Eso también implica al servicio sanitario, que especialmente ha tenido que experimentar una gran transformación para poder ofrecer una atención segura y de calidad a la pandemia.
Así, con una incidencia de 26,44 casos por cada 100.000 habitantes, el centro de salud de Oliva ha recuperado el servicio de cirugía menor, que llevaba un año parado precisamente por la pandemia. De momento, es el único centro de salud de la comarca de la Safor que ofrece este tipo de tratamientos que retoma el servicio, a la espera de que próximamente lo puedan hacer los otros dos, el del Grau de Gandia y el de Tavernes de la Valldigna, como apuntaban a Levante-EMV desde el departamento de salud pública.
Este servicio resulta es importante para descongestionar el servicio de cirugía del hospital Francesc de Borja y, por tanto, reducir las listas de espera. Se trata de intervenciones menores, que no precisan hospitalización y para las que personal médico y de enfermería se formó antes de que se implantara en estos tres centros de salud.
La cirugía menor son técnicas quirúrgicas de corta duración que se aplican generalmente sobre estructuras superficiales, suelen requerir anestesia local, y son de bajo riesgo y mínimas complicaciones.
En concreto, la cirugía se realiza sobre todo en casos de fibromas o angiomas, quistes sebáceos, uñas encarnadas y queratosis o acrocordones, y, en menor medida, en verrugas, lipomas, nevus y malformaciones de uñas, según explican desde el centro de salud pública de Gandia.
Así, los servicios sanitarios van recuperando poco a poco la normalidad. Hace algo más de una semana, el hospital también volvía a retomar el servicio de cirugía mayor ambulatoria, que estaba interrumpido porque el espacio donde se lleva a cabo, durante la tercera ola se había reconvertido en UCI para pacientes no covid.
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