Artículo escrito por el Dr. Julio Terrén
Cuando una mujer se realiza una intervención mamaria con implantes, ya sea para aumentar el tamaño de su pecho, corregir una asimetría mamaria o como parte del tratamiento del cáncer de pecho, no piensa que pueda necesitar una intervención secundaria para retirar o cambiar la prótesis mamaria en un futuro.
Cuando hablamos de la extracción de los implantes mamarios, nos estamos refiriendo al procedimiento quirúrgico destinado a revertir las modificaciones producidas tras un tratamiento con prótesis.
Es decir, se trata de una cirugía destinada a quitar los implantes de pecho.
Los motivos de esta intervención son diversos, pero pueden clasificarse en dos grandes grupos:
- Complicaciones con la prótesis mamaria: contractura y calcificación capsular, rotura de la prótesis, desplazamiento de la prótesis, infección, necrosis de los tejidos, aparición de líquido alrededor del implante (seroma)…
- Pacientes sin ningún tipo de complicación y con buenos resultados médicos pero que desean retirar sus implantes mamarios por razones estéticas o personales. Algunas pacientes no se acostumbran a las prótesis y a su nueva imagen corporal, y sienten el implante como un “cuerpo extraño”.
Ahora bien, pese a que en este artículo vamos a centrarnos en la retirada de los implantes mamarios sin intención de reemplazarlos, también hay que tener en cuenta que las prótesis pueden sustituirse por otras nuevas y/o reposicionarse para solucionar el problema estético-médico.
¿Cómo abordar la extracción de los implantes?
En primer lugar, hay que tener en cuenta que la inclusión de una prótesis mamaria, causa una expansión de los tejidos del pecho y una leve atrofia de la glándula mamaria debido a la presión que ejerce. Podríamos decir que provoca en la piel efectos similares a los de un embarazo. A esto hay que sumarle el paso del tiempo y el envejecimiento de los tejidos de la zona.
Técnicas para retirar los implantes
Antes de elegir la técnica más adecuada es importante evaluar la calidad de la piel, el volumen, tamaño y posición de la mama, las cicatrices previas, la cobertura de tejido mamario, las características individuales y posición de los complejos areolares… así como tratar de visualizar cómo era ese pecho antes de la intervención.
Habitualmente, la cirugía de extracción de implantes mamarios se realiza bajo anestesia general y se prolonga entre una y tres horas. En los casos más sencillos basta con emplear anestesia local y sedación.
Cuando la paciente cuenta con poco volumen mamario basta con retirar los implantes y tratar la cápsula para que la piel se retraiga lo máximo posible. Las incisiones se realizan en el mismo lugar donde se realizó la cirugía de implantes mamarios.
Si la piel no vuelve a su estado anterior a la inclusión de los implantes será necesario realizar una elevación de pecho. En un primer momento los senos se verán vacíos, pero con el paso de los meses irán recuperando su volumen.
En otras ocasiones, cuando existe un exceso de piel más que evidente se procede a realizar en una misma intervención el levantamiento de pecho y la extracción de la prótesis. Con esta intervención conseguimos tensar el tejido mamario para obtener un mejor apoyo. En algunos casos también es necesario cambiar el tamaño de las areolas para que se ajusten mejor a la nueva forma de las mamas.
Cuando la mujer no quiere perder todo el volumen conseguido con los implantes mamarios, se realiza una extracción del implante con o sin elevación mamaria y una transferencia de grasa propia para rellenar la mama.
Como en el caso anterior, se realiza el levantamiento de pecho y la extracción de la prótesis en una misma intervención y se complementa con la inyección de grasa del propio paciente.
Esta grasa ha sido previamente obtenida mediante técnicas de liposucción de zonas del cuerpo donde hay un excedente. Una vez extraída, la grasa se trata y purifica para que pueda ser inyectada de nuevo en el cuerpo. La grasa propia no provoca ningún tipo de rechazo al ser totalmente biocompatible.
Esta técnica conocida como lipofilling o lipotransferencia mamaria también puede utilizarse para prevenir la deformación de los pechos y el hundimiento de la piel o de los pezones tras la retirada de los implantes.
¿Cómo es la recuperación?
Es habitual que la paciente experimente malestar e incomodidad tras el procedimiento. La recuperación suele ser más rápida y menos molesta que la cirugía de colocación de implantes mamarios.
Se suele dejar un drenaje durante tres o cuatro días para ayudar a colapsar el espacio vacío que ha dejado el implante mamario. Tras retirar el drenaje se colocará un vendaje compresivo en la zona que ayuda a la piel a adaptarse al nuevo contorno corporal.
Cuando se realiza la retirada de implantes junto a la elevación de mamas, la paciente sentirá tensión en la zona y una ligera inflamación durante algunas semanas.
La mayoría de las pacientes pueden volver al trabajo en unos días. Eso sí, se desaconseja hacer ejercicios excesivos durante las primeras seis semanas tras la cirugía.
Las incisiones para la extracción de los implantes mamarios cicatrizan muy bien. La curación completa puede llevar de tres a cuatro meses, durante los cuales las cicatrices se desvanecerán poco a poco.
Dr. Julio Terrén,
Especialista en segundas cirugías de mamas
drterren.com
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