El video de un hombre que asegura que las vacunas contra la COVID-19 modifican el genoma humano y ocasionan “daños irreparables” hereditarios se ha compartido 15 mil veces en Facebook, a pesar de que las inmunizaciones no afectan el ADN humano e incluso son sometidas a una fase de pruebas para que demuestren su seguridad y eficacia.
Fredy Portillo, quien se identifica como ortopeda y traumatólogo de Honduras, asegura en una grabación publicada el 23 de noviembre que la vacuna de ARN mensajero (ARNm) “introduce un genoma” en los seres humanos que puede causar “mil alteraciones en la persona” y “se las vas a transmitir a tu descendencia”.
“Tenemos el genoma humano, el ADN, que te identifica como persona, entonces vienes e introduces una secuencia. Significa que al introducir una secuencia en ese genoma pueden ocurrir mil alteraciones en la persona, en las células, que no se sabe. A través de la introducción de un fragmento de un genoma, te pueden manipular”, afirma en su video.
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Portillo basa sus dichos en declaraciones del médico argentino Marcelo Martínez, que previamente fueron desmentidas por los equipos de verificaciones de datos de Chequeado y AFP Factual.
Sin embargo, hay usuarios que comentaron en la publicación que las vacunas pueden ser dañinas para las personas, mientras otros sugieren que no volverán a inmunizarse ni a sus hijos.
Por qué no se altera el genoma humano
Una de las afirmaciones falsas del video es que la vacuna de ARN, como las desarrolladas por Pfizer y Moderna, puede modificar el genoma humano. Sin embargo, una vacuna de este tipo implica la inyección de una pequeña parte del virus para estimular la respuesta inmune en un paciente sin infección.
Es decir, se manipula el material genético del virus y se inyecta, pero no se incorpora en el núcleo de una célula humana, señala Susana López Charretón, especialista en virología e investigadora del Instituto de Biotecnología de la UNAM.
“Es un pedacito de información genética, de ARN, que entra a las células y dirige las producción de proteínas. Como todas nuestras proteínas, se hace a través de ARN mensajero, y este es un ARN mensajero más que la célula traduce”, explica.
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López Charretón dice que esta vacuna se basa en “uno más de los muchos mensajeros que la célula tiene. Es un mensajero, no es parte del genoma, que es ADN. No es factible que altere el genoma humano”.
En esta nota te explicamos los tipos de vacunas que existen y cómo inmunizan ante los virus.
La respuesta inmune no se hereda
Según las afirmaciones de Portillo, quien se ponga una vacuna del tipo ARN sufriría “daños irreparables” que podrían transmitirse a sus hijos. Estos supuestos daños carecen de sustento y, dado que no se manipula el material genético de la persona, es imposible que puedan ser heredados.
Ni siquiera la inmunidad ante el virus puede ser transmitida, explica la especialista. “No hay ningún tipo de integración. Solamente es una manera de exponer al organismo a una proteína de una manera diferente a la que la expone el virus”, comenta.
“Sería padrísimo porque así con que tus padres se hayan vacunado, ya la libraste”, menciona López Charretón.
Aunque se han publicado estudios, hasta el momento se desconoce cuánto duran los anticuerpos generados por los proyectos de vacunas contra la COVID-19.
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Cultivos y alergias
Partiendo de su afirmación falsa sobre la manipulación del ADN humano, el video afirma que esta misma técnica “se ha hecho a nivel de cultivos, a nivel de vegetales, y esa es la razón por la que han aparecido tantas enfermedades alérgicas”.
Sin embargo, él se refiere a los organismos genéticamente modificados que, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, sucede cuando uno o más genes se han introducido en su material genético de otro organismo utilizando tecnología de ADN recombinante, algo distinto a lo que hacen las vacunas.
“La posibilidad de que de alguna manera este RNA mensajero interactúe con nuestro genoma es prácticamente cero, por lo tanto no hay manera en que podamos convertirnos en mecanismos genéticamente modificados por recibir este tipo de vacunas”, explica Laura Palomares Aguilera, experta en virología e investigadora del Instituto de Biotecnología.
Sobre la posibilidad de que se registren alergias, Palomares Aguilera menciona que cualquier medicamento o vacuna puede tener efectos adversos como fiebres o dolores de cabeza, pero difieren de las reacciones alérgicas.
“Estas vacunas que se están probando difícilmente van a tener un compuesto alergénico, ya que son vacunas de última generación con alta pureza y altamente caracterizadas. Sin embargo siempre alguna persona podría tener alguna reacción por un componente de la fórmula y es la razón por la cual hacemos todas las pruebas”, afirma.
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