La pandemia y los miedos a contraer el nuevo coronavirus SARS-CoV-2 generó una fuerte merma en las consultas para la detección precoz del cáncer de mama, carcinoma más frecuente en el mundo y la primera causa de mortalidad por cáncer en mujeres.
Esto puso en alerta a los especialistas quienes consideran a esta situación como preocupante. De acuerdo a Sofía Patiño, médica especialista en Diagnóstico por Imágenes e integrante del equipo del Consultorio Radiológico Resistencia, hubo una caída “del 50 por ciento” en el número de personas que se acercan a las clínicas a realizarse los chequeos para evitar complicaciones más severas con esta patología la cual provoca más de cinco mil muertes anuales en Argentina.
“Este es el mes de la lucha contra el Cáncer de Mama y tenemos que recordar que este es el principal cáncer que padecen las mujeres”, afirmó la médica.
Al caracterizar la enfermedad, Patiño señaló que hasta el momento no se conocen las causas por las cuales una persona puede ser diagnosticada con esta patología. “Es por eso que aquí es muy importante la detección precoz. Porque al no conocerse la causa, una no puede prevenir”, afirmó.
“ENFERMEDAD TRAICIONERA”
El cáncer de mama no respeta estadísticas. Puede aparecer en personas que no hayan tenido antecedentes familiares, en mujeres que hayan dado de mamar y también en pacientes jóvenes.
“Después de años de trabajar en todo lo que es la patología mamaria, considero que el cáncer de mama es traicionero. No respeta las estadísticas. Las estadísticas sirven para los libros, para los médicos, para hablarlo en un congreso, pero cada paciente que se acuesta en la camilla deja atrás las estadísticas y tiene su propia historia con la enfermedad”, comentó Patiño.
“Siempre se dice que a partir de los 40 años una tiene que hacerse una mamografía anual. Estoy de acuerdo, pero también es importante el antes de los 40 años, para esas pacientes que tienen 20, 25 o 30 años y saber que tienen otro método de estudio que es la ecografía mamaria”, explicó.
En este sentido, detalló que la ecografía mamaria ayuda sobre todo a estudiar las mamas de las pacientes jóvenes. ¿Qué se logra en estas pacientes? “Conocer como es la mama de esa persona, si tiene quistes, si tiene nódulos, si los nódulos crecen y, además, la paciente se acostumbra a hacerse los controles anuales”, expresó.
“Hoy en día, la mujer a los 30 o 35 años tiene hijos. En ese momento, en general, se dedican a la familia y al trabajo y se olvida de ocuparse de ella y de hacerse los controles. Si esa paciente no está acostumbrada o no hizo la rutina de hacerse los controles todos los años, es muy difícil que arranque a los 35 años. Tiene que estar muy asustada para eso”, reconoció.
“Lo que queremos los médicos es que las mujeres desde jóvenes conozcan sus mamas, aprendan a hacerse el autoexamen, se acostumbren a fijar una fecha en el año para poder hacerse los controles. Y respeten estos controles aun teniendo hijos chicos. Por eso para mí es importante saltar un poco lo que diga la estadística, lo que diga el libro. Porque cuando una tiene el cáncer de mama, lo que dice la estadística o el libro, ya no interesa”, sostuvo.
“LA TECNOLOGÍA IMPORTA”
Cómo especialista en Diagnóstico por Imágenes, Patiño subrayó la importancia que tiene para la detección precoz del cáncer de mama que el lugar en donde se realicen los estudios cuente con equipos de alta calidad y personal con experiencia.
“Si buscamos algo chiquito, como un nódulo de 3 o 5 milímetros, necesitamos mucha tecnología. Y en esto voy a hacer hincapié: la tecnología es muy importante. Equipos con alta resolución, lugares donde hagan mamografías de calidad, ecógrafos digitales. Elijan el lugar que elijan siempre hay que ver el tema de la tecnología”, afirmó.
Recomendaciones a tener en cuenta para una detección precoz
La doctora Sofía Patiño, realizó una serie de recomendaciones a tener en cuenta para poder detectar a tiempo esta patología. En primer lugar, señaló que los nódulos mamarios no duelen y es por eso que no hay que esperar a que la persona presente síntomas para realizarse los estudios.
“No hay que confiarse de los nódulos que no duelen porque el cáncer de mama no duele. Cuando duele es cuando ya está avanzado y afectó alguna estructura vecina, llámese músculo o hueso. El hecho de que uno no sienta dolor o no tenga algún síntoma, no significa que no tenga oculto un pequeño cáncer que esté desarrollándose”, explicó.
En este sentido, recordó que los síntomas de un cáncer de mama son: nódulo palpable, retracción del pezón, cambios en la piel, piel de naranja o enrojecimiento, aumento de tamaño de la glándula mamaria, aparición de algún ganglio o bulto en la axila y secreción por el pezón.
“Lo que queremos es llegar a ese cáncer que la paciente todavía no notó. Y esto lo hacemos para intentar cambiar la conducta terapéutica y las decisiones quirúrgicas y que sea más llevadero para la paciente”, indicó.
Otro de los mitos que hay alrededor de estos estudios es que muchas mujeres no se acercan a realizárselo por el dolor que les provoca. “La mamografía es un estudio compresivo que puede ocasionar alguna molestia”, reconoció la especialista. “De todos modos, ahora con las nuevas tecnologías, no es una compresión manual exagerada, sino que los equipos cada vez vienen mejor por lo tanto la compresión es mucho menor”, aclaró.
En este sentido, indicó que es importante que cada la paciente concurra a hacerse los estudios evitando que coincida con los días en los cuales el ciclo menstrual provoca molestias en las mamas, algo que ocurre en un porcentaje importante de mujeres.
“Muchas veces, en el período pre menstrual, en la segunda parte del ciclo, luego del día 15, ya duele la mama, está más sensible, está como más congestionada. Entonces la compresión ahí duele más. Es importante por eso realizar la mamografía en los primeros días del ciclo menstrual. Si la paciente no tiene ningún dolor durante todo el mes, se lo puede hacer”, puntualizó.
El antecedente familiar es un dato clave a tener en cuenta. Pero no es el único. Si bien el consenso entre especialistas apunta a que las mujeres deben realizarse una mamografía anual a partir de los 40 años, Patiño explicó que cuando hay antecedente familiar se debe comenzar con los estudios 10 años antes.
“Si tu madre tuvo cáncer de mama muy joven, más aún. Hay que ir al mastólogo y empezar con los controles”, señaló. “Pero si no tuviste a nadie en tu familia con cáncer de mama, no significa que no estás exenta de tener nada. No hay que confiarse”, dijo.
Por otra parte, pidió que cada mujer elija un ginecólogo de confianza donde una pueda preguntar lo que necesita saber “y el médico pueda realizarle el examen de forma minuciosa y una esté conforme con eso y se sienta bien”. “El ginecólogo es un médico muy especial para las mujeres porque nosotras necesitamos hacer preguntas, sacarnos la duda y todo lo referido a lo ginecológico”, explicó.
AUTOEXAMEN
Otra acción fundamental es el autoexamen. En este sentido, Patiño explicó cómo hacerlo. “Cuando una está en la ducha, con la mano enjabonada, empezar a hacer movimientos circulares, como tocando el piano. Empezando por el pezón, yendo hacia la parte más periférica. Y ahí una puede notar si hay algún nodulito o algo. Por más que no duela, hay que estudiar”, señaló.
Otro punto a tener en cuenta es la necesidad de que las pacientes sean meticulosas y estrictas con los chequeos anuales. “Deben determinar una fecha o un mes en el cual todos los años se va a hacer el examen de rutina, sea ecografía, mamografía o el estudio que requiera. Es muy importante que cada paciente sea responsable de sus controles. Que no lo olvide”, pidió.
También advirtió sobre la importancia de elegir una clínica de calidad, con alta tecnologías y médicos y médicas con experiencia.
Crédito: Enlace fuente
Discussion about this post