El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de San Vicente de la Barquera ha condenado a una aseguradora al pago de una indemnización de casi 600.000 euros a un avilesino de 63 años en la actualidad que perdió una pierna al ser arrollado por una furgoneta que dio marcha atrás en el acceso al polígono de Los Tánagos, en el concejo cántabro de Val de San Vicente, el 6 de junio de 2018. La víctima había acudido a la ITV de la localidad para pasar la inspección.
El letrado de la víctima, Carlos Hernández Fierro, presentó una demanda en noviembre de 2020, pero la aseguradora contestó por escrito de fecha de entrada de 11 de diciembre de 2020 asumiendo la responsabilidad en el accidente pero rechazando la cuantía de reclamación, que era de 606.000 euros.
El juicio tuvo lugar en julio de 2021, aunque no se ha dictado sentencia hasta este miércoles. Las dos partes convinieron en el perjuicio personal sufrido por la víctima: 492 días de perjuicio personal moderado, 32 días de perjuicio personal particular moderado, 2 días de perjuicio personal particular muy grave y perjuicio especial particular por dos intervenciones quirúrgicas.
La víctima sufrió la amputación del tercio medio de la pierna derecha por debajo de la rodilla. La adaptación a la prótesis no ha producido más dificultades que las ordinarias, según el informe del servicio de rehabilitación. Este indicó que se produjo «buena tolerancia y adaptación al programa de entrenamiento protésico» y que el paciente «realiza marcha independiente y estable con ayuda de un bastón inglés».
La magistrada Lucía Barrancos también apreció un trastorno ansioso depresivo en la víctima. Según un médico, «la vida del paciente había cambiado de forma radical y que el trastorno que padece le impide trabajar». Otra facultativa informó de que efectivamente el paciente necesitaba medicación, pero argumentó que es la forma habitual de tratar esta dolencia y que se había producido una mejoría. El informe de salud mental aportado indica que, aunque la sintomatología ha mejorado, persiste y el paciente sigue requiriendo medicación y no está estable.
También sufrió una afección meniscal en la pierna izquierda, derivado de la amputación de la derecha, al sufrir un mayor desgaste. La jueza aprecia de forma separada esta afección. También aprecia un perjuicio estético importante, un perjuicio moral por pérdida de calidad de vida, los gastos de prótesis (más de 240.000 euros), el coste de las ayudas técnicas, como silla de rueda, bastones con empuñadura anatómica, asidero abatible para baño, elevador wc, medias elásticas, silla de ducha y sus recambios, valorados en 150.000 euros. Y fija la indemnización, sin contar los intereses desde 2020, de 579.618,79 euros.
Crédito: Enlace fuente
Discussion about this post