“Actualmente la necesidad de administración terapéutica de Vitamina D en cuadros de covid-19 no está demostrada, pero si está en estudio en numerosas partes del mundo. Los resultados son alentadores, es decir, la ingesta de vitamina D podría tener influencia positiva en el curso de la infección por covid-19, en sus complicaciones respiratorias e inclusive en otros cuadros infecciosos equivalentes”, señaló la Dra. Virginia Busnelli (MN 110.351), médica especialista en nutrición y directora del Centro de Endocrinología y Nutrición CRENYF.
La doctora resaltó que el riesgo de salud relacionado con la pandemia actual de covid-19 está vinculado no solo con la exposición al virus, sino también con cómo está el sistema inmune de cada individuo y cómo responde a la enfermedad. “Esto hace que en este último tiempo la vitamina D asumiera un gran protagonismo”, indicó la médica especialista en nutrición.
Por años, no se le ha prestado mucha atención a la presencia y a los niveles de este nutriente en sangre, pero es cada vez más frecuente el control como parte de los análisis de rutina anual.
La Dra. Busnelli explicó que la vitamina D es liposoluble, necesaria y fundamental para la salud, en especial para la salud ósea, en todas las etapas de la vida.
Una de las funciones principales es que colabora con el organismo para optimizar la buena absorción del calcio, lograr la formación de huesos fuertes e impedir el debilitamiento con la edad.
“Además de ayudar al metabolismo óseo, también participa en la regulación de nuestro sistema inmune”, destacó la especialista.
¿Cómo se puede optimizar el nivel y cómo incorporarla?
Desde chicos, los padres y maestros enseñan a los niños la importancia de incorporar la vitamina C. Seguramente, si se le pregunta a cualquier persona para qué sirve y de donde se obtiene, la gran mayoría contestaría que es para no resfriarse y tener las defensas fuertes y que se encuentra en la naranja y otros cítricos. Contrariamente, pocos podrían responder cómo se logra optimizar el nivel de vitamina D y cuáles son sus beneficios.
“Podemos obtener la vitamina D a partir de tres fuentes: se sintetiza por exposición a la radiación ultravioleta B (UVB) del sol; también, pero en menor medida, la obtenemos a partir de alimentos como huevos, leche, pescados azules, aceite de bacalao, germen de trigo, alimentos enriquecidos, entre otros; y, por último, a través de suplementación farmacológica”, detalló la Dra. Busnelli.
Sin embargo, la médica especialista en nutrición aclaró que la ingesta a partir de los alimentos no suele resultar suficiente, por lo que “la exposición al sol, siempre cuidada y responsable”, es la principal estrategia para mantener niveles adecuados de esta vitamina en nuestro organismo. “La pandemia de covid-19 y su cuarentena asociada disminuyó la exposición a la luz solar de la mayoría de la población mundial, por lo que los casos de deficiencia de vitamina D ascendieron”, agregó la doctora.
Enfermedades asociadas a la deficiencia
Aunque todavía no está comprobado a ciencia cierta el vínculo entre la vitamina D y el covid-19 (solo hay estudios preliminares y en curso), sí se conoce cómo incide su presencia en relación a otras enfermedades.
“La hipovitaminosis de vitamina D está relacionada con una mayor prevalencia de enfermedades cardiovasculares, autoinmunes, algunos cánceres, diabetes, hipertensión y obesidad, enfermedades que aumentan el riesgo en personas que poseen covid-19. A su vez, está demostrado que la vitamina D tiene un papel importante en la protección pulmonar por sus propiedades antivirales y antiinflamatorias, por lo que su deficiencia está relacionada con un aumento del riesgo de contraer infecciones respiratorias. Esto hace que actualmente exista la hipótesis de que la administración de vitamina D en dosis adecuadas para alcanzar los niveles óptimos en el organismo, podría tener un efecto protector y preventivo en la infección por covid-19”, argumentó la Dra. Busnelli.
Además, de acuerdo a la información difundida en la web www.cuidarnosjuntos.com.ar, este nutriente cumple un rol importante en la prevención de algunos tumores como el de mama, colon y próstata, favoreciendo a que en algunas células tumorales se altere el mecanismo de división celular así como también la fabricación de vasos de los cuales se nutren las células tumorales.
Un rol clave en la salud general
La Dra. Busnelli sostuvo que los efectos inmunomoduladores de la vitamina D hacen de ella un importante marcador a tener en cuenta, no solo en el presente contexto de pandemia, sino para el funcionamiento normal del organismo y la protección contra agentes infecciosos en el día a día.
“Realizarse análisis clínicos de vitamina D y, de ser necesario, la suplementación indicada por un profesional, son estrategias que deberían ser incentivadas por los expertos y el sistema de salud. Por otra parte, consumir una mayor cantidad de alimentos de origen vegetal como frutas, verduras y legumbres, aseguran un gran aporte de antioxidantes necesarios para el reforzamiento de nuestro sistema inmunológico”, añadió la especialista.
No es una cura, sino una posible herramienta
La médica nutricionista aclaró: “La suplementación de Vitamina D no es la cura de las afecciones provocadas por covid-19; es una posible herramienta terapéutica para influir en la respuesta del organismo a la infección, que hoy sigue en estudio”.
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