Barcelona, 17 dic (EFE).- Representantes de afectados de COVID-19 persistente han reclamado este jueves que se elabore «con urgencia» un protocolo de atención sanitaria para las personas que han padecido COVID-19 y que muestran, meses después, un cuadro clínico de síntomas persistentes.
En rueda de prensa telemática y presencial en Barcelona, varias representantes de afectadas han reclamado que se reconozca la persistencia de la COVID como enfermedad y que se defina la misma con claridad, además de que se estudie el alcance real de esta situación en Cataluña.
Asesorados por el bufete de abogados Colectivo Ronda, estas personas se han agrupado en el Colectivo de Afectados y Afectadas Persistentes por la COVID-19 y ya son unas 1.300, han asegurado hoy.
Diversas estimaciones y estudios científicos indican que entre un 10 % y un 20 % de las personas que han tenido COVID-19 muestran un cuadro clínico de persistencia de los síntomas e, incluso, desarrollan nuevas patologías asociadas, una vez superada la infección inicial.
Este índice de prevalencia se refiere a las personas que presentan síntomas propios de la infección por la SARS-CoV-2 superado un periodo de cuatro semanas desde el momento del contagio y va disminuyendo porcentualmente a medida que transcurre el tiempo.
Las secuelas post-COVID abarcan un amplio espectro de dolencias y síntomas persistentes, como dolor articular y muscular, tos, cefaleas, dolor torácico, alteraciones diversas del aparato digestivo o dispnea (sensación de que no se puede respirar o tomar aire suficiente).
A pesar de todo ello, aún no se ha activado un protocolo de seguimiento y tratamiento clínico específico para estas personas en Cataluña, han denunciado hoy.
Estas personas han superado el contagio de forma oficial y son contabilizados como altas médicas pero, en realidad, continúan padeciendo los efectos de la enfermedad, han indicado, una situación a la que se suma «el perjuicio» de haber recibido el alta médica tras dar negativo en el test para comprobar que ya no eran portadores ni transmisores del virus.
Esto supone que no se atiende la realidad de su situación clínica ni se relaciona su actual estado físico y el episodio de contagio previo, un «olvido de las autoridades y los servicios de salud pública que se hace trágicamente extensivo a la dimensión emocional y el bienestar psíquico de personas que desde hace meses mantienen la sintomatología propia de la COVID-19», han considerado.
También han recordado que el Departamento de Salud adquirió el compromiso de hacer un protocolo específico de tratamiento y seguimiento de la situación de estas personas con COVID persistente, pero «aún no existen mecanismos que ofrezcan garantías de atención al colectivo de afectados», han precisado desde el Colectivo Ronda.
Tampoco se garantiza el reconocimiento administrativo a su situación, especialmente por parte de organismos como la SGAM (Subdirección general de Evaluaciones Médicas). EFE.
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