Al terminar 2021 micron se extenda por el mundo: los gobiernos reintroducan medidas drsticas que incluyeron el cierre de empresas en pases como Holanda, toques de queda en Irlanda y restricciones a los viajes en todos los pases para intentar detener que el tsunami micron llenase de nuevo los hospitales.
Pese a todo, la nueva variante se propag exponencialmente y termin por ser mayoritaria. Pero esta vez el colapso afect a la atencin primaria y se confirmaba en poco tiempo que se trataba de una nueva versin del virus ms contagiosa, pero mucho ms leve, que dinamit las estrategias de salud pblica concebidas previamente para detener las variantes precedentes, alfa, beta y gamma, cuya trascendencia epidemiolgica y clnica ha sido muy diferente.
En este contexto, la Organizacin Mundial de la Salud (OMS) reconoca el 23 de diciembre, cuando pases como Espaa recuperaban la mascarilla obligatoria en exteriores, algo que hasta entonces haba evitado decir: el virus SARS-CoV-2 se transmite por el aire.
Un cambio trascendental
La declaracin supuso un cambio trascendental para la OMS, que haba tuiteado categricamente al principio de la pandemia, «ES UN HECHO: #COVID19 NO se transmite por el aire«, expresando la negativa en letras maysculas como para eliminar cualquier duda, recuerda Nature en un artculo en el que repasa cmo la evidencia cientfica con el Covid ha afectado la trayectoria hasta entonces intachable de una de las principales autoridades mundiales en control de enfermedades y acceso a la salud y medicamentos.
Al poco de declarar la pandemia, la OMS era tajante: el Covid se propaga como otras enfermedades respiratorias mediante gotas de flgge y aerosoles emitidos por las personas al toser, estornudar o hablar: partculas microscpicas, slidas o lquidas, que se encuentra en suspensin en estado gaseoso.
En estos momentos el SARS-CoV-2 era un virus nuevo y desconocido, se ignoraban muchos aspectos y, al inicio de la pandemia, y su comportamiento fue comparado con el de otros coronavirus ms cercanos y parecidos (como el SARSCoV-1), por lo cual se recomendaron las mismas medidas de prevencin.
Pero se trataba de una suposicin basada en enseanzas previas de control de infecciones respiratorias mantenidas desde hace dcadas. La OMS recomendaba ms de un metro de distancia interpersonal, considerada suficiente en esos momentos para que las gotitas y aerosoles cargados de virus cayeran al suelo y no pudieran contagiar, adems del lavado de manos y la desinfeccin de superficies para detener la transferencia de gotas a los ojos, la nariz y la boca.
Pero la declaracin del pasado mes de diciembre destierra esta teora previa, y reconoce al virus del Covid como un agente infeccioso «transmitido por el aire», una etiqueta reservada durante mucho tiempo solo para un puado de los patgenos ms virulentos del mundo, incluidos el sarampin, la varicela y la tuberculosis.
El cambio pone el mensaje de la OMS en lnea con lo que un coro de expertos en aerosoles y salud pblica ha estado tratando de decir desde los primeros das del brote: muchos denunciaban la lentitud y reticencias de la OMS para concluir sin ambages, que el SARS-CoV-2 est en el aire. Las entrevistas realizadas por Nature con docenas de especialistas en transmisin de enfermedades sugieren que «la renuencia de la OMS a aceptar y comunicar evidencia de transmisin area se bas en una serie de suposiciones problemticas sobre cmo se propagan los virus respiratorios«.
Por ejemplo, incluso en medio de la rpida evolucin de la epidemia, la OMS descart los informes de epidemiologa a partir de trabajos campo como prueba de transmisin area porque «la evidencia no era definitiva», algo que es difcil de lograr rpidamente durante un brote.
Otros crticos con la OMS mantienen que este organismo, dependiente de Naciones Unidas, se basa en un grupo reducido de expertos, muchos de los cuales no han estudiado la transmisin area, y que evit un enfoque ms certero de precaucin que podra haber protegido a innumerables personas en las primeras etapas de la pandemia.
Los crticos con la OMS mantienen que su inaccin provoc que las autoridades sanitarias de pases de todo el mundo fueran igualmente lentas para abordar la amenaza area. «Y aunque fue cambiando su posicin gradualmente en los ltimos dos aos, la OMS tampoco lo comunic adecuadamente», sealan. Como resultado, no enfatiz lo suficientemente temprano y con claridad la importancia de la ventilacin y la mascarilla en interiores, medidas clave que pueden prevenir la propagacin del virus por el aire. Lidia Morawska, cientfica de aerosoles de la Universidad Tecnolgica de Queensland en Brisbane, Australia, intent convencer a la OMS y otras agencias de salud de la amenaza estaba en el aire. La transmisin area era «obvia» desde febrero de 2020 y omitirla en las pautas oficiales fue desastroso.
Incluso hoy la creciente evidencia sugiere que el coronavirus se transmite por el aire, pero los consejos de salud no se han puesto al da
Pero Dale Fisher, mdico especialista en enfermedades infecciosas del Hospital Universitario Nacional de Singapur y presidente del comit directivo de la Red Global de Alerta y Respuesta ante Brotes Epidmicos de la OMS, no cree que la confusin sobre si el virus se transmite por el aire haya tenido un impacto determinante en la forma en que el la pandemia ha terminado. «No es la causa de la catstrofe que hemos vivido», mantiene.
Algunos otros investigadores defienden la respuesta de la agencia, dada la rpida evolucin de la situacin. Mitchell Schwaber, mdico especialista en enfermedades infecciosas del Ministerio de Salud de Israel y asesor externo de la OMS, seala al respecto que «se demostr que muchas de las suposiciones que tenamos sobre este virus eran falsas. Nosotros siempre, siempre estbamos aprendiendo cosas nuevas«.
Dar respuestas
Dar respuesta a este debate sobre cmo evaluar la transmisin de virus respiratorios es importante, dicen los investigadores, porque no se puede descartar que una variante ms letal del SARS-CoV-2 pueda surgir en cualquier momento, y es casi seguro que nuevos virus respiratorios afectarn a la humanidad en algn momento. Y no est claro si la OMS y el mundo estarn listos.
En los ltimos das de marzo de 2020, Morawska se puso en contacto con docenas de colegas, una mezcla internacional de cientficos de aerosoles, especialistas en enfermedades infecciosas e ingenieros de construccin y ventilacin, para concienciar respecto a la amenaza area del SARS-CoV-2. El 1 de abril de 2020 el grupo envi un correo electrnico exponiendo su caso a Michael Ryan, director del Programa de Emergencias Sanitarias de la OMS, y a Maria Van Kerkhove, directora tcnica de la respuesta de la OMS a la COVID-19, explica Nature.
En una hora, la agencia estaba al telfono. Dos das despus, el grupo asisti a una videoconferencia con miembros del Programa de Emergencias Sanitarias y el Grupo de Desarrollo de Orientacin para el Control y la Prevencin de Infecciones (IPC-GDG, en sus siglas inglesas), un grupo externo de unos 40 mdicos e investigadores que asesora a la OMS sobre la contencin de infecciones, especialmente en hospitales. En el momento de la reunin, ms de un milln de personas se haban infectado con el SARS-CoV-2 y 54.000 haban muerto. La transmisin comunitaria se desenfren en varios pases.
Morawska defendi que haba evidencia slida de que las personas se estaban infectando incluso cuando estaban a ms de un metro, la distancia segura recomendada por la OMS de una persona contagiosa, y estudios previos haban demostrado cmo la mucosidad de las vas respiratorias de una persona puede emitirse en aerosoles al hablar y acumularse en espacios cerrados. Morawska se sinti rechazado por la OMS y sus asesores. «No tena la sensacin de que estuvieran tratando de ver esto desde nuestra perspectiva», dice.
Ella y otras personas que estudian los aerosoles y la transmisin de enfermedades en el aire dicen que estos expertos de la OMS no tienen experiencia en evaluar este tipo de transmisin porque la mayora de sus miembros se han centrado en controlar las infecciones en los hospitales. «En el momento de la reunin del 1 de abril, nadie en el GDG del IPC haba estudiado este tipo de transmisin de enfermedades», dicen los crticos.
«Si se trata de una enfermedad nueva, es mejor incluir a todos», mantiene Yuguo Li, ingeniero ambiental de edificios de la Universidad de Hong Kong, cuyo estudio del brote de SARS en 2002-2003 haba concluido que el virus responsable, el SARS-CoV, probablemente se propag a travs de un vuelo areo. Sospech que el SARS-CoV-2 tambin estaba en el aire, aunque inicialmente pens que solo era probable una transmisin area de corto alcance.
Marcel Loomans, fsico de calidad del aire interior de la Universidad Tecnolgica de Eindhoven en los Pases Bajos, dice que a menudo es difcil encontrar puntos en comn entre las dos disciplinas. «Desde el punto de vista mdico, no saban cmo se comportan los aerosoles en el aire y qu puede hacer la ventilacin», dice.
Haba desacuerdo incluso para emplear determinados trminos cientficos. Los expertos en control de infecciones han trazado durante mucho tiempo una lnea clara entre los virus de las gotitas y los que se transmiten por el aire, considerando que solo estos ltimos son capaces de viajar lejos y permanecer en el aire. «El sesgo dogmtico ha influido, sin duda, en gran parte», dice Don Milton, mdico de salud ocupacional que estudia la transmisin de enfermedades infecciosas por aerosoles en la Universidad de Maryland en College Park. Dice que «estaba decepcionado, pero no sorprendido, por la inaccin de la OMS para abordar la amenaza area despus de la reunin del 1 de abril. «Simplemente estoy familiarizado con la forma de pensar de la profesin mdica», dice.
Toser, hablar, manos y superficies
El 23 febrero 2020 la OMS no mencionaba la transmisin por medio de aerosoles ni que el virus pueda propagarse a distancias de ms de un metro o permanecer en el aire.
«La enfermedad puede transmitirse de persona a persona a travs de pequeas gotas de la nariz o la boca que se transmiten cuando una persona con Covid-19 tose o exhala. Estas gotas caen sobre objetos y superficies alrededor de la persona. Luego, otras personas se contagian al tocar estos objetos o superficies y luego tocarse los ojos, la nariz o la boca. Las personas tambin pueden contagiarse si inhalan gotitas de una persona que tose o exhala gotitas. Por eso es importante mantenerse a ms de 1 metro (3 pies) de distancia de una persona enferma». Hoy da este consejo est superado por la evidencia, pero sigue habiendo vigentes protocolos de salud pblica basados en l.
Pero Schwaber, que preside el IPC GDG, recuerda la reunin de manera diferente. «Nos tomamos muy en serio los temas que plantearon en la reunin y les respondimos», dice. «Nada ni nadie estaba siendo ignorado«.
En ese momento, dice, la evidencia disponible sugera que las precauciones en el aire en los hospitales, incluidas las mascarillas N95 para el personal sanitario, los visitantes y los pacientes, eran innecesarias. Aun as, «ante el aumento vertiginoso de muertes entre los mdicos y enfermeras de primera lnea, la mayora de los hospitales y agencias de salud adoptaron estas precauciones en sus salas de Covid-19, as como protecciones menos estrictas, como usar mascarillas quirrgicas en otras reas del hospital».
Mark Sobsey, un microbilogo ambiental de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill que es miembro del IPC GDG, dice que, especialmente en los primeros das, las preocupaciones presentadas a la OMS sobre la transmisin area eran «en gran parte infundadas» y carecan de evidencia creble, como el aislamiento de partculas de virus infecciosos a partir de muestras de aire. Los datos epidemiolgicos de las investigaciones de brotes fueron «especialmente dbiles», dice.
Segn Trish Greenhalgh, investigadora de salud de atencin primaria en la Universidad de Oxford, Reino Unido, los miembros del GDG del IPC se guiaron por su capacitacin mdica y las conclusiones clnicas dominantes sobre cmo se propagan las enfermedades respiratorias infecciosas; result que no era as en el caso del SARS-CoV-2 y tambin podra ser inexacto para otros virus.
«Estos sesgos llevaron al grupo a descartar informacin relevante, por ejemplo, de estudios de aerosoles en laboratorio e informes de brotes. Por lo tanto, el GDG del IPC concluy que la transmisin por el aire era rara o improbable fuera de un pequeo conjunto de procedimientos mdicos que generan aerosoles, como poner un tubo de respiracin a un paciente».
Ese punto de vista est claro en un comentario de miembros del IPC GDG, incluidos Schwaber, Sobsey y Fisher, publicado en agosto de 2020. Los autores descartaron la investigacin que usaba modelos de flujo de aire, informes de casos que describan la posible transmisin por el aire y resmenes de evidencia de transmisin por el aire, etiquetando dichos informes como «artculos de opinin». En cambio, concluyeron que «el SARS-CoV-2 no se propaga por va area en una medida significativa«.
Todos los datos
En efecto, el grupo no analiz a situacin que se iba imponendo, dice Greenhalgh. «Tienes que explicar todos los datos, no solo los que has elegido para respaldar tu punto de vista«, y la hiptesis aerotransportada es la que mejor se ajusta a todos los datos disponibles.
Un ejemplo que cita es la propensin del virus a transmitirse en «eventos de superpropagacin», en los que numerosas personas se infectan en una sola reunin, a menudo por una sola persona. «Nada explica algunos de estos eventos de superpropagacin, excepto la propagacin de aerosoles», mantiene Greenhalgh.
A lo largo de 2020 tambin se fue imponiendo la evidencia de que los espacios interiores presentaban un riesgo de infeccin mucho mayor que en exteriores. Un anlisis de los brotes informados registrados hasta mediados de agosto de 2020 revel que las personas tenan 18 veces ms probabilidades de infectarse en interiores que en exteriores. «Si las gotas o las manos sucias hubieran sido los principales vehculos de transmisin del virus, no se habra observado una discrepancia tan fuerte».
Aunque la OMS minimiz el riesgo de transmisin area, invit a Li a ser miembro del IPC GDG despus de que habl con el grupo a mediados de 2020. Si la organizacin no hubiera estado al menos abierta a su opinin de que las infecciones eran causadas por aerosoles, especialmente a corta distancia, «no me habran invitado, porque conocan mi posicin», argumenta.
Aun as, a Li le ha decepcionado que la OMS se demosase hasta octubre de 2020 en reconocer que los aerosoles desempean un papel en la transmisin de enfermedades en entornos comunitarios. «Y en sus pautas actualizadas sobre el uso de mascarillas, en diciembre de 2020, la agencia an enfatiz las deficiencias y lagunas en la evidencia de transmisin por aerosol, y la necesidad de ms «investigacin de alta calidad» para comprender mejor cmo se propaga el virus. «No fue hasta finales de abril de 2021 cuando el aerosol de largo alcance la transmisin se agreg a una seccin de preguntas y respuestas de la web de la OMS sobre cmo se propaga el virus. Y el trmino aerotransportado no se agreg, oficialmente, hasta diciembre de 2021.
Algunos cientficos sealan que la decisin de la OMS de clasificar el SARS-CoV-2 como transmitido por el aire, por tarda que fuera, es trascendental porque pone patas arriba la visin establecida de la transmisin de virus respiratorios que prevaleci cuando hasta el comiendo de la pandemia: que casi todas las enfermedades infecciosas se transmiten por gotitas, no por el aire.
Un enfoque conservador
Los investigadores dicen que este cambio es particularmente importante porque la OMS, generalmente, adopta un enfoque conservador. «Lo que dice la OMS normalmente se basa en un consenso de asesoramiento y opinin de expertos», dice Christopher Dye, un epidemilogo que se desempe como asesor cientfico del director general de la agencia hasta 2018.
El Covid rara vez se propaga a travs de las superficies. Entonces, por qu se mantienen los protocolos de desinfeccin y limpieza rigurosa?
Y aunque la OMS ha recibido fuertes crticas por la forma en que evalu la transmisin del SARS-CoV-2, a algunos investigadores no les sorprende la respuesta de la agencia. «La comunidad internacional busca en la OMS alertas tempranas de brotes de enfermedades. Pero cuando se trata de ciencia, la agencia «considera que su papel es certificar el consenso de expertos actual, no (generalmente) promover nuevos conocimientos innovadores«, dice Peter Sandman, un especialista independiente en comunicacin de riesgos con sede en Nueva Jersey que ha trabajado como consultor de la OMS. «Los individuos, los gobiernos y los organismos de salud pblica buscan un GDG de la OMS, no conjeturas. Estn buscando a un GDG de la OMS para que brinde orientacin. Que todo lo que decimos pueda estar respaldado por pruebas«.
Una posicin difcil
La OMS es atacada con frecuencia, «para que entiendas por qu son reacios al riesgo», seala Tom Frieden, presidente de la iniciativa de salud global Resolve to Save Lives y exjefe de los Centros para el Control y la Prevencin de Enfermedades (CDC) de EEUU. Frieden critica algunos aspectos de la respuesta pandmica de la OMS, incluida la lentitud para recomendar el uso de mascarillas. En momentos de urgencia, la OMS «est en una posicin difcil».
En 2009, por ejemplo, fue acusado de ser alarmista por el brote de influenza porcina H1N1 que se extingui con pocas vidas perdidas. «La OMS recibi un duro golpe por eso», dice Dye, aunque cree que la agencia hizo bien en ser cautelosa y declarar una emergencia de salud pblica de inters internacional.
La virloga May Chu, miembro del IPC-GDG en la Escuela de Salud Pblica de Colorado en Aurora, dice que la OMS tiende a ser bastante conservadora en sus recomendaciones para evitar publicar informacin que luego resulta ser incorrecta. «No se puede dar marcha atrs» en los consejos, aade Fisher, porque «entonces se pierde toda la credibilidad«.
La gravedad de la situacin podra haber hecho que la OMS fuera an ms cautelosa en sus pronunciamientos, segn la socia de Sandman, Jody Lanard, una especialista independiente en comunicacin de riesgos que tambin trabaj con la OMS en el pasado.
Pese a estas acusaciones que sugieren que la OMS podra estar anquilosada, en situaciones anteriores, como durante el brote de bola en frica occidental y en las campaas de vacunacin contra la poliomielitis, la OMS fue ms gil que durante la pandemia de Covid-19, dice Lanard. «Fueron capaces de cambiar su enfoque o probar cosas diferentes», dice Lanard.
Pero durante la pandemia «es muy tentador ser muy, muy cauteloso«, porque sus recomendaciones afectarn a millones de vidas. Loomans y otros se preguntan por qu, cuando aumentaba la preocupacin de que el SARS-CoV-2 pudiera transmitirse por el aire, la OMS no adopt un enfoque de precaucin al reconocer la posibilidad de diferentes riesgos, incluso sin pruebas definitivas.
De persona a persona
Y en mayo de 2021, el Panel Independiente para la Preparacin y Respuesta ante Pandemias (IPPPR), un organismo establecido por la OMS un ao antes para revisar las acciones de la agencia al comienzo de la pandemia, critic a la OMS por no aplicar el principio de precaucin a otro aspecto crucial de la transmisin: si podra propagarse de persona a persona. «Existe un caso para aplicar el principio de precaucin en cualquier brote causado por un nuevo patgeno que resulte en infecciones respiratorias y, por lo tanto, para asumir que la transmisin de persona a persona ocurrir a menos que la evidencia indique especficamente lo contrario», dijo el IPPPR en su informe de 2021.
En la prctica, aplicar el enfoque de precaucin a la cuestin de cmo se transmite el SARS-CoV-2, o cualquier patgeno recin surgido, significara suponer inicialmente que todas las rutas de transmisin son posibles. «Ese debera ser su punto de partida, y luego puede trazar rutas si est seguro», dice Loomans.
Pero Schwaber dice que este enfoque conlleva riesgos. «Decir que en funcin del mayor beneficio para pacientes y trabajadores sanitarios hay invocar el principio de precaucin, tambin implicara que no hay inconveniente en invocarlo«, dice. Tomar todas las precauciones contra la transmisin area requerira cambios importantes en los hospitales, como el uso de salas de aislamiento con presin de aire negativa y mscaras N95 incmodas para todo el personal y visitantes. Dichos cambios deben sopesarse con la evidencia de que son necesarios.
Sobsey dice que la OMS adopt el principio de precaucin, en parte debido al consejo de los cientficos de aerosoles. Es por eso la agencia declar en julio de 2020 que no se poda descartar la transmisin area y por eso comenz a poner ms nfasis en la ventilacin como medida de proteccin, a pesar de que la evidencia de transmisin area era dbil en ese momento.
«No estn totalmente equivocados», dice Li sobre quienes afirmaron que haba lagunas en la evidencia de transmisin area, especialmente en distancias ms grandes. «No est nada mal buscar pruebas cientficas slidas», dice, pero «cuando ves una propagacin tan significativa, hay que seguir esperando un buen artculo de Nature o Science?», se pregunta.
Otros fueron ms rpido
Otras organizaciones de salud se movieron ms rpido que la OMS a pesar de la incertidumbre. En febrero de 2020, el Centro Chino para el Control y la Prevencin de Enfermedades se puso en contacto con Li para obtener asesoramiento sobre el aire acondicionado en edificios pblicos y en el transporte pblico. A sugerencia de Li, dice, el centro recomend maximizar el flujo de aire en los edificios desde el exterior, para ayudar a eliminar cualquier contagio areo. En ese momento Li no pens que la ventilacin reducira sustancialmente la infeccin de un virus que sospechaba que se transmita por el aire solo en distancias cortas, una suposicin que luego refut. Pero recomend mejorar la ventilacin porque «siempre apoyo un enfoque de precaucin».
Problemas de comunicacin
Una cosa que todava falta, dice Jimnez, es una campaa de comunicacin clara de la OMS. Su director general, Tedros Adhanom Ghebreyesus, reconoci los desafos en su discurso de apertura en la conferencia mundial de la agencia sobre comunicacin cientfica durante emergencias sanitarias, el 7 de junio de 2021. «Los procesos cientficos, la toma de decisiones en un contexto de emergencia y la comunicacin masiva no encajan juntos fcilmente», dijo Tedros, y agreg que «la investigacin de alta calidad lleva tiempo, pero el tiempo es algo que no tenemos en una emergencia«.
Durante los primeros meses de la pandemia, la OMS estaba librando batallas en otros frentes. Mientras lidiaba con la escasez de equipos de proteccin y ventiladores, tambin se enfrentaba a informacin errnea sobre tratamientos no probados para el Covid-19 y amenazas de EEUU de retirar su financiacin de la organizacin.
Pero los crticos dicen que incluso dos aos despus de la pandemia, la OMS no ha comunicado claramente los riesgos de la transmisin area. Y, tal vez como resultado, los gobiernos de todo el mundo dedicaron gran parte de la pandemia a concentrarse en lavarse las manos y limpiar superficies, en lugar de en la ventilacin y el uso de mascarillas en interiores. «La cacofona de mensajes cambiantes sin duda ha contribuido en gran medida a la resistencia a las mascarillas y otras medidas», dice Jimnez.
El 15 de diciembre de 2021, menos de dos semanas antes del ltimo cambio de redaccin en el sitio web de la OMS, Jimnez hizo un llamado en Twitter para obtener evidencia de cmo los gobiernos y las organizaciones «no saben cmo proteger a sus ciudadanos o usan la ambigedad de la OMS para evitar hacerlo«. Enumer ms de 100 ejemplos en los que los consejos de salud en ese momento estaban en discordancia con las precauciones que se deban mantener respecto a la transmisin area, lo que indica que el mensaje no se filtraba desde la agencia.
Jimnez ha seguido recibiendo este tipo de ejemplos. «Esa es la arrogancia, un poco, de lo que es la OMS», dice Chu. «Una vez que publicas [nueva gua], es bastante pasivo. Esperan que vengas a su web. No necesariamente lo transmiten«.
Pero eso es exactamente lo que se necesita, dice Jimnez, especialmente dadas las primeras comunicaciones que an persiguen a la agencia, como su tuit sobre que el Covid-19 no se transmite por el aire. «Sin duda, le debemos la persistencia de la desinformacin a ese anuncio de la OMS en un momento en que todos estbamos asustados y con muchas ganas de querer protegernos«, dice Jimnez.
La agencia defiende sus acciones durante toda la pandemia. En una declaracin a Nature el mes pasado, un portavoz dijo: «La OMS ha buscado la experiencia de ingenieros, arquitectos y aerobilogos junto con experiencia en enfermedades infecciosas, prevencin y control de infecciones, virologa, neumologa y otros campos desde los primeros das del Covid-19. En agosto de 2020, establecimos el Panel Asesor de Expertos en Control Ambiental e Ingeniera (ECAP) para Covid-19 para proporcionar contribuciones de expertos a travs de la evaluacin y la interpretacin crtica de la evidencia disponible relacionadas con cuestiones tcnicas relevantes, incluida la gestin de la calidad del aire interior y la ventilacin como medida de control de ingeniera en el contexto de Covid-19».
La organizacin dice que la orientacin inicial cubra las precauciones en el aire en entornos de atencin mdica, pero seala que: «a medida que se ha ampliado la evidencia sobre la transmisin hemos aprendido que las partculas infecciosas de menor tamao conocidas como aerosoles tambin juegan un papel en transmisin en entornos comunitarios, y la OMS ha adaptado su gua y mensajes para reflejarlo en la actualizacin de diciembre de 2020 de nuestra gua sobre mascarillas».
En respuesta a los crticos que dicen que no ha destacado adecuadamente los cambios que ha realizado con respecto a los riesgos de transmisin area, la OMS dice que ha realizado alrededor de 250 conferencias de prensa y cientos de eventos en vivo en las redes sociales durante la pandemia. Agrega que tambin difunde informacin a travs de los canales de las redes sociales, reuniones con mdicos y listas de correo para cientficos.
Eso no es suficiente, segn algunos investigadores. Stephanie Dancer, microbiloga de la Universidad Edinburgh Napier, Reino Unido, dice que la OMS debe tener clara su posicin para que otros sigan su ejemplo. «Tienen que mostrar verdadera fuerza de carcter y ponerse de pie y decir: ‘Nos equivocamos’. Vamos a hacerlo bien. Aqu est nuestro prximo conjunto de pautas. Aqu es donde vamos a ir. Esto es lo que recomendamos'».
Mal comienzo
Parte del problema fue cun enftica fue la OMS al comienzo de la pandemia, dice Heidi Tworek, historiadora y especialista en polticas pblicas de la Universidad de Columbia Britnica en Vancouver. «Desafortunadamente, decir tajantemente que el Covid no estaba en el aire ha supuesto que despus haya tenido que escalar una enorme colina para deshacer eso».
Saber cambiar de opinin y admitirlo
Desde el principio, la OMS y otras autoridades de salud pblica y los gobiernos deberan haber enfatizado que el SARS-CoV-2 era un nuevo coronavirus y que las pautas cambiaran inevitablemente, dice. «Y cuando lo hacen, es algo bueno, porque significa que sabemos ms».
«Realmente estamos hablando aqu de dos fallos, no de uno», dice Sandman. «Ser reacio a cambiar de opinin y ser reacio a decirle a la gente que he cambiado de opinin«. Al igual que otras organizaciones cientficas y de salud pblica, la OMS «teme perder credibilidad por reconocer que se equivoc».
Pero cuando Lanard trabaj con la OMS en 2005 para redactar sus pautas de comunicacin de riesgos, se elimin del borrador final un principio que defenda: admitir errores cuando ocurran. Ella dice que hubo buenas razones detrs de esa decisin, incluido que los funcionarios de salud en algunos pases podran haberse enfrentado a penas de prisin, o algo peor, si hubieran promovido informacin de la OMS que result ser incorrecta.
Funcionarios y asesores cientficos de varios pases han recibido amenazas de muerte durante la pandemia. «Inevitablemente, a veces te equivocars», dice Frieden. Y la OMS est en una posicin que significa que «hagan lo que hagan, son atacados«, dice.
Quedan dudas respecto a la transmisin por el aire
Entre los cientficos sigue habiendo dudas sobre qu parte de la transmisin de Covid-19 se transmite por el aire. Sobsey dice que los investigadores an deben encontrar evidencia de que la ruta area hace «una contribucin importante a la carga general de enfermedades».
Otros estn convencidos de que predomina la transmisin area. La Oficina de Poltica Cientfica y Tecnolgica de EE. UU. expres un contundente apoyo a esta postura el 23 de marzo, cuando su jefa, Alondra Nelson, emiti una declaracin llamada ‘Aclaremos el aire sobre Covid’, que deca que «la forma ms comn en que se transmite Covid-19 de una persona a otra es a travs de diminutas partculas del virus suspendidas en el aire interior durante minutos u horas despus de que una persona infectada haya estado all».
Tambin se examinarn otros virus sospechosos de estar en el aire, incluidos los virus de la influenza y el resfriado comn. En septiembre de 2021, los Institutos Nacionales de Salud de EE. UU. le otorgaron a Milton una subvencin multimillonaria para realizar ensayos que determinarn si las rutas por el aire o por gotitas conducen a la infeccin por influenza.
Li dice que hay un reconocimiento mucho mayor de la transmisin area debido a la pandemia de Covid-19 y la investigacin en los prximos aos probablemente mostrar que la mayora de los virus respiratorios pueden propagarse de esta manera. Por lo tanto, «todo el mundo estar ms alerta ante la posibilidad de una amenaza en el aire cuando comiencen a propagarse enfermedades infecciosas antiguas o nuevas».
Tambin en la OMS, las actitudes han cambiado, segn Sobsey. «Creo que ha habido un cambio radical en la mentalidad de la OMS como consecuencia de la experiencia con este virus», dice, «que es: ser ms precavido, incluso si no est seguro«.
Durante gran parte de 2020 la Organizacin Mundial de la Salud (OMS) se aferr a la idea de que el SARS-CoV-2, el virus que causa el Covid-19, se propaga a travs de gotitas ‘respiratorias’ relativamente grandes que expulsan las personas infectadas al toser, estornudar o hablando. Estas gotas contaminan las superficies cercanas o se inhalan, por lo que la OMS enfatiz la importancia de lavarse las manos y desinfectar las superficies.
La agencia tard muchos meses en reconocer que el virus podra viajar en partculas diminutas llamadas aerosoles que pueden propagarse ampliamente y permanecer en el aire. Y pasaron casi dos aos hasta que la OMS declarara claramente que el virus se transmite por el aire.
Nature 604, 26-31 (2022) doi: https://doi.org/10.1038/d41586-022-00925-7
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