategia de relación con la Atención Primaria. Cada cinco años volvemos a reunirnos y decidimos la estrategia tanto de atención primaria en nefrología, de criterios de derivación y de manejo del paciente en la atención primaria. Todo esto tuvimos que pararlo.
Además, nos ha retrasado el concurso de hemodiálisis domiciliaria que teníamos previsto haberlo puesto este año ya, y todavía no lo hemos hecho. Esas son las dos cosas que más hemos notado. También hemos tenido cambios en las consultas, hemos tenido que incorporar la visita telemática, que es básicamente telefónica, y eso tiene sus consecuencias, algunas buenas y otras no tan buenas.
Con lo aprendido a la fuerza estos meses, ¿cómo cree que va a evolucionar el abordaje del paciente renal en un futuro a medio y largo plazo?
A nivel balear, otro proyecto que es muy importante para nosotros y que también se ha visto afectado es el proyecto Nefrored, que es la red nefrológica de programas informáticos en las cuales todos los hospitales de Baleares utilizamos el mismo programa que es un programa específico para pacientes renales. En este momento, aunque tendríamos que estar 4 hospitales implicados, solo hay dos.
Pero cuando este programa sea una realidad, la capacidad de gestión que vamos a tener de una forma global con lo que es toda la red va a ser muy potente, porque tendremos mucha información disponible y una estructura que nos va a permitir aplicar inteligencia artificial a este tipo de toma de decisiones en pacientes renales. Con lo cual, creo que al final cuando todo esto pase y lleguemos al objetivo que nos habíamos marcado creo que habrá un cambio fundamental en lo que es el manejo del paciente renal en Baleares, porque pasaremos de una visión en la que cada uno hace su trabajo y le envía la información al otro en forma de informes, correos, información telefónica a compartir la información de forma muy estructurada. Yo creo que eso será un cambio radical en la forma de manejar al paciente renal en los próximos años.
¿Qué innovaciones tecnológicas esperan para el tratamiento del paciente renal?
Al final lo que estamos buscando es dar más libertad y más autonomía al paciente renal y evidentemente eso el que mejor lo da es el trasplante, pero también es una realidad que no todos se pueden trasplantar o no todos se trasplantan en el momento que les iría mejor. Entonces para eso necesitamos la diálisis.
Los nuevos adelantos lo que probablemente intentarán es dar más autonomía y más libertad al paciente que se está dializando. En este momento, ya se han desarrollado monitores de diálisis más sencillos para que los pacientes no solo tengan la posibilidad de hacer diálisis peritoneal, que ya hace tiempo que se utiliza, sino incluso hemodiálisis en el domicilio.
Y los siguientes pasos serán que cada vez este tipo de aparatos sean más pequeño, más eficientes, hasta el punto en el que quizás en un tiempo sean implantables. La innovación podría ir encaminada a dar libertad de movimiento al paciente renal, el no tener que ir a un hospital ya es bastante pero el no tener que estar ligado a una máquina ni siquiera en su domicilio también es algo muy importante. Es decir, por ahí van los tiros, por un lado, sería el generar órganos a través de células con la ingeniería de tejidos pero esto quizás esto tardaría más pero sí que se están haciendo pequeños avances en la miniaturización de los monitores o los aparatos de diálisis, hasta el punto que podrían llegar a ser portátiles o implantados.
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