La Fundación Economía y Salud ha logrado la suma de consensos técnicos y políticos necesarios para optimizar el sistema sanitario y social tras la pandemia, mediante acciones que no admiten demora y se recogen en el nuevo documento ‘106 medidas que mejoran el sector de la salud en España tras la pandemia de Covid-19‘.
A lo largo de casi tres horas de debate, el conjunto de los ponentes e intervinientes en la presentación de este documento coincidió al afirmar que la Fundación Economía y Salud volvió a acreditar su condición de entidad de referencia en la promoción del conocimiento y opinión sobre la aportación del sector de la salud a una sociedad económicamente más competitiva y, por supuesto, más justa y solidaria.
Unidos por el consenso
El presidente de esta organización, Alberto Giménez, explicó que este nuevo trabajo mejora y amplía al texto precedente, que llevó por título ‘100 medidas que mejoran el sector de la salud‘, por lo que celebra haber podido contar con la colaboración de medio centenar de especialistas del mundo sanitario y el medio sociosanitario, distintos por sus diversas sensibilidades, pero unidos por un mismo deseo de consenso para lograr un mejor sector de la salud.
De esta revisión exhaustiva y modificación de las medidas anteriores, extrae Alberto Giménez un excelente material para la reflexión y el debate de planificadores, gestores sanitarios, mandos intermedios y personal de base en el sistema asistencial dual que representa la Sanidad y el espacio sociosanitario.
Giménez precisó que este nuevo texto, realizado en tiempos de urgencia para todos, es un éxito manifiesto de los miembros del comité científico de la citada Fundación, al nacer de la vocación compartida por ayudar a conseguir, antes que tarde, una armoniosa marcha del sector salud y no solo como respuesta a estos meses tan difíciles que podrían hacer perder la perspectiva de conjunto y futuro por obra inopinada de la precipitación.
Todo ello a través de consensos, declaró este ponente, generados para ofrecer medidas sensatas a cualquier Gobierno, sin incurrir en doctrinas de base, que, por sus planteamientos demasiado generalistas por definición, no pueden bajar nunca al detalle de la actividad cotidiana y sus vías de corrección.
Uno más un punto de PIB
Ante la necesidad de ajustar los recursos actuales, y adoptar otros nuevos, a las fases agudas, subagudas y crónicas de los procesos asistenciales, Giménez pide un punto más de PIB sobre el 6,3 por ciento actual destinado a Sanidad en España, aunque también precisó que se podría mejorar otro punto más, de los ya disponibles con criterio de eficiencia, en un montante equivalente a otros 12.500 millones de euros.
Adelantó el presidente de esta Fundación la llegada de un cuadro de indicadores de evaluación por parte de la misma, herramienta que será completada por su Comité Científico, para su perfecta adaptación al terreno de cada comunidad autónoma, con la previsión de que será presentado en un nuevo foro, en el que también se pondrán en común las mejores prácticas y experiencias modélicas para benchmarking de todos los territorios.
Mejorar la sociedad desde la aulas
El rector de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), Ricardo Mairal, dio la bienvenida a una institución académica que dijo ser de todos y para todos, al ser el mejor marco posible, además, a la hora de exponer en detalle las medidas destinadas a mejorar la atención a la población general, como anima la Fundación Economía y Salud.
Ello por ser el fruto de un trabajo llamado a dar respuesta cabal a todos los desafíos que tiene planteados ante sí el sector salud, desde el principio de que la universidad, como institución, debe estar siempre apegada a las necesidades de la sociedad, visibles, puso como ejemplo Ricardo Mairal, en la agenda 2030 con la que la UNED está perfectamente alineada, para lo que pide generar respuestas desde todos los agentes sociales al trascender la gran tarea académica y docente que supone ir en todo momento un paso por delante.
Ve Mairal salida a todas las dificultades presentes y futuras en la ciencia que emana de las Facultades, puesta al servicio de la innovación con mayúscula, junto al saber difusor de hallazgos, desarrollos y descubrimientos a una sociedad que debe sentir muy próximo su sistema educativo de grado superior, como amplió, si se tiene en cuenta, aseveró, que el 61 por ciento de la investigación que se hace en España es de raíz universitaria, para lo que precisa mayores recursos y empeños comunes.
Pensamiento crítico y aliento solidario
Alaba Mairal los enfoques multidisciplinares porque la ciencia es “proteica” y hace factibles las soluciones desde la colaboración de todos los perfiles profesionales, gentes animadas por el diálogo y el ansia de consenso que da humildad e ilustración ante la envergadura de lo que se estudia.
El disenso es legítimo y enriquecedor, aclaró este ponente, al ayudar a comprender las grandes cuestiones que también reclaman generosidad, en aras del conocimiento ilustrado, el pensamiento crítico y el aliento solidario, todo ello recogido en el libro presentado, a su juicio, al ser capaz de adelantarse a las propias necesidades sociales que también reclaman un mayor empoderamiento de los pacientes.
Mairal, que pronunció las últimas palabras de la clausura, reincidió en la figura del académico como vector de conocimiento claramente compatible con los mayores elogios a los profesionales sanitarios, los lúcidos políticos participantes y todos aquellas figuras decididas a llevar adelante la agenda por la innovación que requiere el país, como las compañías farmacéuticas.
Labor de focus groups
La enfermera Alicia Negrón, que es especialista en atención familiar y comunitaria del Servicio Madrileño de Salud (SERMAS), explicó la coordinación que hizo posible hacer el libro anterior y el actual, con un ilusionante comienzo en 2015, que se consolidó en el foro que esta Fundación realizó en 2017, hasta llegar a 100 medidas publicadas en 2018, desde votación de los participantes mediante un limpio y ecuánime sistema de tarjetas.
En la parte digital, comentó Alicia Negrón que los mismos focus groups volvieron a trabajar durante meses de manera telemática y flexible, para llegar, en la actualidad, a establecer los nuevos consejos organizativos capaces de encajar una situación tan disruptiva como la producida por la Covid-19.
Las medidas fueron acotadas en estas áreas: asistenciales, Atención Primaria e integración asistencial, gestión de la información y nuevas tecnologías, promoción de la salud, prevención de la enfermedad y empoderamiento del paciente, atención y coordinación social y sanitaria, medidas organizativas y atención al domicilio, evaluación y benchmarking, seguridad del paciente y salud del profesional sanitario, capital humano e incentivación profesional, compras y gestión y buen gobierno y transparencia.
Estratificar la población
Desde su especialización en Atención Primaria, Negrón detalló la orientación de este texto a la estratificación de la población por vulnerabilidad con seguimiento de procesos en este nivel asistencial. Apuesta, así, por una buena coordinación entre Sanidad y Educación por la aún deficiente formación sanitaria básica de la población, como se pudo apreciar en los retrasos al habituarse a la higiene de manos, el uso de mascarillas y las distancias necesarias entre personas para minimizar la transmisión del SARS-CoV-2.
Un plan nacional sociosanitario
Como último punto, esta ponente tocó la coordinación con perspectiva psicosocial compuesta por la parte social, residencial y de día, y la asistencial sanitaria con foros de encuentros conjuntos, rotaciones cruzadas bien planificadas, interlocuciones unitarias y más camas de media estancia.
Todo ello además de desarrollar un plan estatal sociosanitario con participación de los dos Ministerios con potestad para aplicar sus resoluciones a todos los territorios. Junto a lo anterior, incluir planes de estudios también mixtos y una vigilancia epidemiológica y de Salud Pública, para disponer cuadros unitarios de mando y orientación a la equidad y la eficiencia, sentenció Negrón.
Mejorar lo que era bueno
La directora del Instituto de Medicina del Laboratorio del Hospital Universitario Clínico San Carlos de Madrid, la doctora Mercedes Martínez-Novillo, refirió que lo retos ya previstos para mejorar el libro anterior se vieron incrementados por la pandemia, aspecto que no evitó lograr una visión muy completa de la asistencia en su conjunto.
Constatada la necesidad de reforma asistencial para lograr una mayor orientación al paciente, que se vio acelerada por la pandemia y el éxito logrado con la digitalización, señaló Mercedes Martínez-Novillo como valores máximos la formación y la comunicación con el paciente.
Ello al establecer sistemas de captura de datos y transmisión de información a los ciudadanos, sin descuidar la parte epidemiológica. Dentro de las medidas asistenciales, se han de buscar, como afirmó Martínez-Novillo, los resultados en salud según las mejores prácticas que aportan valor y cuentan con las opiniones del paciente, desde sistemas estandarizados de atención en red.
Del hospital al domicilio
Según esta ponente, el texto presentado también establece que el domicilio o residencia del paciente se constituya en espacio clave de asistencia con una cartera propia de servicios, adecuados a cada necesidad y caso concreto, dentro de una atención proactiva desde los focos naturales de asistencia, que son los centros de salud, mediante una sistematización completa y una Enfermería formada al efecto, de cara a evitar visitas, riesgos e ineficiencias, tal como resumió.
Respecto al capital humano sanitario en su conjunto, y sus competencias a estimular, advirtió Martínez-Novillo de que se deberá contar con cauces de participación y canales transparentes de incentivos, retributivos y de otra especie, como el cumplimiento de objetivos personales y grupales o la orientación al ensanchamiento del conocimiento, desde el empuje dado por todos como ejemplo durante la pandemia y con el deseo de que también los sindicatos correspondientes vean la bondad de este planteamiento, en sus finales argumentaciones.
Evaluación y benchmarking
El jefe del Servicio de Medicina Preventiva y Salud Pública del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid, el doctor Jesús María Aranaz, afirmó que evaluación y comparación, benchmarking, son estrategias sistemáticas cuya generalización es imposible demorar, desde ejemplos ya conocidos y utilizados.
Todo ello mediante una evaluación exhaustiva de las tecnologías sanitarias a usar tanto en la normalidad como en los tiempos tan críticos como los actuales, porque, ironizó Jesús María Aranaz, la falta de evidencia no siempre supone evidencia de ausencia, como se demostró estos meses pasados.
Pide Aranaz un observatorio de pandemias con alcance potencial a España y según aval internacional, evaluación de factores de riesgos, por tanto, que exceda los impactos por pandemias, si se tiene en cuenta, como razonó, que todavía se cuentan los muertos causados por la mal llamada gripe española de hace un siglo.
Siempre con seguridad
En materia de seguridad para el paciente y el rol a jugar por los profesionales asistenciales, este ponente insta a que se dote al país de estrategias de coordinación hacia los centros sociosanitarios por su carácter mixto. De la experiencia habida en el hospital en el que trabajo, extrae especialmente las formas de trabajo en equipos colaborativos, nacidos del valor y la generosidad ampliamente demostrados y recogidos en las medidas 72, 74 y 81 del documento presentado.
Todo ello para no perder de vista Aranaz el foco de 360 grados que tiene muy presente que el cumplimiento de un indicador no anule cualquier otro. Reivindicó, igualmente, el principio de precaución, además de neutralizar mitos y miedos a la asistencia hospitalaria, sin que se caiga tampoco en el error de judicializar lo ocurrido.
Enseñanza dolorosa
Este ponente reseñó que la pandemia sirve de enseñanza para que los procesos de compra no impidan, en un futuro, que no se puedan adquirir medios de protección o se encuentren frenos a la incorporación de la innovación, por lo que las medidas 89, 91 y 92 del documento presentado apuntan a realizar compras centralizadas desde los criterios de eficiencia y transparencia.
Concluyó Aranaz con mención a la exigencia social de dotar de un buen gobierno a la asistencia, como se recoge en las medidas 100, 102 y 103. Como no hay ponencia sin cita de renombre, reivindicó la figura del doctor Rudolf Virchow, al inspirar el dicho de que no se pueden aplicar doctrinas del siglo XIX al XXI.
Tiempo de política
La segunda mesa se centró en la atención desde el Sistema Nacional de Salud (SNS) desde la perspectiva de los responsables políticos. El primero en hablar fue el portavoz de Sanidad del Partido Popular (PP) en el Senado, Antonio Alarcó, quien elogió los dos conceptos capitales que dan nombre a la entidad editora del documento: Economía y Salud, por ser las dos caras de una misma moneda y compromiso.
Antonio Alarcó advirtió de que el país sigue en pandemia, como muestran los 23.000 ingresos hospitalarios y los 3.200 pases a Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), que hablan todavía de una primera ola que científicamente no pasa, con el agravante de que ya hay un 43 por ciento de los sanitarios con algún nivel de afectación por el ya no tan nuevo patógeno.
Menos localismos
Enarboló Alarcó un no claro a la descentralización a ultranza, porque asume que no son viables los 17 sistemas sanitarios operativos hoy en el país, a la vez que citó una tercera ola de reconstrucción psicológica de la población que solo podrá tener encaje nacional y comunitario, pero nunca exclusivamente autonómico.
Postula el ‘popular‘ un pacto político por la Sanidad en la estela del que ya se logró no hace mucho tiempo para impulsar en España las terapias avanzadas. Señaló, además, como déficit que no se regulara bien la enfermedad profesional ni el sistema de oferta de plazas. Augura, para rematar su tesis, que la crisis presente aún se prolongará bastante más de lo que dicen muchos.
Todo ello con una pérdida hasta el momento de un año de esperanza de vida al nacer para los ciudadanos, como otra víctima silenciosa de la pandemia, dado que Antonio Alarcó siente con pesar propio que España acumule las peores cifras de pandemia en todos los parámetros.
Tiempo de política
José Martínez Olmos, que es profesor de la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP) y que fue secretario de Estado de Sanidad, considera muy oportuno que se alimente el corpus teórico práctico de la Administración en la gestión sanitaria desde la sociedad civil como expresa el documento elaborado por esta Fundación.
Afirmó José Martínez Olmos que la hoja de servicios del sistema sanitario es positiva desde los años 80 del siglo pasado, al recibir también el aplauso de la ciudadanía, como se vio en la España de los balcones durante los meses de confinamiento. Al no haber salido todavía de la pandemia y no saber a ciencia cierta cuando se logrará, estima que aún es difícil saber el daño total que habrá ejercido, y sigue causando, al sistema sanitario.
Hipótesis sobre mortalidad esperada
Sobre el exceso de la mortalidad esperada en España, y no atribuida a la Covid-19, apuntó Martínez Olmos a que podría deberse, en parte, a diagnósticos retardados en cáncer y las patologías crónicas. Ante los retos y desafíos muy bien plasmados por este documento, citó la digitalización de la atención y los daños que pueda haber sufrido el sistema de equidad. con el requisito de contar con más recursos económicos e intelectuales.
En ese último punto, declaró el socialista que la innovación debe entrar de lleno en la organización asistencial, sin perder de vista que el sistema sanitario hoy está más depauperado que hace 35 años, dado que la crisis sanitaria debida al nuevo patógeno llegó después de la resaca de la anterior, habida entre 2008 y 2012, y cuya salida supuso exprimir aún más el propio SNS.
Optimismo, pese a todo
No obstante, ve Martínez Olmos como elemento para el optimismo que el documento de las 106 medidas coincida en bastantes postulados con las conclusiones del texto de reconstrucción emanado del Congreso de los Diputados, de manera que será más factible materializar esos frisos de cambios y medidas que requiere el liderazgo político nacido del consenso técnico, a lo que sumó la conveniencia de hacer seguimientos anuales de cada indicador implementado.
Más vigilancia epidemiológica
Por parte del partido Ciudadanos, su portavoz en el Senado, Miguel Sánchez, repasó problemas como la falta de coordinación evidenciada durante la crisis y la deficiente vigilancia epidemiológica de las residencias de mayores, entre otros factores críticos. A la espera del cambio legal en Salud Pública, reclama un Pacto de Estado por la Sanidad que lleve la financiación del sector al 7 por ciento del PIB, según los estándares europeos.
Urge Miguel Sánchez a que los centros asistenciales incorporen planes de emergencia y contingencia ante enfermedades infecciosas y que se dispongan con diligencia las medidas de aislamiento cuando sean necesarias en una red de infraestructuras con capacidad instalada ante posibles brotes, a lo que sumó la creación de servicios de trenes y autobuses medicalizados para distribuir a las personas afectadas entre los distintos recursos disponibles.
Saluda Sánchez como positiva la creación de una agencia de evaluación de innovación sanitaria, además de generalizar una única tarjeta individual e historiales clínicos accesibles y compartidos, sin descuidar una buena planificación de los recursos sanitarios asistenciales para bajar del 8 por ciento la interinidad, según acuerdo ministerial y sindical ya alcanzado.
Por una Enfermería reforzada
Además de reforzar la Enfermería, con mayores competencias, este ponente reclama que sus profesionales tengan en España el mismo ratio que el resto de la Unión Europea (UE) por cada 1.000 habitantes (8,4), con respaldo legal para prescribir determinadas intervenciones y productos, además de asentar la figura de la Enfermería Educativa y Escolar.
Todo ello a la vez que se engarza la farmacia comunitaria en el modelo asistencial, sostuvo Sánchez, que evocó la resolución del pasado 26 de abril de 2019, en la que se estipuló llegar al 25 por ciento de dotación para Atención Primaria, aún no aplicada.
Ello sin olvidar desarrollar la Ley general 33/2011 de Salud Pública y racionalizar al máximo el uso de los antibióticos, y las resistencias microbianas y muertes que produce su mal uso, antes de 2025. Tanto él como Martínez Olmos coincidieron en que será necesario reforzar mucho más el papel del Consejo Interterritorial del SNS.
Gestión, calidad y eficiencia
La tercera mesa tuvo por tema la ‘Gestión con calidad y eficiencia del Sistema Nacional de Salud‘, con protagonismo del presidente de la Sociedad Española de Directivos de la Salud (SEDISA), José Soto, que dijo que todo el sector debe asumir como dogma que gestión y calidad son elementos consustanciales a la seguridad.
Así, se llega a los procesos de investigación, y mayoritariamente, asistenciales, bajo el único prisma de la integración, no solo de los procesos, sino también de las estructuras entendidas para su coordinación como unidades, sostuvo el también gerente del Hospital Universitario Clínico San Carlos.
Desde esta perspectiva, recordó José Soto que se convocó un congreso en Navarra hace ya bastantes años y que versó sobre estas cuestiones, hasta llegar a hoy, que ya no cabe analizar solo la Atención Primaria y la especializada, sino también la que se debe prestar en los domicilios.
Estos son espacios a los que, vaticina Soto, llegarán las intervenciones quirúrgicas, antes que tarde, y sin riesgo de las temidas infecciones nosocomiales omnipresentes en los hospitales, al igual que se da seguimiento a los neonatos en casa de las nuevas madres, según argumentó.
Apertura de mente
Desde esta apertura de mente, que obliga a pensar de forma distinta, apuntó el presidente de SEDISA al origen de las patologías en los determinantes de la salud, de lo que derivará en hospitales más pequeños y funciones directivas aplicadas a alimentar liderazgos polivalentes y no megaestructuras hospitalarias e inventar la rueda cada día.
No se olvidó Soto de reclamar una mejor legislación para la contratación pública, a la vez que dejó el mensaje final de que hacer bien las cosas salva vidas, desde el profesionalismo que deben encauzar los legisladores, mientras que los gestores sanitarios habrán de entrar en juego para aligerar las gerontocracias que pueblan el ámbito gestor.
Profesionalismo crítico
El tesorero de la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (FACME), el doctor Andrés Íñiguez, transmitió la visión crítica de los profesionales sanitarios desde la malla conceptual que permite el excelente documento presentado.
Defiende Andrés Íñiguez que para tener calidad, el SNS debe estar cohesionado, bien financiado y sujeto a fiscalización externa, frente a una situación alcanzada hoy como resultado de una lastrada falta de previsión y demasiadas decisiones cortoplacistas.
Todo ello desde el principio de que es necesario un plan nacional de salud que impulse la educación sanitaria que limita la enfermedad en origen, implique a todos los agentes, incluya análisis de coste efectividad y proceda a realizar revisiones basadas en la calidad en busca de las mejores estrategias.
Superar lo estatutario
A todo ello, Íñiguez añadió la necesidad de superar el actual sistema laboral funcionarial y profundamente desmotivador que padece la Sanidad Pública, con el deseo de potenciar la autonomía de gestión y la rendición de cuentas, y con opción a otorgar los puestos de responsabilidad desde las competencias necesarias, técnicas y gestores, como resumió.
Concluyó este ponente con la afirmación de que los profesionales sí saben lo que hay que hacer para mejorar la Sanidad, además de recordar a Andrew Carnegie, potentado estadounidense del ferrocarril y gran filántropo que, al final de su vida, donó el 90 por ciento de su fortuna a mejorar la salud, cuantificado en más de cinco billones de dólares de los de entonces.
Todo ello además de dejar a la posteridad el lema de mirar más lo que hacen las personas que lo que dicen, lo que le permitió asegurar que la Fundación convocante lo hizo muy bien al impulsar la edición y difusión del documento presentado.
Labor de compañías
Como portavoz de la industria farmacéutica, el director de Corporate Affairs de Roche, Federico Plaza, aludió a un sistema sanitario tensionado no solo por la pandemia, sino por unas medidas que ya fueron drásticas en la crisis socioeconómica y financiera precedente.
Además de observar Federico Plaza unas tendencias de cambio aceleradas por la actual crisis sanitaria, mucho más poliédrica que la anterior, y tras reconocer el acierto global del texto presentado, se ciñó a la prestación farmacéutica en los servicios de salud.
Todo ello para reeditar el compromiso de las compañías innovadoras del sector ante las posibilidades que se abren ahora para continuar con un modelo asistencial nacido de la Constitución de 1978 y hecho evolucionar con la Ley General de Sanidad y las posteriores normas de cohesión y calidad.
No sin financiación afín
A todo ello, Plaza añadió elementos aún no definidos de cauces de financiación y cuidado de los profesionales del SNS que redundan en una pérdida de calidad asistencial observable desde 2008, de forma que se deja fuera la demografía o los avances tecnológicos y terapéuticos bajo criterios de ciclo económico e IVA.
Ante esta falta de previsión sobre magnitudes como la cronicidad o el envejecimiento, y en la provisión de medios de atención, señaló este directivo la digitalización como medio para acortar plazos y reducir costes por colaboración de la Administración y el sector privado.
Ello al constatarse éxitos, como poder disponer de vacunas para el SARS-CoV-2 en apenas un año, cuando antes se tardaban más de 10, con un necesario impulso a la evaluación de todas las intervenciones asistenciales desde el filtro de la evidencia extraída de la vida real recogida en caudales ingentes de información, con ejemplos elegidos de la última Oncología y lo que habrá de traer, según concluyó Plaza.
Clausuró el acto el gerente de Planificación Estratégica del SERMAS, Daniel Álvarez Cabo, que agradeció su invitación a participar en nombre de Juan González Armengol, viceconsejero de Asistencia Sanitaria del Gobierno de la Comunidad de Madrid y, por añadidura, colaborador del libro presentado.
Destacó Daniel Álvarez Cabo la importancia de actos conjuntos en los que participan la Administración, la universidad y la sociedad civil, como el vivido en esta jornada, al aportar esperanza de salida posible a una situación bloqueada por la pandemia, porque la proximidad física, aunque sea con mascarillas y distancias interpersonales, también acerca conocimientos, compatibles con una excelente transmisión telemática de este encuentro, tal como argumentó.
Promete Álvarez Cabo, además, leer las 106 medidas con el mayor interés e impulsar, desde su responsabilidad, estas y aquellas que ayuden a responder con mayor prontitud y plenitud a las necesidades de los ciudadanos.
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